domingo, diciembre 30, 2007

Viaje al lugar perdido.

Viajar. Viajar éso es lo que me apetecía hoy y ya que tuve la ocasión...

Perderme entre montañas y descubrir nuevos secretos. Huir... ...fundirme con los verdes y la tierra. Escuchar en el silencio. No importa dónde fuí, no importa el lugar; ese lugar salvaje, bautizado por los humanos. Éste es un lugar hermoso, un lugar mágico.



Yo y mis descubrimientos. Y ¿qué descubrí?

Un albergue abandonado; unas escaleras mágicas...



En lo alto, se alzaba la gran masía, de unos 300 años; decía :

-¡Aquí estoy yo! ¡No me moverán! - orgullosa y altanera, bien plantada; resistiéndose a pensar que estaba muriendo.

Las setas, vestían a los árboles.



Rastros recientes del paseo nocturno de jabalíes; de día escondidos de las miradas indiscretas ¿Qué hicieron? Pues, se revolcaron en la tierra... ...aquí abajo están las pruebas de ello.




Y también caminaron y caminaron...



La profundidad de las huellas delataban el tamaño del gigante animal (contra más profundas, más grandote). Y sabemos, sabemos hacia dónde fueron; en la foto iba moviéndose (hacia abajo de la imagen, por la forma de la pezuña, ya que la forma de atrás es más redonda y la forma delantera de la pezuña tiene como dos picos).

Y ahora, jugaban a los escondites, después de una noche de juerga...

Perdido en la sierra, me saludó el señor Pozo: de físico atractivo, señor profundo; también peligroso.

Pero, lo que más me alegró es que ¡¡Eran ellos!! Ahí ¡¡¡estaban esperándome!!! Hacía tanto tiempo que no los veía que casi ni me acordaba de sus bellos rostros eran:

¡¡¡Nieve!!!




...y ¡¡¡hielo!!!



Bueno, había poca nieve pero, algo es algo. Y la respondí, cogiéndola entre mis manos, enamorándome de ella, tirándonosla entre hermanitos y la mujer del ex-cazador, que hizo posible que ésta que os cuenta ahora, os desvelara los secretos de esas huellas.

Hoy anduve por el lugar perdido. Hoy no hubieron semáforos, ni calles, ni edificios, ni gente corriendo de aquí para allá, ni autos; tantas cosas no hubieron... ...pero, sí que hubo algo : libertad, libertad salvaje y tanta magia...

Si no tenéis forma de adivinar este lugar mágico; no os preocupéis.Hay tantos y tantos mundos encantados... ...y siempre están esperando a que los descubran.

Ahora, mirando los edificios de esta gran ciudad, pienso en cuándo y cuál será mi próxima aventura.

viernes, diciembre 28, 2007

Sorpresa en el armario.



Debería de tener unos 19 años, o quizás algo menos. Me dirigía a mi habitación, dispuesta a dormir pero, no podía iniciar tan reparadora actividad, sin antes comenzar el mismo ritual repetitivo de todas las noches: mirar debajo de la cama; mover el colchón para luego volverlo a dejar en su mismo lugar ; comprobar que la ventana estuviera bien cerrada o al menos la persiana ; echar una ojeada detrás de la puerta, y el último paso: abrir el armario empotrado y mirar cada rincón del reducido espacio ¿Qué esperaba encontrar? Tal vez,algún tipo de ser maligno, como un asesino que estuviera allí esperando pacientemente el momento más adecuado para matar, escondido, calculando movimientos (¿un asesino espera a matar?) ¿Por qué iban a querer matarme? Pese a que no habían razones, yo seguía siempre bien tozuda, ignorando estas preguntas "Más vale prevenir que curar" , era mi lema ¿Por qué esta inútil inspección? No lo sabía pero, tenía tanto miedo por aquel entonces, que era mi antídoto para dormir.

Aquella noche, como siempre, antes de permitirme caer en el mundo de los sueños, inicié la habitual revisión. Todo iba bien, hasta que abrí el armario ¿Qué le pasaba al armario? Nada, aparentemente estaba todo normal; no había ningún ser maligno, ni ningún coco que me quisiera comer ¿Entonces? Entonces fue cuando apareció; una voz susurrada, que casi podría afirmar que era de mujer; esa voz que salió de la nada...

- Holaaaa- susurró.

Me dió un vuelco al corazón; dí una patada fuerte en el suelo, que fue el anuncio de mi marcha precipitada de mi habitación y con ella ese mensaje implícito -Socorro, ¡¡¡S-O-C-O-R-R-O!!!-
¿Nuevo refugio? La habitación por aquel entonces, de mi hermano. Dudé en dirigirme a él; me quedé mirándole un poco; ahí estaba entretenido con su ordenador y temía que me diera una mala contestación. Sin embargo, mi hermanito me sorprendió.

-¿Qué te pasa?

Le expliqué lo sucedido, sin poder sacudirme ese temor que había tomado morada en todo mi cuerpo.

-Vamos a ver... - accedió.

Observó la habitación.

- Yo no veo nada -dijo-Anda, vete a dormir - y se alejó.

Ahí me quedé, perdida en la penumbra del pasillo, levemente interrumpida por la luz procedente de mi habitación; allí frente a la puerta, encogida de terror, totalmente indecisa : - ¿Entro? ¿No entro? Sí, no; no, sí...- ¿Cuántos minutos pasaría así? No lo sé. El correr de minutos, segundos, milisegundos... ...un correr inútil , no era capaz de cogerlos con mis manos y emplearlos en hacer algo (lo que fuera) tan sólo los veía pasar; un correr al que puse fin diciéndome:

-Venga, Esther, no pasa nada; te lo habrás imaginado- así me armé de valor y entré a la habitación y me enterré bajo las sábanas. Dormiría;así ignoraría mejor.

El tiempo, la luz colándose entre las rendijas de la persiana, me sacaron de mis fases de sueño ¡¡No me había pasado nada!! Estaba viva y todo era normal.

¿Qué pasó aquella noche? ¿Un fantasma?

Más tarde, me dijeron que posiblemente, fue una voz que se quedó grabada en mi cerebro, de alguien que en el pasado, quizás siendo bebé, me dijo algo.

Yo más bien creo que ese día estaba tan sugestionada, que yo misma la creé.

Consejo: no os obsesionéis mucho con vuestros miedos o con cosas del más allá, que ya véis lo que puede pasar... ...no a todo el mundo pasa y no siempre... ...pero, la posibilidad existe y es real.

miércoles, diciembre 26, 2007

Vestiditos.

Hoy fuí de buena gana a ver ese nuevo centro comercial; un centro comercial enorme. Confieso que esta fue la tercera vez que me paseé por ese lugar y me encerré en uno de esos ascensores de cristal; nunca pensé que sentiría como una pizca de vértigo al subirme en ellos, pero, así fue la primera vez; ahora, ya no tengo esa sensación.

Pues, en la segunda vez, mi hermana y yo nos confundimos al dar la orden al ascensor y éste nos llevó al parking subterráneo y... ...adivinen qué encontramos : ¡una espectacular exposición de vestidos de época!

Me gustó tanto que no me importó en absoluto verla hoy otra vez. Y aunque no lo parezca, estos vestidos están hechos con papel. Me colé otra vez, entre esos metros y metros de tela ¡no! mejor dicho, de papel; como si de una auténtica periodista se tratara, hice fotos y tome algunas notas. No están todos, pero, muchos de ellos sí. Empecemos.



Zarina Rusa (siglo XVII).

Vestido-Kaftan totalmente bordado en el que destacan los girasoles, un tema muy apreciado en Rusia.



Vestido egipcio (izquierda) y romano (derecha)

Vestido egipcio ( 2800-2000 a.c)

De lino transparente. Lo que más marca la moda en Egipto son los complementos ( pelucas, brazaletes, collares babero, etc.) en oro y piedras preciosas.

Vestido romano ( siglo 1 a. C)

La toga es la ropa más clásica utilizada por hombres y mujeres en la Roma del siglo 1 a. C. La marca que los diferencia son los draperos y múltiples variantes conseguidos a base de cordones, cintas, broches... Cuanto más importante era la persona, más metros de tela envolvían su cuerpo.



Vestido del Renacimiento alemán ( hacia 1520).

Cuerpos ceñidos, escotes generosos, faldas fruncidas y pesadas como cortinas. Se utilizan gama de colores de rojo, amarillo y oro. De complementos se utilizan tocados de plumas, cadenas de oro y joyas.



Juana La loca
(España, final del siglo XV)

Fue reina de España y esposa del Felipe El hermoso. El pueblo empezó a apodarla así, realmente creían que estaba loca y sí, lo estaba pero, era otro tipo de locura: locura de amor y ¿por qué? Por el descuido que sufría por Felipe El hermoso, que se divertía con muchas otras amantes.

