jueves, febrero 26, 2009

Desde la oscuridad, pero siempre.



Fui una de las finalistas del concurso que organizó la web de El cuentacuentos, llamado Fantasía 2009. Sería imposible describir la alegría que sentí al abrir la web y ver ahí mi relato: una alegría inabarcable, más inabarcable que el propio mar... Cuando has hecho algo con todo el cariño y entrega y lo ves ahí...

Pondré aquí, el texto: salió de mí y lo amo, al igual que todos, independientemente de que le guste a alguien o no. Son como mis hijitos. No pretendo que nadie se sienta obligado a leerlo pero, me hacía ilusión tenerlo también aquí.

Doy las gracias, en primer lugar, a los miembros de El cuentacuentos por darnos a todos esta fantástica oportunidad y tener la paciencia de leernos a todos y también por el duro trabajo que es el tener que desechar unas historias de otras, cuando en un principio todos somos merecedores de un premio. También le agradezco a mi tío su apoyo y sus palabras de ánimo; a mi familia y en general a todos aquéllos que siempre me acompañan desde la luz o el silencio ¡gracias!

Aquí dejo mi historia, que escribí bajo el pseudónimo de Esthecilla.
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Desde la oscuridad, pero siempre

de Esthercilla


Mario saludó a la calle y se perdió bajo las sábanas de la gran urbe una vez más, sábanas de pavimento, de olor gris ciudad, ése que se mezcla de forma tan extraña con las nubes de algodón que se empeñan en salpicar de vez en cuando el azul del cielo. Pero, esta vez, no: esta vez ya era de noche. Quizás aún andaran por ahí las muy bandidas pero, el negro es supremo ¿no se han dado cuenta? Cuando cae, van perdiéndose los objetos, opacándose. Él los acurruca entre sus manos, los mece, los duerme, los silencia por eso los colores ya no pueden hablar.

En el bar Paquito, que regularmente frecuentaba, las notas de movimiento se confundían con las de la noche. Se acercó a la barra y pidió un par de cervezas. Bastante tenía con su despido, al menos se merecía un traguito de gloria. Entonces, la vio. Su tez blanca como la nieve, sus rasgos finos y delicados, su pelo rubio y rizado le hechizaron desde el principio ¿Sería un ángel? Ella alzó la cabeza y también le miró. Sus miradas se cruzaron por un instante fugaz pero, ella no dijo nada: simplemente, giró la cabeza rápidamente y centró su atención en alguna otra cosa.

- ¿Qué le diría? – pensó Mario- ¡bah! Olvídalo- concluyó, mientras fijaba la vista en el vaso de cerveza ahora medio lleno. Pero, como si se arrepintiera, enseguida volvió a mirar hacia ella pero, ya no estaba y buscó y buscó y por más que buscó no encontró.

Marta se recogió su melena dorada en una coleta y miró por última vez hacia el espejo antes de dormir. A menudo se preguntaba por cuánto tiempo podía seguir así, jugueteando entre las luces de la eternidad, observando pobres vidas mortales, sin ser poseedora directa de un error o de una gloria, guardando su gran secreto bajo la llave grande y pesada de su juramento: “Nunca lo digas a ningún mortal, ellos aún deben crecer”. Entonces, la noche la arropó con su manto de terciopelo negro y piedras preciosas.

- Buenas noches - la susurró la luna lunera.

Mientras dormía, el pequeño diablillo, regordete y de ricitos de oro, surcó los cielos cual veloz ave rapaz e irrumpió en la habitación ¿qué de quién estoy hablando? De Cupido, ese ser que un día cualquiera con su toque mágico y personal altera toda la materia viva de los corazones, crea una explosión grandiosa, inexplicable, incontrolable. Siempre debe dar con su flecha a dos corazones: primero a uno y luego a otro ¿Qué pasa entonces? ¿Por qué a veces sólo vibra un corazón? ¿Por qué otras veces los efectos de ese estallido se pierden, se condensan como la agonizante llama de una vela? Porque a veces, Cupido es un niño muy despistado y tras dar el primer impacto de amor, es capaz de distraerse con la flor más bonita del jardín, la abeja que va en busca de un ansiado grano de polen o la melodiosa voz de un pájaro cantor. Entonces, después, alza la vista en busca de la próxima víctima, el segundo corazón pero ¿Dónde está? De nada sirve que pasee su vista, sus pasos por el lugar. Apesadumbrado, vuelve a casa: ha creado una nueva desgracia. Cruza a hurtadillas el patio de la casa divina, decorado con flores alcaenna, otra maravilla escondida del mundo de los humanos tan hermosa que su belleza no cabría en todo el Universo. Cruza con la esperanza de que su madre no se entere de su nueva fechoría. Pero, resulta que las madres acaban sabiéndolo todo ¿Cómo lo harán?

