domingo, noviembre 18, 2007

¿Quién me iba a decir?

Hola a todos.

Hoy quien les escribe no es la que se hace llamar Esther por estos lugares ¿Que quién soy? Pues...

Bueno, vale, no soy yo pero,al menos me veo más joven; mis dueños, que no se dignan a hacerme una foto como Dios manda... ¡Con lo guapo que soy! ¡No hay derecho!

Llegué desde una pajarería, al igual que mi actual e insólita pareja. Pero, yo no soy el fundador de las múltiples generaciones que se dieron aquí, en este hogar donde en la cría de pájaros no se pensó jamás. La fundadora fue Kati (así la llamaron), que sola, desperdigada, quizás perdida(nunca dijo exactamente de dónde vino) llegó hasta el balcón de la casa de aquel entonces, cuyo paso a una habitación contigua estaba cerrado por una especie de valla, a parte de contar con las habituales puertas que tienen todas las casas para separar los balcones de las estancias de al lado. Y allí quedó ella, entre la valla construida y la puerta definitiva. Detrás de la valla, había un perro que no dejaba de ladrar y babear de sólo verla, más tarde me enteré que se llamaba Laika. Los humanos fueron los que la salvaron. Luego, la compraron un macho. Fueron muriendo y llegando otros, así se fueron formando las generaciones, hasta llegar a mí y mi actual compañero. ¿Cómo me llamo? Damián III y mi compañero es Damián IV. Yo soy gris y mi compañero blanco.No sé por qué Esther tiene la manía de poner numeraciones a nuestros nombres e igual hacía con nuestras damas; sé que es por una razón pero, como pájaro...

¿Sobre la vida en la jaula? Genial. Yo y mi compañero contábamos con dos damas preciosas, llamadas LII y LIII (así las llamábamos nosotros, en abreviatura). Cada uno teníamos nuestra pareja. Comprenderán que la vida en una jaula es muy aburrida, así que nos pasábamos todo el tiempo entonando melodiosas canciones, nada originales, pero, que tenían sus resultados. También conseguíamos otras cosas que no diré, por mi mucha discrección; hagan volar su imaginación. A las damas, les encantaba pasarse de un palo de la jaula a otro, huyendo de nosotros, haciéndose las duras, quizás, no sé... ...¿quién entiende a estas mujeres? Y nosotros detrás; era divertido jugar al pilla, pilla, hacíamos ejercicio y además, como no tenemos otra cosa mejor que hacer... Luego venía la oscuridad, que nos invitaba a acurrucarnos tiernamente, cada uno con el amor de sus amores y sólo por éso, valía la pena llegar al final del día. Ése era nuestro premio, nuestro regalo. Pese a los juegos del día, llegamos a cogernos mucho cariño entre chico y chica; no faltaba una sesión de mimitos mutuos, entre otras cosas. Los machos jamás fuímos amigos, más bien rivalizábamos; mi compañero que cantando se creía mejor que nadie, y todo un don juan irresistible y ¡pretendía restregármelo por el morro intentando quitarme a mi dama! Y yo hacía tanto de lo mismo ¿qué se creía ése? ¿que yo iba a ser menos? Ya vería lo que es bueno.

Pero, un triste día, nuestras princesas murieron, una detrás de otra; parecía como que se hubieran puesto de acuerdo ¡Fue terrible! Sólo en la oscuridad de la noche pensaba en ellas. Estaba entero, sano. Entonces, ¿por qué sentía que me faltaba algo? Sí, eran ellas: el calorcito de una noche contra un cuerpo femenino, las caricias mutuas y los juegos del día... ...todo, TODO había desaparecido de la noche a la mañana. El paisaje que quedó ante mis ojos era desolador, no sólo por la tragedia sino, por lo aburrido ¿Qué hacía yo solo, con la compañía de un pajarraco gordo y engreído? Me sentía el ser más desgraciado del mundo. Cuando al fin empezaba a alzar cabeza, miré a mi compañero; tenía los ojos perdidos, veía sin ver. Sumido en la inactividad de su recien estrenada vida del aburrimiento, sólo le quedaba pasar sus días cual mueble. Realmente daba pena . Me dí cuenta de que él lo estaba pasando igual de mal que yo y que sólo nos teníamos el uno al otro. La soledad y circunstancias de nuestra vida, acabaron por unirnos. No sé cómo sucedió, pero, nos dejamos arrastrar, quizás exista la magia al fin y al cabo. Vuelvo a tener mi sesión de mimos y el poder acurrucarme cuerpo contra cuerpo en mis noches, que ya no son llamadas soledad. Entre nosotros nació una profunda y eterna admiración.

¿Quién me iba a decir que mi peor enemigo se convertiría en mi mejor y gran amigo?

Les escribió y se despide Damián III, el pájaro.

17 comentarios:

Dinorider d'Andoandor dijo...