El vestido que luce aquí Juana, tiene mezcla de influencias de la época : " La flamenca" y el Renacimiento italiano.



Siglo de Oro español (1550-1650).

Aquí en la vestimenta de la mujer, se comprime el busto fuertemente hasta hacerlo desaparecer casi por completo. La falda es cónica y la "gorguera" (cuello) es rizado y rígido. Esta tendencia es impuesta en todas las cortes de Europa.



(Siglo XVI , hacia 1545) Finales del Renacimiento italiano. En la Italia del siglo XVI, complementan las vestimentas, redecillas de oro, perlas, cordoncillos.




Época isabelina (1530-1600)

En la indumentaria femenina conviven la influencia española junto con la francesa; española por la rigidez del busto y el excesivo largo de talle. La falda es del estilo francés, con gran vuelo y muy fruncida.



Mª Luisa de Orleans.

Esposa del rey Carlos II de España, aportó el buen gusto francés a la Corte española. Se puso de moda exhibir el cabello largo y ondulado, además de enmacar los hombros desnudos con la vestimenta (algo muy atrevido para la época). Los pendientes eran largos.



Finales del siglo XVIII ( hacia 1790).

Moda llamada "a la inglesa". Abrigos, redingotes, chaquetas y caracos de estilo sastre combinados con vestidos muy elaborados.



Goyesca. Versión española del estilo francés Imperio.



Restauración (1805-1820).

Sencillez de líneas en los vestidos. Por primera vez, se utiliza el zapato plano tipo zapatilla ballet.



Época romántica ( 1850). Tiempo de las crinolinas y valses. Aquí, las mujeres se acostumbran a ver modelos de ropa lucidos por otras mujeres.



Fortuny (1910).

El diseñador revoluciona la moda femenina al liberarla de incómodos corsés y demás atributos opresores. Este es un vestido de seda y sin costuras.



Jean Patou ( por 1920).

Abrigo de oro y zorro blanco. Compuesto de un vestido Chemise transparente. Algo muy provocativo para la época.



( Por 1920)

Se descuidan la cintura y el pecho; se acorta la falda y se corta el cabello. Lo más destacable aquí, es que las mujeres enseñan las piernas por primera vez.



Finales del siglo XVIII. Un homenaje al couplé y sus creadoras. Artistas que conquistaron el público, entre ellas la famosísima en España Sara Montiel.




Por 1930.



(Por 1950) Vestido de Pedro Rodríguez, modisto español preferido a mediados del siglo XX.



Lanvin-Castillo (1960). Modelo de noche característico de la firma.



Christian Lacroix (1996). Diseñador de moda francés.



Este vestido fue el que lució Andrey Herbun en su película Desayuno con diamantes (1961)



Vestido de
Ágatha Ruiz de la Prada.



Karl Lageifeld.

Vestido de terciopelo negro con el que Nicole Kidman aparece al final del anuncio de Chanel nº5.

sábado, diciembre 22, 2007

En Navidad...



En Navidad, pensé que nunca me iría sin ti pero, tú soltaste la mano antes ¿Qué fue? No lo sé, quizás fue la vida que decidió llevarnos por otros derroteros.

En Navidad, viví realidades ficticias y viajé por otros mundos.

En Navidad, esperé sentada a que tú cayeras del cielo y nunca lo hiciste.

En Navidad, esperé no ser quien soy.

En Navidad, me vestí de un color llamado melancolía y olvidé el presente.

Todo en Navidad pero, también a veces, en varios días ¿Por qué? No lo sé; sin embargo, de qué sirve buscar en el vacío desván.

Ahora será diferente; me siento bien y soy feliz ¿Es verdad? O ¿es lo que pretendo hacerme creer? Tampoco lo sé. Toda la vida, intentando llegar a la meta de la felicidad eterna; quizás equivoqué mi perspectiva; la felicidad no va asociada a eternidad, sino que se compone de momentos.Entonces, ya no consiste en ser feliz, sino en estar feliz; por lo que puedes ser un minúsculo punto gris y un día vestirte de color y viceversa.

Tristeza y Felicidad, conviven en una misma habitación; extraño, porque siempre fueron antagónicas; jamás se llevaron bien. Sin embargo, no pueden vivir la una sin la otra, como aquellos amores imposibles -No te soporto pero, no puedo vivir sin ti.

La tristeza se pone empachosa, se impacienta y llama a la puerta en un energético golpe con los nudillos. La entiendo, quizás sea necesaria para mantener el equilibrio pero, la detesto. Si se piensa que voy a recibirla con el vestido de lágrimas o el del alma en pena, se equivoca; nada ni nadie podrá estropearme estas fiestas. Me vestiré de rosa ( el color de la alegría), de azul mar, de verde selva... ...cualquier color sirve; y la daré esquinazo. Si insiste, sacaré mi espada de guerrera y a ver quién gana. Siento, tenerme que oponer a su oficio, lo siento; pero, el que me visite estas Navidades, no lo pienso permitir.

Quizás a alguien le haga una visita Tristeza; insistirá en que la dejéis pasar (ella es así de exigente). Os recomiendo que no la recibais por nada del mundo.

Yo pienso cantar villancicos todas las Navidades como loca ( y lo que no son villancicos), rodearme entera del cálido aire con aromas de familia y amigos; pintarme una sonrisa en la cara; brincar, recorrer, reír... ... esta es mi meta para las fiestas. Dejar de pensar en caminos enrredados, sin salida y vivir.

P.D : Volví. Alguien me dio una gran sorpresa, comprando un nuevo ordenador; una de las cosas que me hacen sonreír.

jueves, diciembre 20, 2007

Navidad, Navidad, dulce Navidad.

Unos gritos me despertaron hoy.

-¿Qué pasa?-pienso.

Mi hermana abre violentamente la puerta de mi habitación.

-¡Han vendido el ordenador!

-¡¿Qué?! ¡¿Quéee?!



Así fue como me enteré de esta trágica noticia. Sí, parece un película de ciencia ficción, pero, es real. ¿Por qué? ¿Por qué lo venden? No lo sé. Este ordenador es viejito y podría haber ganado el premio de la lentitud pero, siempre hizo su función. Mi compañero, mi compañero de adolescencia, de juegos, mi ventanita a otros sitios del mundo y formas de pensar...

¿Qué va a ser de mí sin él? ¿Qué voy a hacer sin poder vagar por estos mundos? Porque ya viene; ya se oyen desde lejos sus pasos, esos pasos que quieren hacerse notar; el sonido, el sonido de villancicos, panderetas, cantos; y va vestida de toda esa algarabía, glamurosa, bella; es difícil no darse cuenta de que ya llega, la señora Navidad.A ella se une ese Papá Noel, infaltable, como todos los años, que mueve sus caderas al ritmo de los villancincos, a ver si contagia a algún transeunte ¿Qué más? Los anuncios- ¡compre, compre! -, las luces, los niños- ¡Quiero la Barbie princesa! y, y, y...- los árboles de Navidad, los belenes, todos o casi todos los lugares públicos del Estado (sobre todo de la administración) que empiezan a cerrar (por lo que más difícil me será conseguir un ordenador, al menos, que sea gratis...).

- Papá, ¿a que los Reyes Magos y Papá Noel , no existen?

- Claro que existen ¿Por qué dices éso?

- Sois vosotros ¿verdad?

- ...

-...

Por un momento, volví a tener 9 años. Recuerdo tantas cosas... ...mi infancia feliz, mi ilusión en estas fechas; mi mundo, ése que no entendía del significado de las palabras "problemas", "preocupaciones", "desamor", "traición", "mentira", "injusticia" "supervivencia"... ...cuánto daría por volver a saltar sobre el arcoiris.

Año Nuevo: 2007 + 1 =2008; Mayo 2008-> 21+1=22. ¡Ay! ¡Qué dolor! ¿Dónde está la pizarra divina en la que dicen éso? Se han equivocado con las matemáticas, debería ser:

Año Nuevo: 2007+1=2007; Mayo 2008-> 21+1=21 (aplíquese ésto último para todas las edades del 2008). No estaría mal ¿no creen?

No quiero hacerlo, pero, ya llegó la despedida; mañana viernes tarde, mi querido compañero se irá quién sabe a dónde; lo echan de casa, no lo quieren; yo sí, aunque éso no importe. Intento disfrutar de estas últimas horas, porque ya empezó la cuenta atrás. Echaré mucho de menos a este mundo y por lo tanto, a vosotros.



Os deseo una ¡¡¡MUY FELIZ NAVIDAD!!! Y ¡¡¡PRÓSPERO AÑO NUEVO!!!

lunes, diciembre 17, 2007

¡¡¡Niño!!! ¡¡¡Eres un niño!!!