- Qué - le sorprende su madre. Ha irrumpido en su paso y se ha cruzado de brazos apoyada en el umbral.

- Qué, qué. No pasa nada, mamá. Sólo he salido a dar un paseo- Cupido trata de atravesar apresuradamente el umbral pero, su madre le detiene posando su mano con gesto firme sobre su hombro.

-No me mientas, Cupido. A ver ¿qué has hecho esta vez?

- Volví a fallar otra vez, mamá. Di al primer corazón pero, una linda flor me distrajo. Cuando quise dar al segundo corazón había desaparecido.

- Ya verás cómo lo arreglas.- el arreglo siempre era el mismo: tratar de encontrar al segundo corazón y si no había forma de encontrarlo o uno de los dos corazones había perdido esa sensación eléctrica del amor por el camino, acudir a El Mirador Blanco, recordar el rostro de la persona herida y entrar en un estado de concentración. De esta forma, aparecería un algo, una esencia que sería el rastro a seguir para encontrar otro segundo corazón sustituto.- Como falles en tu próxima empresa no voy a traerte la Play Station portátil que siempre quisiste tener- prosiguió la madre.

- ¡Jo! ¡Mamá! Pero…

-¡Ni peros, ni nada!

Su madre había sido contundente. Por eso cuando Cupido dio a Mario con su flecha de oro y se distrajo en la nube coqueta que desde ahí arriba le sonrió, enseguida volvió a fijar su atención en el centro de su actividad. Justo entonces, alcanzó a ver un inconfundible ángulo de tela de la falda de Marta, que se perdía tras la esquina del edificio de ladrillos. Marta se metió apresuradamente en un auto amarillo en cuya placa rezaba “Taxi”.

-¡Hey! ¡Espera! – murmuró Cupido más para sí que para los ignorantes mortales de su divina presencia. Y voló, acariciando suavemente los sombreros rojizos y azulados de los presumidos y elegantes edificios de la avenida San Juan. Y allí estaba él, en esa habitación, mientras Marta le daba la espalda, sumida en su mundo de sueños. Voló hasta tener el cuerpo mirándole de frente, se colocó a una distancia prudente y disparó la flecha. Al ver su cometido cumplido, una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro y emprendió el regreso a su casa con el ánimo de un tornado.

En los sueños de Marta, entre el barullo de imágenes sin sentido – eran las más frecuentes - o con él apareció un nuevo rostro, claro, conciso: el de Mario. Sí, no se extrañen: ella conocía absolutamente a toda persona que se cruzara en su camino. Quizás supiera mi nombre o el tuyo o sino, no te preocupes que lo más probable es que otro ser de su misma condición guarde la combinación de cada una de sus sílabas, como el buen vino. Porque los ángeles son así: son la brisa fresca que te susurra al oído o son formas mortales que deambulan por el mundo. La verdad, es que todos podemos ser ángeles, sólo que algunos olvidamos nuestras alas en algún lugar del desván ¿Qué me dices de aquél que, por ejemplo, te ayudó a encontrar tu camino? ¿Y del amigo que cogió tu mano cuando estuviste a punto de caer por el precipicio? ¿Y del que secó tus lágrimas? ¿Qué me dices del pintor de sonrisas? Incluso aunque no lo creas, los animales también pueden tener sus propias alas mágicas, como aquel perrito que rescató a ese niño de las garras malignas del mar. Pero, a veces, también nos pueden salir cuernos, cola y adoptar un color rojo pero, esa es otra historia.

Por más que los días pasaban, como el fresco rocío que cae y se desvanece, el rostro de Mario, su presencia, su aroma, se empeñaban en vivir con Marta. Sabía que no debía ser así pero, aquello era como un dulce veneno, tan tentador… Sentía que debía volar sino ¡se volvería loca! No tardó en personarse en La Gran Sala Blanca. Allí estaba su madre. No importaba: así se ahorraría una explicación.

- ¡¿Que te has enamorado?! ¡¿De un mortal?! – se escandalizó La Voz Suprema.

- Pero, hijita, perderás tu inmortalidad ¿Estás segura de lo que quieres hacer?

- Sí- replicó y prosiguió- ¡Voz Suprema! ¡Hazme mortal!