Hola Damián III, espero no sonar gay pero eres muy bonito. He visto algunos como tú en la tienda de mascotas cerca a mi casa. Aunque el ver aves enjauladas me da pena, yo soy de dejar la puerta abierta, aunque a veces eso más da riesgos para ustedes en la ciudad.
Bien por tu amistad.

Gavriel dijo...

Genial escrito amiga!
Cuántas veces nos sorprendemos cuando muchos enemigos se transforman en amigos. Igual hay que tener cuidado, pero todo es posible.
Abrazo grande Esther!
Gabi

Trisha dijo...

oohhhhhhhhh apuesto a que éste es el relato del que me hablabas... genial!!!! muy buena historia, un poco de risas al principio y despues confieso que me senti triste junto con demian, y es que es verdad!!! un pajarito sin compañera se le ve triste...

G-russo dijo...

Antes que nada que imaginacion mas volatil la tuya....

La soledad nos tiende a empujar a buscar lo que antes aborreciamos, cuando estoy en mi habitacion en soledad, de cada rincon salen fantasmas que representan a cada contrariedad existente en mi vida me aconsejan mal, que mejor consejera que una compañera incondicional,,,,, ademas si en pareja venimos (adan y eva) y en pareja hay que terminar.....

Julio Cesar dijo...

genial la historia :D, genial el blog. un abrazo. nos leemos :D

EXCLUSIVA- TEL.2076.6111 dijo...

HOLA ESTHER, QUE HERMOSOS LOS PAJAROS!, HE TENIDO MUCHOS EN MI CASA DE PEQUEÑA, AHORA NO PUEDO PORQUE TENGO GATOS, TE IMAGINAS? SE HARIAN UN FESTIN CON LOS PAJARITOS.
ES DIFICIL INTERPRETAR LO QUE SIENTE UN PAJARO EN UNA JAULA, CREO QUE LO HAS HECHO DE FORMA MARAVILLOSA. BESOS, Y GRACIAS POR SENTIRTE PAJARO, AUNQUE SEA POR RATO.

Julius Contreras dijo...

Comparto lo que dice Dino: las aves deben ser libres, ya que para eso tienen alas, para ser libres con el viento. El motivo de la muerte de las hembras es tal vez por la añoranza de la libertad, así como la tristeza de Damian y su compàñero.
Como primera lección, te dejo al criterio la libertad (aunque para su condición de cautivos no creo que sepan sobrevivir en estado silvestre); y segundo, que la soledad nos une, no importa cuantas diferencias tengamos: somos seres sociales y necesitamos de compañía. Saludos.

Anónimo dijo...

Jajaja, Damian tienes unas dotes de escritura increibles!
Yo siempre he tenido pajaritos, de estos pocos, pero canarios muchos!! Me encantan.

Besos!

Unknown dijo...

Muy bonito, tus escritos son cada dia mejores, asi que te felicito!!!

Viv. dijo...

Cuanta ternura te delata!
Pero te confieso que prefiero verlos libres en su habitat natural. Bonito relato.

Excelente semana para vos!

*ŠöLö_päLäß®ä§* dijo...

Hola ESTHER!
hacia rato no me pasaba por aqui.. espero que estes muy bien.
y el relato estuvo bueno..

Besos* =)

Fernando Nerú dijo...

Querida amiga que post tan tiernoooooooooooooooo, realmente aqui has plasmado parte de tu sensible imaginacion, me ha encantado, se que incluso si la modificaras lograrias un perfecto cuento para niños...
Te felicito estimada ESTHER,saluditos y besitos para Damian...

Psdata: METAFORICAMENTE BUENISIMO.

Que Dios bendiga a tu casa, y a los que en tu corazón habitan.

Atte Fernando Nerú.

ysraelg7 dijo...

Uuuyyy que tal escrito el tuyo eehh¡¡¡¡¡

Hay dias que nos sorprendes mas de lo habitual con tus escritos...

Pero.... ¡¡¡Qué pájaro el tuyo¡¡¡

Besos hasta la madre patria.

BELMAR dijo...

mmmm...

Princesa Dariak dijo...

En esto consiste ver con los ojos del otro, entrar dentro de la vida del pajarito, sentir y aprender a traves de lo escrito... lo que el alma expresa.
Y Esther, tu relato es precioso.

abrazos de luz.

Gonzalo Del Rosario dijo...

mmmmm . . . bonito relato . . . me parece haber leído algo parecido por allí . . . no, no lo creo, está bien.

Dragón del 96 dijo...

Que tipo de aves son? Yo también crío aves, periquitos australianos y los número de nombre, aunque eso Esther fácil ya te lo contó. También siento la pena que tal vez no existe entre ustedes, pero que yo siento cuando uno de ustedes deja de existir... son mios al final tambien, no?

Slaudos.