Mi papi, siempre se pasa con las comidas, así que a veces, sobra comida de días anteriores, por éso, en ocasiones, tenemos dónde elegir.

Aquel día, mi padre había cocinado un puré de verduras, buenísimo. Mi hermano, vino excepcionalmente a comer. Ya en la mesa...

- ¿Qué quieres para comer? ¿Puré o filetes de ternera?

- Un filete- contesta mi hermano, sin dudar.

- Pero ¿no quieres probar el puré? ¡¡Está riquísimo!!- intervengo yo, mientras disfruto con cada cucharada.

- No, ésa es comida de niños- dice.

- Pues, no sabes lo que te pierdes- digo yo.

Mientras él, deja pasar la oportunidad de probar esa exquisitez, y se conforma con un filete duro y seco de ternera, como si fuera la suela de una zapatilla; yo me dedico a deleitarme con esa cosa suave y rica. Cuando llego al postre, abro el frigorífico y veo un Petit Suisse, que me resulta de lo más atractivo y que cojo inmediatamente. De repente, veo que me miran de forma rara:

- Desde luego... ...eres más niña que las niñas- dice mi padre.
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Ibas al colegio y veías a un pobre infeliz, señalado por miles de dedos, víctima de los más variados sarcasmos.

- ¡Fulanito se ha puesto colonia de Nenuco! ¡Ja,ja,ja!

- Y ¿por qué te pones colonia de Nenuco si es de niños? Y ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

- ¡Fulanito es un mañaco! ¡Ja,ja,ja!
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Cuentan que un adulto no debe comer comida de niños; que si se sube a un columpio ( quizás, en un acto de libertad) es una actitud poco adecuada; que ya no debería enjabonar su cuerpo con cosas de bebé [bla, bla, bla... ...bla,bla,bla] Dicen,dicen algunas lenguas.

Pues no sé los demás, pero, yo me he puesto colonia Nenuco; me he lavado el pelo con champú de niños; he comido no sé cuántos purés y huevos kinder; colecciono sorpresitas; me sumerjo en las sensaciones intensas de un chupa chups... ... y no es malo; sigo viva.

Dicen que lo que es bueno para los niños, es bueno para todos, entonces ¿por qué no aprovecharlo si nos apetece? ¿Por qué privarnos de un rato agradable, de una ricura, de un capricho?

sábado, diciembre 15, 2007

Cuando creía que...



El gélido y frío aire, golpeaba mi cara. Y el sonido... ...ese sonido sordo, sin voz y el vacío...

Cuando creí que empezaba a flaquear y que en cualquier momento desvanecería, cuando pensé que ya no habían esperanzas, me encontré con una casa. Era extraño; había algo en ella, que decía:

-Ven, tú también puedes formar parte de este mundo; no temas, cariño.

Me acerqué a la puerta y entré sin temor porque lo que decía sin decir, me sabía a certeza ¿Qué me encontré? Un lugar cálido y acogedor, con su linda chimenea; perfecto para huir del invierno ; un lugar en el que escapar, en el que poder leer, comentar y decir. La gente, todos, no teníamos rostros, ni cuerpos; simplemente, éramos letras, pensamientos, sentimientos pero, nada de éso importaba, porque era fascinante poder contemplar al ser humano en un estado más puro; sin envoltorios, ni papeles de regalo, sin nada. Mi momento favorito, era cuando todos cogíamos nuestras sillas, nos reuníamos en círculo en torno a la hoguera (llena de esa candidez hogareña que llenaba cada rincón de nuestros corazones) y empezábamos a contar nuestra historia del día; siempre lo hacíamos por turnos y después de cada intervención, todo el que quisiera opinaba.

Y aún hoy en día, sigo pasando por ese hogar ¿Cuál es ese hogar? El primer día, reparé en un letrero que cuelga de algún lugar y en el que pone "Blogger". Salgo de Blogger de vez en cuando; como todos lo hacemos ( unos se van a sus trabajos, otros de vacaciones, otros de fiesta...). Pero, cuando empieza a oscurecer, a hacer frío o, unos terribles cuchillos quieren atravesar mi alma o, simplemente, cuando me apetece, vuelvo. Porque sois mi terapia, mi entretenimiento, mis compañeros de viaje. El tiempo siempre me obliga a regresar. Y no sé si ésto cambiará algún día, pero hoy, siento que OS NECESITO. Os quiero dar las gracias por estar aquí, por acompañarme, por aguantarme; gracias, por deleitarme con vuestras palabras, con vuestras historias; gracias por hacerme sonreír a veces, por poder encontrar mi identidad en algunos textos, por sorprenderme, por hacerme pensar, llorar con vosotros...

Sin proponéroslo, me hacéis tanto bien... ...si alguna vez desaparezco por cualquier motivo, creo que siempre recordaré a Blogger, como una bonita experiencia, incluso después de muerta.

GRACIAS, POR SIEMPRE.

sábado, diciembre 08, 2007

Y vino el hombre...




El hombre ¿quién es el hombre? Y gasté el tiempo, sobre todo en momentos de locura, intentando entenderle; primero, sola y después, echando mano de un libro "LA PAREJA. Algo más que amar y ser amado". Sí, sé que es ridículo pero, cuando una no entiende o busca un por qué, cuando las dudas arañan la puerta de tu habitación y no te dejan dormir...

Y en su trabajo, un hombre se acercó: jugó, la piropeó durante más de seis largos meses. Mientras, ella pensó, revolvió, y movió la ropa de los hechos, como lo hace la ruidosa e inquieta lavadora una y otra vez.

-¿Qué pretendía?- se preguntaba.

El juego era divertido, se sentía halagada y... ...él era tan majo, tan simpático, tan entrañable... ...él nunca la haría daño. Y así, él fue cultivando un gran y bello ramo de ilusiones. Ella no entendía pero, esperaba saber... ...y él ¿qué pasaba con él? No lo sé (disculpen, soy mujer).


-¡Estoy harta! ¡Estoy loca! ¡No entiendo nada! ¿Qué pensarías tú? ¿Qué me aconsejas?- me solías decir. Pero, yo no te podía ayudar porque no sabía, ni jamás entendí.


Y llegó la respuesta; una noticia que se posó en la ventana de tu despacho, en tu soleado y feliz día. La cogiste y la leíste con esa media sonrisa de enamorada. "Tengo novia", se titulaba. Fue entonces, cuando el azul del cielo desapareció y se volvió todo oscuro, las nubes lloraron, el ramo de ilusiones se marchitó y un puñal atravesó tu ser y... ...moriste. Despertaste del vicioso letargo de la noche de muerte. Ahora luchas, luchas por sobrevivir.

Piropos, cosas... ¿Por qué lo hizo él? ¿Por qué y para qué? Amiga, no lo sé. Yo a estas alturas debería ya saberlo y haberlo aprendido pero, no me entra en la cabeza; debe de ser que soy terca como una mula. Ojalá, te hubiera podido salvar , no supe cómo hacerlo.

¿Cómo no se pueden dar cuenta de lo que están haciendo? ¡¡¿Qué pasa con los sentimientos de la otra persona?!!

Posiblemente, ahora te estés encaminando hacia mí; no sé cuánto tiempo tardarás en venir: si serán años, días, meses o, quizás la eternidad. Sólo te pediré una cosa:

-Por favor, no juegues conmigo, si nada es verdad- porque entonces, es mejor que no me mires, que pases por mi lado como si fueras un fantasma.

Y mientras, aquí sigo. El hombre es un gran misterio para mí; quizás a alguno le pase lo mismo con nosotras. Hombre y mujer... ...dos especies distintas, polos opuestos. Y sin embargo, a veces se hace difícil vivir el uno sin el otro ¿Por qué? No lo sé; será que "los polos opuestos siempre se atraen", será. Quizás nunca nos entenderemos pero, siempre nos amaremos, por los siglos de los siglos; siempre será así.

domingo, diciembre 02, 2007

¡¿Qué cosas tienen las puertas?!



Quizás, no lo has visto por donde te mueves o, quizás sí, pero, no has sido consciente de ello, en cuyo caso tampoco lo has visto. Todos conocemos los diarios de toda la vida, los libros de los que incluso uno puede ser autor, los blogs... ...pero, ahora hay más ¿Qué? ¿Aún no te has enterado? o ¿quizás viste sin ver? Sea lo que sea, déjame, que yo te cuento.