Fue así como los polvos mágicos de lluvia dorada secuestraron su eternidad para dar paso a un nuevo ciclo de mortalidad.

Marta diría que aquella tarde tardó en llegar, como si la pereza se hubiera instalado sobre su ventana aquel día, pero llegó. Entonces, salió a la calle y dejó que sus pasos la guiaran hacia el bar donde le vio por primera vez. Allí estaba él, con la cabeza gacha, hundido. Los vasos vacíos de cerveza se extendían frente a él, como si quisieran mostrar su poder a través de un número.

- Otra cerveza, por favor- oyó que decía.

Ella se acercó.

- Deja de beber, no es bueno.

- Gracias por tu preocupación pero, me han despedido.

- Olvídate del despido. Hay tantas cosas bonitas ahí afuera… Ven, vayamos a contar las estrellas.

Él agradeció con la mirada pero, no dijo nada.

- ¿Sabes? La primera vez que te vi era inmortal- confesó ella.

- Entonces ¿por qué te pude ver?

- Porque creíste en mí.

En ese momento, unas alas parecieron asomarse por la espalda de ella.

- Sí, eres un ángel- sonrió.
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Aquí, están el resto de los finalistas y el relato ganador, Magia de Nicole Bonnett.

miércoles, febrero 18, 2009

Identidad desconocida.

El telón de la noche había caído recientemente, tapando el día invernal. Y ahí, en mitad de los párpados cansados de la ciudad, que cada vez parecían irse cerrando más y más, me conecté al Messenger. El agradable Frío, me embarcó en una de sus conversaciones, que fue fluyendo como el curso de las aguas de un río.

Frío dice: ¿quieres ver una foto de mi perrito Chicho?

Bloguera y cuentacuentos (yo) dice: Vale.

Frío envía fotografía.

Bloguera y cuentacuentos dice: ¡Qué bonito!

Frío dice: Se la hizo mi novia. Me dijo que lo sostuviera con la mano...

Bloguera y cuentacuentos dice: Oye, y ese que está en la foto, por ahí detrás ¿eres tú? Si no quieres, no me contestes, no pasa nada.

Frío dice : ¿Eh? Pero ¿qué diablos es eso? No, no soy yo y mi novia tampoco puede ser porque yo sostuve al perrito y ella se puso delante de él para hacer la foto...
(...)

Frío dice: ¿No me crees?

Bloguera y cuentacuentos dice: No, no es que no te crea. Yo no defiendo ni rechazo nada, hasta que no se demuestre lo contrario. Además, a mí también me han pasado cosas raras pero ¿Cómo es que no te diste cuenta de esa presencia extraña hasta ahora que me mandas la foto?

Frío dice: Cuando mi novia pasó la foto, yo no estaba. No me molesté en mirarla bien hasta el día de hoy. Si te fijas, no es un hombre: es una mujer, lleva falda. Investigaré quién puede ser.

Frío vivía lejos de la casa de sus padres, de alquiler en aquel edificio viejo, por motivo de estudios. Tras mirar la foto, un sudor frío con olor a miedo recorrió cada milímetro del relieve de su piel. A veces, Frío, tenía que hacer un pequeño esfuerzo para no pensar, por ejemplo, en la leyenda que corría por su país: contaban que existía una bestia enorme y peluda que algunos creían que era una especie de vaca que iba comiendo carne, carne de animales y quién sabe si también tendría algún día apetencia por los humanos, sí, ahora recuerdo su nombre: el temible chupacabras. Otros, decían que era una especie de murciélago... Quizás fuera una especie de diablo, por llamarlo así, que se complacía cambiando de disfraz, quién sabe. Pero, lo cierto, es que Frío, tras haber visto esa presencia extraña, lo tenía claro: cuando averiguara la incógnita identidad de esa persona que nunca debió haber aparecido en la instantánea, se cambiaría de piso y no volvería jamás. Y no le costó para nada reunir la información: sólo tuvo que preguntar a los vecinos del edificio que quiénes habían estado antes de alquiler en su piso y si había sucedido alguna cosa extraña. Un vecino empezó a contar:

- Una vez, aquí vivió una señora con su hijo. A su hijo le gustaba mucho jugar al baseball. Decían que su madre estaba terriblemente enferma pero, un día la fortuna la sonrió: no sé por qué motivo la llegó una herencia grandiosa. No sé cuánto sería pero, mucho, mucho dinero. Un día, la mujer fue encontrada muerta y cuando esto ocurrió, su hijo se encontraba fuera, no sé si había salido con los amigos o yo qué sé. El caso, es que encontraron un bate de baseball con sangre al lado del cuerpo inerte y maltrecho, que creo que tenía un golpe en la cabeza. Desde el principio, la policía sospechó del hijo que no tardó en aclararlo: "lo hice por su bien. Ella estaba muy enferma y no me gustaba verla sufrir", confesó.