Al menos aquí, ese lugar especial existe; se esconde en algún lugar de los edificios imponentes de una universidad; quién sabe si también en algún otro sitio de la ciudad, del país, del mundo. Y tú, vas al aseo público a hacer tus cositas tan alegremente y una vez allí, cierras la puerta y echas el pestillo. Pero, si tu necesidad te va a llevar un poquito de tiempo o, te sientes tan aburrido que incluso te aburres de mear, no te preocupes; ya ni necesitas llevarte una revista o, un periódico; el entretenimiento lo tienes ahí, delante tuyo. Sí, en la misma puerta. Porque una puerta no es sólo un simple objeto que sirve para impedir el paso y casi siempre la vista, al menos las de los aseos públicos ¿Qué tiene una puerta de especial? Pues, sacando mensajes de las puertas de este agradable, acogedor y perfumado aseo de chicas llego a la conclusión de que sus puertas son...

...un lugar para confesiones "secretas":

" Engaño a mi novio con un amigo suyo y ahora se ha enamorado de mí y él a mí me gusta pero, quiero a mi novio ¿qué hago?"

"Con un porrillo en la mano, yo me lo lío... ...una rayita de coca que me he metío ¡¡¡Farlopa!!!"

...la impresión de un recuerdo.

"Aquí estuvieron Irene, María y Natalia en una noche de reencuentro.
5/07/07. 2:45 a.m"

...un sitio donde quejarse.

"Hoy no me he podido comprar una pepsi porque valía 0'80 Euros ¡Serán cerdos!"

...también de consejos:

"Si tu marido ronca y se comporta como un cerdo, ponle una manzana en la boca y ¡al horno!"

...las puertas también sirven para colaborar con una buena causa.

"¿Te gustan los animales? No compres, ADOPTA. www.asokaelgrande.org"

...y para anunciarse.

"¿Quieres sexo? Llama al 64......."

Y para filosofar...

"Somos tan egoístas que preferimos pasar la vida con quien queremos en lugar de pasarla con quien nos quiere".

"Aquel que no aprende de su pasado, está condenado a repetirlo(Vannay,¡¡La torre oscura!!)".

¿Para qué más es útil una puerta?

Para consultas.

"¿Qué postura creéis que le gusta más a un tío?"

"¿Os aburrís mucho meando?"

Para marcar lo evidente.

"¡Huele a caca!"

Para desahogarse.

"Estoy enamorada, estoy sufriendo su pérdida, estoy más j@¡ida que una m....., y sé que es a él a quién quiero y si él no quiere nada conmigo, espero que llegue el día en que no te piense (...)"

Para compartir felicidad.

" Mejor que mi chico ninguno. ¡Flipo con él! Somos uno"

Contestación 1 : " Yo y mi chico también somos uno. Es lo mejor."

Contestación 2: "¡¡¡Lo j..ido es que lleguéis a ser tres!!! XD"

Y para desear suerte.

"Suerte con los exámenes".

Y para criticar esta nueva moda:

"Qué cosas tienen las puertas"

"Con ésto de las notitas,ya no hacen falta psicólogos, macho"

Contestación: "¡¡Será hembra!!".

Parece que nació un nuevo fenómeno ¿Seguirá creciendo?

viernes, noviembre 30, 2007

Envidia (parte final).



Y la envidia se levantó, alisó las pequeñas arrugas que se habían formado en su pomposo y ya super anticuado vestido de lino y marchó sigilosa y lentamente, tal como había venido. Y la alegría aprovechó y entró con el alboroto que le era propio pero, también con miles de mariposas y colores. De un brochazo, el sillón del rincón, las flores del balcón, la cocina, las paredes y techos, el cielo, el mar... ... la vida, se despojaron del lúgubre gris.

Se levantó y miró por la ventana. Unas niñas saltaban a la comba, en el parque de enfrente y... ...sin embargo ,la vida continuaba. Y se tocó las manos ¡podía tocarlas! ¡Increíble! Era tanto el tiempo en que creyó estar muerta... ...Y pensó, a lo mejor sin pensar. Quizás, simplemente no estaba hecha para amar ¿éso existía? ¿Era posible? Qué más daba, cuando siempre iba a responder el mudo silencio.

Decían que el rosa era el color de la alegría; éso es lo que haría: se vestiría de rosa. Y luego, saldría. Y así fue, se largó a esa montaña alta, cercana a la ciudad y gritó en hojas de papel y de aire.

Volvió a casa... ... y allí, estaba su familia, que la envolvió en su cálido y protector abrazo hogareño. Abrió el messenger y ahí estaba su otra gran amiga, que andaba medio deprimida. Su familia la necesitaba; su gran amiga, la necesitaba. Era rica; ésos eran sus dos grandes tesoros y... ...ni si quiera se había dado cuenta y... ...se sentió feliz.

Y, sí, seguía pensando en él, preguntándose qué habría sido de su vida, tachando inútilmente los números del calendario, mirando por el balcón y llorando a las estrellas y a la luna, sorbiendo vasos de melancolía, escondiéndose en el silencio y preguntando y preguntando ( jamás había dejado de preguntar). Éstos eran los aspectos que tenía que controlar; no volvería a repetirlos nunca más. De momento, ya había dicho:

- ¡Basta!

Y sonrió, porque sabía que podía conseguirlo. Quería y podía. Entonces, el sol entró por su ventana, dándole la bienvenida a su nueva vida, ésa que estaba a punto de comenzar y que, traviesa, la guardaba gratas sorpresas.

FIN.

domingo, noviembre 25, 2007

Envidia.



Las ocupaciones, compromisos, circunstancias y demás la habían impedido ver a su amiga durante buen tiempo. Pero, ella cumplía 28 años, la había invitado a comer y ya no se permitiría faltar por nada del mundo.

Su amiga estaba radiante, jamás la había visto así ¿Qué le pasaba? Pronto se enteraría.

- Tengo novio.

- ¿Cuándo empezastéis?

- Mi José y yo, llevamos dos meses.

José era electricista. Ya le había regalado un suave osito de peluche, una vela,lámpara y mechero en forma de corazón que cambiaban de colores. La amiga hablaba entusiasmada de cualquier cosa que representara José. Sus ojos eran un cielo de estrellas chispeantes, su boca brillo de luna, ella misma esencia de un sol risueño.

Recordaba cuando su amiga y ella se divertían juntas: en el cine, de senderismo o cantando todas las navidades después de cenar, alrededor de la mesa, mientras Rafa tocaba alegremente la guitarra.

-Formaremos el club de las solteras ¿Quién necesita a los hombres?- pensó ella alguna vez. Y se sentía bien, viendo que alguien estaba sola, sin pareja, como ella.

Recuerdos que se mezclaban con cada sorbo de café, de presente. Y ahí delante la tenía, alegre como las margaritas de primavera. Sin embargo, no se alegraba de la noticia ¿Por qué no podía sentir dicha por su amiga? Más bien, un extraño monstruo fue recorriendo sus venas, hasta instalarse en todas las partes de su cuerpo: envidia. Quería alegrarse, en el fondo deseaba que a su amiga le fuera todo bien pero, por otra parte no podía evitar sentirse así. Se sentía más sola; la ex-situación de su amiga la había hecho estar acompañada en el camino. Mirarla, escucharla y sonreír, creyendo que ése era un buen remedio para dejar a los celos volar en libertad.

Mientras volvía a casa, se dió cuenta que además del horrible sentimiento que le inspiró su amiga, los piés pesaban y el alma... ...recordaba aquel chico que estuvo detrás de ella durante un tiempo y al que no se atrevió jamás a hacerle caso y las anteriores oportunidades que había desperdiciado siempre. La vergüenza, indecisión y terrible miedo, parecía que serían sus fieles compañeros de vida.

Ahora, lo comprendía: lo que más admiraba y envidiaba a la vez, era el que su amiga hubiera tenido las agallas de decir:

- Sí.

Y ella, aún sigue teniendo vergüenza de los chicos. Se esconde como una cervatilla asustada cuando el amor toca a su puerta, en vez de mirar por la mirilla, abrir la puerta y saludarlo.

Y... ...él se fue en un tren y no volvió la vista atrás. Estaba bien, no le haría agonizar más en la espera. Mejor que no volviera a saber nada de ella. Sin embargo, su olor aún inunda la habitación de sus recuerdos. La melancolía entra por la ventana de su alma, entra y sale pero, ya no hace pupa; su presencia ya no es extraña. Y secretamente, cuenta los días del calendario, como si éso sirviera de algo.

viernes, noviembre 23, 2007

Peces y...


Somos esos peces que mueven sus aletas con garbo, ganas y alegría por los mares de la vida. Al principio, contentos, jóvenes, inconscientes. Luego,todo cambia: el mundo gira y nosotros giramos; suben las mareas, vienen las tormentas para después nacer una tarde de sol y... ...los oscuros inviernos, tórridos veranos, primaveras alegres y hojas de otoño que caen marchitas y cansadas para que nazca algo mejor, más bello y resplandeciente.

Somos peces y ¿quién es el tiburón? Incógnita.Ser tiburón por un día o toda una vida. Ser tiburón y convertirse en humilde pececito y viceversa.Y hay que correr para no caer en las fauces del gran e inescrupuloso tiburón.Un tiburón que se llama Peligro,Manipulación, Avaricia, Injusticia,Engaño...

Peces felices somos, que de repente caemos en una red ¿Por qué? ¿Por qué caímos? ¿Por qué nos tocó ésto? ¿Por qué yo? Y la red, sube y sube... ...¿Quién? ¿Quién la tiene entre sus manos? No lo ves o quizás sí; si es que sí, estás de suerte; saca tus dientes y muerde a la mano de la causa ¡Corta de raíz! La red asciende, quiere ir más allá del azul y... ...falta el aire; es la desesperación,la ansiedad, el miedo, la tristeza, que nos olieron.Somos entonces fracasados. Pero, podemos atacar o huir a las profundidades del océano y volver, volver a ser nosotros mismos, una vez más.

¿Sólo somos peces? No. Somos fieras, monos, perros, presas, sabios, ignorantes, sensatos, alocados... ...tantas cosas...

Hay que sobrevivir.

Hoy, me apetece vivir. Así que aquí os dejo algo ¡Que renazcan las nubes de la esperanza, aunque sólo sea por un instante!

Tanto si estás ahora mismo en la red, como si no escucha con atención.


Taxi(Melón diesel)-Tu oportunidad.

¿Qué piensas tú?

Yo quiero pensar que es verdad.

domingo, noviembre 18, 2007

¿Quién me iba a decir?

Hola a todos.

Hoy quien les escribe no es la que se hace llamar Esther por estos lugares ¿Que quién soy? Pues...

Bueno, vale, no soy yo pero,al menos me veo más joven; mis dueños, que no se dignan a hacerme una foto como Dios manda... ¡Con lo guapo que soy! ¡No hay derecho!

Llegué desde una pajarería, al igual que mi actual e insólita pareja. Pero, yo no soy el fundador de las múltiples generaciones que se dieron aquí, en este hogar donde en la cría de pájaros no se pensó jamás. La fundadora fue Kati (así la llamaron), que sola, desperdigada, quizás perdida(nunca dijo exactamente de dónde vino) llegó hasta el balcón de la casa de aquel entonces, cuyo paso a una habitación contigua estaba cerrado por una especie de valla, a parte de contar con las habituales puertas que tienen todas las casas para separar los balcones de las estancias de al lado. Y allí quedó ella, entre la valla construida y la puerta definitiva. Detrás de la valla, había un perro que no dejaba de ladrar y babear de sólo verla, más tarde me enteré que se llamaba Laika. Los humanos fueron los que la salvaron. Luego, la compraron un macho. Fueron muriendo y llegando otros, así se fueron formando las generaciones, hasta llegar a mí y mi actual compañero. ¿Cómo me llamo? Damián III y mi compañero es Damián IV. Yo soy gris y mi compañero blanco.No sé por qué Esther tiene la manía de poner numeraciones a nuestros nombres e igual hacía con nuestras damas; sé que es por una razón pero, como pájaro...

¿Sobre la vida en la jaula? Genial. Yo y mi compañero contábamos con dos damas preciosas, llamadas LII y LIII (así las llamábamos nosotros, en abreviatura). Cada uno teníamos nuestra pareja. Comprenderán que la vida en una jaula es muy aburrida, así que nos pasábamos todo el tiempo entonando melodiosas canciones, nada originales, pero, que tenían sus resultados. También conseguíamos otras cosas que no diré, por mi mucha discrección; hagan volar su imaginación. A las damas, les encantaba pasarse de un palo de la jaula a otro, huyendo de nosotros, haciéndose las duras, quizás, no sé... ...¿quién entiende a estas mujeres? Y nosotros detrás; era divertido jugar al pilla, pilla, hacíamos ejercicio y además, como no tenemos otra cosa mejor que hacer... Luego venía la oscuridad, que nos invitaba a acurrucarnos tiernamente, cada uno con el amor de sus amores y sólo por éso, valía la pena llegar al final del día. Ése era nuestro premio, nuestro regalo. Pese a los juegos del día, llegamos a cogernos mucho cariño entre chico y chica; no faltaba una sesión de mimitos mutuos, entre otras cosas. Los machos jamás fuímos amigos, más bien rivalizábamos; mi compañero que cantando se creía mejor que nadie, y todo un don juan irresistible y ¡pretendía restregármelo por el morro intentando quitarme a mi dama! Y yo hacía tanto de lo mismo ¿qué se creía ése? ¿que yo iba a ser menos? Ya vería lo que es bueno.

Pero, un triste día, nuestras princesas murieron, una detrás de otra; parecía como que se hubieran puesto de acuerdo ¡Fue terrible! Sólo en la oscuridad de la noche pensaba en ellas. Estaba entero, sano. Entonces, ¿por qué sentía que me faltaba algo? Sí, eran ellas: el calorcito de una noche contra un cuerpo femenino, las caricias mutuas y los juegos del día... ...todo, TODO había desaparecido de la noche a la mañana. El paisaje que quedó ante mis ojos era desolador, no sólo por la tragedia sino, por lo aburrido ¿Qué hacía yo solo, con la compañía de un pajarraco gordo y engreído? Me sentía el ser más desgraciado del mundo. Cuando al fin empezaba a alzar cabeza, miré a mi compañero; tenía los ojos perdidos, veía sin ver. Sumido en la inactividad de su recien estrenada vida del aburrimiento, sólo le quedaba pasar sus días cual mueble. Realmente daba pena . Me dí cuenta de que él lo estaba pasando igual de mal que yo y que sólo nos teníamos el uno al otro. La soledad y circunstancias de nuestra vida, acabaron por unirnos. No sé cómo sucedió, pero, nos dejamos arrastrar, quizás exista la magia al fin y al cabo. Vuelvo a tener mi sesión de mimos y el poder acurrucarme cuerpo contra cuerpo en mis noches, que ya no son llamadas soledad. Entre nosotros nació una profunda y eterna admiración.

¿Quién me iba a decir que mi peor enemigo se convertiría en mi mejor y gran amigo?

Les escribió y se despide Damián III, el pájaro.

viernes, noviembre 16, 2007

Quisiera.



Quisiera correr y correr, no cansarme y no parar jamás. Quisiera gritar hasta quedarme afónica de sentimientos. Quisiera con mi puño poder atravesar esa pared que tengo enfrente y no hacerme daño. Quisiera caer o hundirme bajo tierra, sin morir y... ...pararme, tumbarme en algún rincón, lejos de ojos indiscretos y risitas, y contemplar pasiva el paso de las nubes viajeras y entonces... ... no pensar, ni sentir. Quizás así, alguna me sonría o se transforme en un ángel.

Fue ese sueño extraño, idéntico al que soñó mi hermana, nada más que el papel de mi hermana lo ocupaba yo. Unos cuatro años y 3 abuelos, en aquel entonces muertos. Esa noche, quizás decidieron hablar y se metieron en la cabecita mía y de mi hermana. Los ojos pesados ya, se cerraron para ver una especie de puertas enormes en no sé dónde, que se abrían.Tras ellas, tres figuras alineadas y conocidas: los tres abuelos. Envueltos en una bella luz resplandeciente, empezaron a mover sus dedos índice en gesto de "ven". Todos al unísono decían:

-Vente con nosotros... ...vente con nosotros...

- No puedo-contesté vacilante.

¿Por qué? ¿Por qué, abuelitos, podíais hacerme tal propuesta? ¿No se supone que me queríais? Entonces ¡¿Por qué?! No lo entendía. Pero, vuelvo a casa, envuelta en la oscuridad de la noche, figura anónima, mujer de negro, sombra y... ...creo empezar a entenderlo. Y luego, me pregunto si lo que pienso es una estupidez. El silencio contesta. Y no sé, no sé nada.

Hoy el autobús me olvidó pero, el tren vino, extrañamente antes de la hora prevista ¡Vino para mí y por mí! Fue mágico y llegué a mi destino.

Pasaron otras cosas que no me gustaron tanto pero, que me convenían. Y sentir la desdichada y... ...pasear tus pasos solitarios por un lugar anónimo, uno tras otro, invisibles. Pero, a pesar de todo, empiezo a creer que soy una persona con suerte. Y quizás la suerte sea así: se va de vacaciones, a explorar nuevos mundos y recorrer nuevas aventuras. Hasta que un día, te roza el hombro, aunque quizás no la veas. Quizás, realmente nunca te abandona, sólo quizás.

El dicho: "Todo pasa por algo" ¿Será cierto? ¿Qué creéis? Yo me quedo en interrogante; signo de interrogación gigantesco, como el del sueño de mis abuelos ¿Debería irme?

domingo, noviembre 11, 2007

El pueblo y la casa.