Todo esto, me fue contando Frío, con el llover de los días.

- No me ha costado mucho encontrar un nuevo piso: me voy mañana- me dijo. No sé si me diría que se iría al piso de su novia o cerca de ella...

Tras perder la foto, Frío me la volvió a enviar. Ronda perdida por mi ordenador. Si les digo la verdad, estuve dudando entre publicarla o no. Pero, no sería la primera vez, por otra parte, en la que se publican fotos de supuestos fantasmas o vídeos y nunca pasa nada. Así que aquí está la foto, con el permiso de Frío. Según Frío, el fantasma es la figura de detrás del perrito ¿qué pensáis de ello? Si les digo la verdad, yo no sé lo que pensar.
P.D: Perdonen el tamaño de la imagen. Fue tomada con un móvil.

Qué bonito Chicho ¿verdad?

domingo, febrero 15, 2009

Bajo su cuerpo.



Jamás imaginaron que su viaje acabaría de esa manera: la situación de aquel país empeoró de la noche a la mañana. De nuevo, el sonido de una metralleta corta el aire y se une al coro del dolor y crea dolor... Y los gritos de violencia están tan lejanos... ¡Un momento! ¡se acercan! Suben las escaleras con pasos de gigante. Un escalofrío de miedo, recorre sus espaldas de norte a sur.La cama está demasiado pegada al suelo para meterse debajo y, además, sería un escondite demasiado obvio. La puerta se abre con furor y José se echa sobre su mujer, protegiéndola con su cuerpo: no hay tiempo. Los hombres de oscuro irrumpen en la habitación y los golpes son descargados sobre su espalda, mientras los gritos histéricos de su mujer imploran una salvación. De repente, algo ocurre (José no lo recuerda bien) pero, le parece ver una silueta blanca como la de un ángel, que rápidamente los salva en un aliento de vida. Lo siguiente que recuerda, es la habitación luminosa del hospital y a su mujer, sentada al borde de la cama. Ella esboza una enorme sonrisa tan grande y tan real que parece dibujar el infinito, mientras en sus ojos le saludan las estrellas.

miércoles, febrero 11, 2009

Mmmmmmmm...



Aquel lugar con nombre de músico adquiría un aspecto mágico en las calurosas noches de agosto. Nada más entrar, la capa negra de la oscuridad te envolvía en su manto negro, bueno, era todo lo negro que las tenues luces le permitían ser, mientras éstas eran como unas manos amigas y acogedoras que te decían:

- Ven, siéntate.

El aire acondicionado, la opacidad medio interrumpida, todo parecía funcionar en perfecta armonía para protegerte del calor aplastante de afuera, mientras los espejos de brujas y de marcos antiquísimos te devolvían la mirada como si ocultasen algún secreto en su interior. Y la sed llamaba y ahí se presentaban los zumos ante ti: fresa y naranja, de naranja y plátano... todo era natural.

- Ya veréis que buenos están ¿Cuál preferís?

Y ese líquido delicioso,cada molécula, cada mínima parte inundaba toda tu boca y todos tus sentidos.

El sitio mágico, un día se escondió, se fundió con el ocaso del cielo y nunca más vio un nuevo amanecer.

Siguen en pie los supermercados, habitantes autóctonos de la ciudad, mientras que entre sus calles de productos, los supuestos zumos te lanzan miradas suplicantes en forma de letras "Naranjas recien exprimidas", te dicen, pero lo cierto es que no tienen ni comparación con los naturales.

Hoy, domingo, aprovecho que estoy sola en casa. Ignoro las advertencias de una voz que se empeña en decirme:

- No me toquetees las cosas ¡ No quiero ver nada revuelto!

Y me cuelo en la cocina cual felina. Observo el contenido del frigorífico y elijo nuevas víctimas ¿Cuáles fueron las últimas? Una pera y por lo menos cuatro naranjas ¿Lo han probado?

1.-Haces un puré de la fruta que elijas, si no es líquida como la naranja. Si es líquida, es más fácil: exprimes ambas frutas y juntas el contenido, simplemente.

2.- Luego exprimes las naranjas y juntas el líquido con el puré (si es que la otra fruta era pastosa) y lo bates todo junto y ¡listo!