Vivíamos en la ciudad pero, siempre íbamos al pueblo tan lejano en los veranos, el pueblo de mi padre. Un pueblo pequeñito, bonito, donde las paredes de las casas y edificios públicos se alzaban orgullosas, pretendiendo ser las voces de la historia. Allí, donde la gran cigüeña se dejaba ver en lo alto de un campanario. El viejo cementerio, donde en un rincón se acumulaban los huesos que quizás habían salido de forma improvisada de alguna tumba. Los chillidos de los cerdos de mi tío cuando los castraban y el gran reloj que colgaba de la casa de mi tía, en esa estancia grande que tenía que llamaban "La gloria". Mi abuela, la imagen más nítida que tengo de ella, es de una buenísima persona, que se pasaba el tiempo llorando, pañuelo en mano, por su miedo a la muerte. También estaba Gitana, la perra que no tenía miedo a nadar y por supuesto, los tíos.

Mi padre contaba en la mesa historias de los habitantes del pueblo y de él mismo, de su vida allí, de cómo se vivía en la posguerra de la Segunda guerra civil española. Resaltaría al vecino al que le encantaba comer gatos. Dicen que una vez, cuando ya tenía un gato muerto pelado ya, y colgado de algún lugar, listo para comérselo, el gato le mordió un dedo y le mordió tan fuerte, que se lo infectó. También estaba otra vecina del pueblo, de la que dicen que se le habían agrandado tanto los pechos y se le habían quedado tan esmirriados, que le molestaban para trabajar ¿Qué hizo entonces? Cuentan que se los colgó sobre los hombros, se los ató con un cordón, que no sé si sería del delantal, y asunto arreglado. Increíble ¿no? Pero, mi padre y mi tía, aún entre risas, aseguran que es absolutamente cierto. Mi padre también cuenta sobre la escuela, donde niños y niñas estaban estrictamente separados, donde se pegaba con una regla o se castigaba con los brazos en cruz al alumno ineficaz, desobediente o que no había ido a rezar el rosario previamente. Y habla sobre el crack, crack de aquellos niños que andaban con zapatos con base de hojalata porque no se podían comprar unos nuevos.

-Y sin embargo, éramos felices y nos conformábamos con cualquier cosa- afirma- no como vosotros, que ahora abrís la nevera, lo tenéis todo y ni lo apreciáis.

Sí, es cierto;no sé ni comprendo por lo que tuvo que pasar. Sin embargo, le tengo algo de envidia sana, por lo que es y por lo que llegó a ser. No seré nunca como él, lo sé. No puedo competir. Él, no sólo es una fuente de sabiduría, sino que tiene el don de dar vida de nuevo, a esos tiempos. Él es un testimonio, un testimonio viviente. Es interesante conocer las costumbres de tus antepasados; y te sumerges y te sumerges en el tiempo y viajas...

Un día, decidí hacer una visita a la casa principal de mi difunto abuelo, ya deshabitada. Me atraía la idea de poder entrar, de poder recordar; ya con pocos años, había estado ahí dentro y de casi nada me acordaba, sólo guardaba en mi memoria la imagen difusa de unos conejos, moviéndose en jaulas, agitados. Llegué a la casa con mi hermana. El viejo banco, donde siempre nos esperaban pacientemente sentados los abuelos, se conservaba intacto. Me acerqué a la puerta principal y el cristal que poseía estaba roto. Así que metí la mano por ahí, a ver si podía abrir la casa desde dentro pero, no, no pude. Así que, lo único que hice, es mirar más allá; ví el salón, lleno aún de viejos sillones oscuros, un reloj enorme de madera, viejos cuadros y no sé si también un antiquísimo televisor.Después de expiar me las arreglé,para subirme al banco, pegado a la pared de la casa y trepar un poco; así fue como llegué a ver lo que se veía a través de la ventana de arriba: una enorme habitación con una gran cama de matrimonio, que aún estaba hecha, con unos edredones blancos. No pude ver nada más pero, creo que fue suficiente;algo extraño pasaba en ese lugar. El tiempo parecía haber sido desterrado; allí, no tenían cabida los términos "minutos", "segundos", "horas". Era como que aún quedase allí algo, algo vivo, como que todo no hubiese muerto. Esa casa, pedía a gritos de silencio, ver de nuevo niños correr, oler de nuevo a salchichones, morcillas, chorizos, recien hechos.

-¡Estoy viva! ¡Quiero vivir! ¿no te das cuenta? ¡Aquí tienes la prueba!- decía la casa.

Pensé y pienso en la casa y, en el pueblo. Aquella casa, que aguantó fuerte y firme, vendaval tras vendaval y lluvias , nieves y primaveras. Fue condenada al olvido por una excavadora. Y ¿del pueblo? ¿qué pasó? Prolongados años de ausencia también pretendieron enterrarlo bajo una montaña de olvido. Lo que no saben los años y la excavadora, es que realmente nunca se salieron con la suya: casa y pueblo, aún están vivos, en mí, mis hermanos y mis padres. Son nuestros lugares mágicos, sagrados y éstos nunca mueren. Porque el fin no existe cuando se trata de recuerdos.

Y ¿tú? ¿Cuál es tu lugar mágico? Seguro que tienes alguno.

viernes, noviembre 09, 2007

Extraños.



Caras anónimas, cubiertas por un halo oscuro y misterioso que la mente no logra descubrir, por mucho empeño que ponga; hablo de los desconocidos. Y aunque pueda resultar tenebroso, me tocó rozarme con algunos de ellos; sin proponérmelo, sin esperármelo pero, así fue. La primera vez, fue a los catorce años, lo recuerdo perfectamente. Un gato se había metido en el motor de un coche (carro, en sudamérica). Varia gente intentó sacarlo por todos los medios, incluso le pusieron leche a las vistas, a ver si al señorito le apetecía salir pero, nada dio resultado. Mi hermano se rindió antes pero, yo, bien tozuda( qué raro ¿no? en un Tauro) me empeñé en sacarlo como fuera. Me agaché bajo el coche pero, no era nada fácil; el gato me huía; tan ágil como era, se escapaba entre los artilugios del coche fácilmente. Un hombre totalmente desconocido se me acercó. Empezó a contarme que él tenía varios gatos en su casa. De repente, me cogió los brazos y poniéndolos delante mío, me dijo:

- ¡Mira qué sucia estás! Y ¡mírate las rodillas! Así, no se puede ir por la calle- yo estaba vestida con manga y pantalones cortos y tirada por el suelo, naturalmente me había puesto hecha una cochina- Métete en el aseo del bar y limpíate- prosiguió él.

Era extraño cómo me agarraba los brazos, con total confianza.

-No, mejor me lavo en mi casa- dije y no debería haberlo dicho, porque mi casa estaba delante de él.

Al día siguiente, nada más levantarme salí al balcón. Mientras allí cruzaba unas palabras con mi madre, de repente, para mi asombro, por ahí estaba el mismo hombre del día anterior,deambulando por los alrededores cual vagabundo.

- ¡Mira, mamá! ¡Es él! - dije apuntándole con un dedo acusador.
-¿Ése? Pero, si es muy mayor ¿no?- replicó mi madre.

Creo que él debió ver el dedo señalándole, sin piedad, por éso, se dio la vuelta rápidamente, yéndose por donde había venido.

Con dieciocho años, venía yo tan tranquila de la academia a la que iba, perdida en mis pensamientos pero, éstos fueron repentinamente interrumpidos.

-Perdón ¿nos conocemos?- preguntó un hombre alto y calvo que prácticamente había saltado delante de mí.

Examiné su cara y nada. Me contó que me había visto por la calle tal, que sabía que tenía una hermana ¡¿Qué?! ¡¡¡Me había estado vigilando!!! ¡¡Y yo sin enterarme!!

-Lo siento, tengo prisa- mentí.
-¡Eh! Perdona ¿eh?- dijo molesto y tonto.

Sería por la misma época, cuando tuve la fatal ocurrencia de ponerme en un banco de un parque, a hacer unos deberes. Entonces, noté como una persona se sentó al lado. Empezó a hablarme, estilo indio.

- Hola, ser Molibú- algo de éso dijo- y ¿tú?
-Sofía- mentí.
-Yo ser un inmigrante que venir aquí a trabajar en una fábrica...

Me mostré algo cortante y distante; sospechaba a lo que venía.

- ¿Tú tener niños? - preguntó

-No, yo no cuido niños- contesté.

-¡¡Noo!! Niños, tuyos, tuyos...

¡¿Qué?! No me lo podía creer; que tan joven como era, pudiera ni si quiera preguntarme éso.

-No.

-¿Tener novio?

-Sí-volví a mentir.

- ¿Por dónde sales?