3.- Si piensas que el zumo te ha salido muy espeso, exprime más naranjas, añade el líquido y vuelve a batirlo todo junto hasta que esté a tu gusto.

No cuesta tanto hacer un zumo. Experimentos en la cocina ¿no es divertido?

Cada día, me derrito con un zumo de naranja. La naranja es la fruta de la vitamina C por excelencia, aunque también está en otras frutas. Dicen que te protege mejor contra los resfriados, actúa sobre el colágeno (forma parte de fibras por la piel y cuando empiezan a degenerarse nos salen arrugas). Más información de la vitamina C aquí. Aunque no abusen tampoco de la vitamina C, que pueden salirnos cristales en la orina.

jueves, febrero 05, 2009

Vacío.



Hay corazones vacíos que se llenan de aire y pulmones y almas... Es un aire hueco, insignificante, seco de alimento, sólo eso: un aire minúsculo e insustancial pero, el suficiente para engañarse a sí mismos, sólo por un tiempo, eso sí. Marchan por el mundo, sembrando ilusiones y sonrisas que luego se encargarán de asesinar. Entonces ¿para qué sirvió todo aquéllo? Un frío terriblemente gélido, cruel y desnutrido los abraza y los golpea en su todo, quizás incluso donde más duele pero, ellos no parecen notarlo y no sé cómo lo lograrán. Y mientras, flores de alegres colores se destiñen, se encogen, se marchitan; lo único que les queda es aferrarse a la esperanza de que vuelva a nacer una nueva primavera. Y en la oscuridad de las noches, la lluvia llora por una razón u otra, sí, pero, nadie parece notarlo porque el mundo simplemente es la gran suela de un zapato, ciega y pesada, que sólo sabe eso: aplastar en medio de su voz dormida. Pocas veces, una cara de sonrisa, asoma desde la oscuridad. Y día a día, siguen cayendo lágrimas de cristal pero, nadie las oye porque a nadie le importa.

El mundo es como una gran batidora que pierde su compás, a cada instante, a cada segundo.

Hoy, ayer, antes de ayer, me he estado encontrando con el lado más oscuro de la insolidaridad. Y un día, también me topé con esa conversación tan ajena, tan extraña, donde usaban una y otra vez esa palabra tan fea, tan desinflada. Hablaron los expertos, todos más jóvenes que yo y tuve que callar. Ni si quiera imaginé que pudiera enterarme de la existencia de algo así. Perdónenme por enlazarlo. Les haré alguna aclaración, por si esa terminología no se usa en alguno de sus países, por mucho que algunas palabras no me gusten.
  • Polvo: acto sexual, coito. Hacer el amor, no, eso jamás sería hacerlo.
  • Enchochamiento: obsesión.
Si se mira superficialmente, puede resultar ridículo y una tontería pero, si se mira fríamente, es bastante triste ver hasta qué punto somos capaces de llegar. Esa es mi opinión pero, si ustedes tienen otra... no se dejen influir por lo que yo opine. A mí me parece lamentable.

Y me siento un ente extraño que se pierde en las aristas de las oscuridad una y otra vez.

domingo, febrero 01, 2009

Concurso - meme y premio.

Lunaria, me invitó a participar en un concurso ¡Gracias! Y ¿En qué consiste? Fácil. Lo único que hay que hacer es:

1.- Escribir un post anunciando y explicando este concurso.

2.- Mencionar el blog del creador del sorteo y linkearlo.Pasar por dicho blog y dejar un comentario como prueba de que participas en el sorteo.

3.- Invitar a tres personas a participar dejando un aviso en sus blogs.

¿Cuál es el premio? El libro El fuego, de Katerine Neville pero ¡firmado por la autora! No puedo contaros nada sobre el libro porque no lo he leído pero, parece que gusta bastante.

Para informarse más sobre este concurso, pasad por el blog de Araque que es quien ha organizado este concurso y donde tendréis algo más de información.

El sorteo se hará el día 14 de febrero, día de los enamorados.

Bueno, ahora tengo que elegir a tres personas. Mis elegidos son...

¡Carlos!
¡Patricia!
¡Bea!

¡Suerte a todos!
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También doy las gracias a Patricia, por este regalito que nos dio ¡Gracias!



Aprovecho también para pedir disculpas a todo aquél al que pude ofender, si es que ofendí a alguien pues, nunca fue mi intención. También doy las gracias a todo aquél que me aguanta, en silencio o no, a pesar de que puedo estar menos por aquí que antes ¡Gracias!