-No salgo, no me interesa. Me pongo todas las noches a leer en mi cama y estoy muy agusto- contesté intentando dar la sensación de ser la persona más aburrida del mundo.

- ¿Tener teléfono?

-Sí, pero, me lo acaban de cambiar, no me lo sé- inventé.

- Y ¿móvil?

- No tengo móvil.

La cosa se ponía fea...

- Me voy. Me está esperando mi abuela para comer- otra mentira más.

También, sucedió por quedarme sola en otro banco, cuando se me acercó un anciano, que al final se despidió diciéndome que a él le quedaba mucha marcha en el cuerpo aún y que cuando quisiera que le llamase ¡Desgraciado!

No hace mucho, eran las once de la noche. Mis padres no venían y el perro no había bajado. Desobedeciendo las órdenes de mi padre decidí bajarlo. Un hombre joven se acercó.

- ¿Estás sola?

Noté como otro hombre cercano, merodeando por ahí, como un carnívoro esperando a su presa para devorarla.

-Noooo...- dije con voz temblorosa. Corrí y corrí como si de ello dependiera mi vida. Tras mis pasos apresurados escuché un:

- ¡¡¡Eh!!!

No supe cuando les dejé atrás, sólo supe que tenía que correr.

Me acuerdo del caso de esa chica; andaba tranquila por la calle, cuando un joven la miró con simpatía. Por cortesía, ella le sonrió. Pero, cuando empezó a andar, el joven la seguía y seguía. La chica se asustó y tuvo que acudir al amparo de un policía de las inmediaciones.

No muy lejos, mi hermana también estuvo a punto de llamar a la policía.

Con el tiempo saqué estas conclusiones:

- No se te ocurra quedarte sola en un banco más de cinco minutos.
- Recibe a la noche en compañía.
- Cuidado con escoger a quién le mandas tus sonrisas y demás.
- Que no te atrapen con hechizos de palabras bonitas o conversaciones que pretenden ser vistas como magia.

No permitáis jamás que nadie absorva todo lo que sois, que es lo que nos permite ser lo que somos, un yo, un tú.

viernes, noviembre 02, 2007

¿Castillo encantado?



Había aceptado el trabajo. Periodista de profesión, entrometida (tal y como lo requería su trabajo), curiosa y tenaz no podía dejar escapar la oportunidad de ser la gran descubridora de algo que siempre fue una incógnita, desde que el mundo es mundo; de lo posible llamado imposible, por la incapacidad de demostrarse su valía o su falsedad; ni si quiera los grandes cerebritos de la sociedad pudieron encontrar jamás algo que justificara ese NO rotundo, ante la probabilidad de que existieran tales cosas. Y allí, allí estaba ella, encaminándose hacia ese castillo, dispuesta a eliminar una de las más gigantes interrogaciones que había arrastrado la humanidad, por los siglos de los siglos. Pasaría diez días encerrada en ese enorme castillo, atenta a todo fenómeno extraño que pudiera suceder, bien preparada para documentarlo con cualquier cosa: imágenes, vídeos... ...lo que fuera. Llamó a la puerta y abrió el habitante del castillo, un hombre ojeroso, de aspecto cansado. Su caminar era lento, como si arrastrara un enorme peso en los piés.

- Hay fantasmas por todos sitios... ...los veo, los veo. Me siguen a todas partes. No puedo dormir, ni vivir. Ayúdeme, por favor- pidió desesperado.

- Haré lo que pueda; para éso estoy también aquí, para ayudar- contestó ella.

La inquilina se instaló en la habitación que le otorgó el habitante, no muy lejos de la de él. Por las noches lo oía llorar y gritar cosas como :

- ¡Déjenme! ¡Déjenme! ¡¡¡Por favor!!!

- ¿Por qué me pasa a mí ésto? Dios, ayúdame, que me dejen ¡Por favor!

Y a la mañana siguiente, con los ojos enrrojecidos del llanto de toda la noche, con las típicas ojeras y semblante amargado, la preguntaba:

- ¿No los viste anoche? ¿No los oíste? Estaban por aquí.

¿Qué contestar? ¿Qué decir? Llevaba varios días ya allí y nunca había sentido, ni visto nada extraño ¡nada! Ojalá pudiera serle más útil a ese loco, porque ésa era la conclusión a la que llegó: era un pobre loco hombre, amargado y torturado por su poca cordura.

Una noche de lluvia, tétrica y fría. Como siempre esos malditos espíritus, que se mezclaban con sombras oscuras que él asociaba indudablemente con el mal, le torturaban con su presencia. Daban vueltas cerca de su cama, como planeando el momento en que le obligarían a formar parte de su club, le mandarían al más allá o al agujero más oscuro e ignorado de toda la eternidad, o harían su alma mil añicos o quién sabe si su vida. De repente, de entre ellos, una figura que le resultó increíblemente familiar se dibujó.

-¡¡Noooooo!! ¡¡¡Nooooooooooo!!! - gritó el loco, sollozando- ¡¿Quién eres?! ¡Dejáme! ¡¡¡Por favor!!!

- ¿No te acuerdas de mí? ¿De lo que me hiciste? - contestó la figura- mira en el cajón.

Y el loco fue abriendo cajón por cajón de su mesilla, hasta que llegó al último. Allí, yacía un enorme cuchillo jamonero lleno de sangre seca. Fue, entonces, cuando empezó a recordar.
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Nota: esta historia está basada en hechos reales. No soy fiel a los hechos porque yo no los ví directamente. Se me hace extraño que un hombre viviera en un castillo pero, es lo que me contaron; quién sabe, quizás fuera rico.

Y en algún lugar y en algún momento, que yo exactamente no sé, un conocido mío dijo:

-Si es que, si tú no has hecho nada malo a nadie, no tienes por qué temer.

domingo, octubre 28, 2007

Esperar...



De todas las imágenes que trajo mi hermano de Escocia, definitivamente me quedo con ésta. Allí, en algún lugar de la costa escocesa, unas nubes medio bajas, con sus trajes de algodón, salen y juegan con el viento, anunciando un nuevo día de verano, aunque allí no lo parezca.

Los dedos ágiles por la mecanografía, entran en contacto con cada tecla, rítmicos, borrando el vacío de algún espacio virtual que aún no pudo nacer, borrando y dando vida.Y los dedos dejan de sentirse, porque en realidad nunca estuvieron ahí; son como el aire. Así que, ya sabes: no me busques, no me llames, no me mires, porque no podrás. Porque, ahora mismo, no soy nada. No puedo acompañar al viento, tampoco fundirme con la espuma del mar, ni morir con la tierra, porque realmente no sé ni lo que soy. Y quizás sea lógico, cuando eres un mero espíritu invisible, un sinnombre; éso es lo que debo de ser: aire. Por éso, no me puedo entender ni a mí misma. Y ahora, viajo, no sé ni cómo; y allí estoy. ¿Qué son esos bancos? Los bancos de la espera. Y me siento y espero y espero y espero y ¿qué espero? No lo sé, exactamente; no quiero, ni puedo pensar.El aire frío azota mi cara, y llueve pero, no me importa; ya poco importa. Desde mi existencia estoy condenada a llevar el peso de la espera, por éso es quizás, por lo que no puedo actuar. Esperar y agonizar. Me pregunto si los demás esperarán y si sabrán el qué. Y me cuestiono si es bueno o malo.

Cerca, muy cerca de aquí debe de haber una montaña rusa, por éso debe ser que siempre estoy subiendo y bajando; muriendo para luego vivir. Pero, no la puedo ver. Sólo cuando allí arriba quieran, podré bajar.

sábado, octubre 20, 2007

¿Soy verde?



Vas al supermercado y encuentras que el desodorante que valía 3 euros, ahora vale 3'15. Después 4 euros ¡Un simple desodorante! Pero, peor fue aquel día en el que fuí a una librería llevándome 40 euros, confiada de que con ese dinero podría comprarme al menos un libro más que necesitaba y sólo pude sacarme un sólo libro y... ...y volver, volver a casa con ni un sólo euro.

Y son los pisos, que suben y suben; me llamó la atención esa noticia de aquel periódico, que alguien dejó olvidado en un bar "Las empresas constructoras se ven obligadas a ir vendiendo los pisos, de puerta en puerta".

El día a día, es mucho más que éso. Es también oír cosas como :

- Fulanito me ha dejado, después de 10 años juntos.

-Llevo dos años con él, pero, no me importa; ahora me gusta Juan.

-Tengo novio pero, tú puedes ser el rollo.

Aquella historia, fue bien sonada en mi ciudad; salió en la radio local.El novio vivía con la chica y estaban a punto de casarse. Él vino de la calle, de hacer sus cosas. Abrió la puerta y... ...¡sorpresa! Su futura esposa estaba en la cama, retozando con otro hombre. El novio, enfurecido, corrió hacia el intruso. Éste último, saltó por la ventana del patio de luz y un futuro esposo, convertido en un terrible tigre, detrás. Las ropas tendidas de los pisos de abajo, fueron las que lograron ir frenando la caída, lo que los salvó a los dos. Se tuvo que llamar a la policía.

La gente está en el trabajo, indiferente, cual si fueran robots programados para hacer unas determinadas tareas. Parecen ignorar el placer que se siente de ayudar a alguien. Pueden tenerte años y años esperando una respuesta.

En la biblioteca,encuentras un cartel que dice "Silencio, por favor". Pero, la gente alza la voz; voces por aquí y por allá, que me hacen sentir como si estuviera dentro de un panal de abejas. Nadie pone orden ¿Qué se puede esperar si los bibliotecarios también son iguales? ¿Dónde van quedando aquellas bibliotecas donde con el silencio y el ejemplo se ponían en práctica los valores del respeto y la ética?

Éstos son sólo algunos hechos de esta vida.

Y voy caminando entre el descaro, despilfarro de dinero, el irrespeto, el sexo al que llaman "amor", el consumismo, la ausencia de sentimientos, la estupidez y la locura. Entonces, me siento aborrecida del mundo. Y soy verde. Miro el cielo oscuro, plagado de estrellas y pregunto:

-¿Por qué estoy aquí? ¿Quién me puso aquí? ¿Qué hago yo aquí?

El silencio contesta. Y exploro, exploro los rincones; no sé cuál miré antes, porque estoy ciega, quizás esté ahora buscando en el mismo.

Pero, al igual que ser extraño en este gran país de humanos,caigo en la cuenta de que también soy una pieza del engranaje. Alguien que también participa de ese mundo, que también hace y deshace, que acierta y que se equivoca. Una luz divertida se vizlumbra en el aburrido y triste color negro que he creado y dice:

- ¿ No te acuerdas de esa gran amiga? ¿Del amor de tus padres? ¿De esa noche en la que aunque derrochaste dinero, fue inolvidable?

Y comprendo el mensaje: sí, este mundo puede parecer materialista, terriblemente aburrido e incluso vacío pero, no te fijes sólo en el envoltorio y en lo que ves; busca, busca o encuentra, que siempre hay sorpresas. Entonces, dejo de ser verde y me siento parte de él, viva y plena.

Sí, soy extraterreste pero, sólo a veces.

viernes, octubre 12, 2007

Malos y buenos.



Quizás, las señales existan al igual que existen las señales de tráfico o, las de un faro que nos espera en la lejanía de una noche silenciosa. Quizás, sea cuestión de verlas o de creer. A lo mejor, los ángeles o, cualquier otro tipo de ente divino nos hablen mediante ellas o, lo intenten. O, puede que estemos solos, más solos que la una. Pero, prefiero pensar que existes; ojalá, fuera así. Y te ruego que me protejas en mi consciencia o inconsciencia pero, siempre; sabes que soy vulnerable pero, otras también me siento fuerte, muy fuerte.

Porque descubrí que la gente malvada, no tiene porqué necesariamente llevar la palabra "mal" pintada en la frente. No son sólo aquellos que se esconden en un rincón como ratas callejeras; son también los que te saludan con una linda sonrisa y llevan consigo ademanes fingidos. Y así, así, andando por la vida, me crucé con alguno. Quisiera pensar que los he catalogado mal, que no es cómo yo lo veo; que soy yo, que no entendí a esas personas ¿Soy yo la culpable o, soy inocente? Pero, me pareció ver (o ¿quizás lo imaginé?) el desgarro de algún que otro corazón, alguna lágrima, algún mohín de tristeza y a la causa no le importó.Y así, el mundo se va llenando de corazones partidos, de ríos de lágrimas, de servicio a la desdicha. Ellos... ...a los que les das la mano y te cogen el brazo para luego dejarte caer.

Y paso a paso, te cruzas con más gente: en los comercios, en las tiendas, en el trabajo, en la escuela, en la universidad... ...te hablan, te sonríen, te dicen un:

-Hola ¿cómo va?

Correspondes. Pero, miras esos ojos, esa sonrisa, esa actitud agradable. Realmente ¿puedes confiar? Si los malos se esconden bajo la máscara de los buenos ¿Cómo saber quién es quién?

Por eso, quiero creer en ti, por éso te busco pero, no te encuentro; te escondes tras los espejos. Te creo y te destruyo. Te imagino y te borro. Bailo contigo y con la ausencia. Te dibujo y te desdibujo. Me abrazas ¡no! ¡soy yo misma! Y me envuelvo en esta desconfianza, que me persigue día y noche, causa de mis tristezas y de que me pierda tanto. O, pongo una sonrisa en la cara, convencida de que no necesito de nadie.

Y tú, seas quien seas,dame respuestas. Enséñame de quién me puedo fiar y de quién no. Díme que aún hay alguien en el que poder confiar. No permitas que vuelva a lo mismo. Esperaré tu respuesta, como cada noche. Te espero.
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Nota: quería hablar de otra cosa pero, no sé por qué, me acabó saliendo ésto. Realmente, no sé si existen las personas buenas o malas (siempre me quedó la duda) o, simplemente todo es producto de la subjetividad, no lo sé. Pero, así lo sentí en ese momento. Un saludito a todos.

martes, octubre 09, 2007

¿Dónde estás?



-¿Dónde estás? Es muy tarde.

-En el autobús, estoy llegando a casa- digo, mientras con cierto fastidio, pienso: - ¡Jolín! ¡Qué pesada!

Y es que me cansáis. Me repetís cien veces lo mismo cuando sabéis que hago honor a mi signo y que por mucho que digáis, no voy a hacer caso si a mí no me da la gana ¿Acaso, olvidásteis que soy Tauro? Gritos y peleas. Rabietas y un :

-No quiero volver a casa -o, directamente- Me voy de casa.

Vuestro empeño por enseñarme a ser ordenada, cuando parece que vuestros genes no me dejaron ese legado y que no tengo ese amor al orden que tenéis vosotros. Y luego, mamá, entra a mi habitación algunas mañanas, enciende la luz que me molesta tanto, levanta la persiana y abre la ventana.

-Venga, ¡que es hora de levantarse!-dice jubilosa, al ver que ha logrado fastidiar.

-¡Que no soy un bebé!

¿Qué más? Cuando os habéis metido más de la cuenta en mis cosas, como aquel episodio con mi pelo, en el que poco faltó para que me dejaran calva y en el que a las vistas del resultado HORROROSO, aún intentábais convencerme de que estaba preciosa. O cuando me decís:

- Mira qué guapa. Así es cómo te debes peinar.

Y de la noche a la mañana éso cambia a : - ¡Qué peinado más feo!¡Pareces una mañaca!(niñata, niña pequeña) - aplíquese también Cleopatra, madalena- ¡Quítalelo!

Y qué me decís del gusto que da cuando te levantas y piensas:

-Hoy me pondré ese jersey que tanto me gusta.

Y buscas y buscas en el armario pero, ¿dónde estará?

- Mamá ¿Dónde está mi jersey?

- ¡¡Aaah!! Es que como estaba ya viejo, lo he tirado- o- lo corté para usarlo de trapo para limpiar.

-¡¿Qué?! Pero, si aún estaba bien ¡Mi jersey!- ¡Qué dolor de corazón! Para el resto del día, me encerraré en un luto simbólico.

Otro día, os largáis y me siento la mujer más feliz del mundo ¡Se van! ¡Se van! ¡Toda la casa para mí sola! ¡Qué agusto voy a estar!

Luego sacáis vuestra cuerda de seguridad para atarme con fuerza.

- Y ¿Por qué no puedo ir?

- ¡Porque te he dicho que NO!

Todo seguirá igual, por siempre jamás . Siempre seré vuestra "niña" ¿verdad?

En resumen, éso es lo que sois: unos pesados ( que cansan), unos autoritarios, unas gallinas ( porque molestáis por las mañanas queriendo, cuando aún pretendes estar en tus dulces sueños), insoportables ( ¡Ay! ¡que ahora mismo no os soporto!) , insistentes y exigentes ( ¿por qué tengo que hacer ésto inmediatamente?)

Pero, caí y no os fuísteis de mi lado. Llovió y pude refugiarme bajo el paragüas de vuestro abrazo. Os preocupásteis por mí, sin yo buscarlo. Me defendísteis como la leona que defiende a sus cachorros. Y ahora, mamá, me llamas y me preguntas:

- ¿Dónde estás?

A pesar de todo, qué maravilloso es que alguien se preocupe seriamente por tí, que te espere, que te anime, que te apoye, que te guíe, que te discipline. Soy muy afortunada.