domingo, marzo 30, 2008

Un escenario.



Tras vagar por quién sabe qué mundos desconocidos, abro mis ojos y se abre el telón. Los rayos del sol, se colaron perezosamente por las rendijas de la ventana, tiñiendo la oscuridad de haces de luz. No quiero levantarme y enfrentarme a no sé qué acto ( tantos llevaré ya, que no sé ni qué número tendrá éste), acto de día, acto de noche.

Tras la habitual visita al aseo y el desayuno, me planto frente al armario ¿qué me pondré hoy? Elijo la ropa, me preparo en el camerino. Quizás hoy me dé un toquecillo en el rostro, quizás no (porque en esta obra no importa mucho). Por cierto ¿Cómo se llama la obra? Éso no me lo dijeron ¿Será su título "Mi vida"? Sí, éso debe de ser, "Mi vida".

Y salgo a escena ¡No! ¡Que no! ¡Qué manía! Siempre pienso ésto, pero en realidad, sé que lo estaba desde que abrí los ojos. Y soy actriz pero, carezco de guiones y sin embargo ¡me los sé! ¡Qué extraño! ¿Cuándo los estudié? No lo recuerdo...

Y soy la protagonista de mi historia. Entran nuevos personajes, salen otros, permanecen, resucitan del letargo de las ausencias. Un racimo de colores se esconde en algún lugar: rosa alegría, blanca inocencia, negra perdición, tristeza azul...

Camino, camino por las calles del mundo y en cada paso me doy cuenta de que también otras obras se entretejen. No me son propias pero, me involucran, me absorben, me aspiran como una aspiradora, se mezclan con mi propia historia, creando una red compleja. Y entonces, no soy sólo actriz protagonista, sino que soy secundaria, extra...

Sí, soy actriz, una actriz muy activa y multifacética pues, abarco drama, comedia, acción...

¿Quién escribiría el guión, la historia? ¿Qué alma caprichosa fue la que sacó la estilográfica y se puso a escribirla? Esta historia que me gusta sólo por partes, mientras otras, las detesto.

A veces, me imagino que la vida es un gran escenario. Es un manojo de historias, líneas distantes, paralelas, cercanas, cruzadas, agonizantes, incipientes, interrumpidas, reanudadas...

¿El final? cuando cada uno de nosotros cerremos nuestros ojos para siempre y emprendamos ese viaje que nadie nunca nos contó. Pero, disculpen que borre esta última frase de las páginas de mi mente; no quiero pensar en ello, aún no.

viernes, marzo 28, 2008

En tu compañía.

Casa deshabitada, sola; sólo dos almas se empeñan en darla un poco de vida: tú y yo.

El mundo ahí afuera, no es el de a
quí dentro. Allí afuera, las prisas de las personas, de los tiempos, de los automóviles, pintan arcoiris de locura. Ahí afuera, las cosas que son, no siempre son; tras el idóneo y efectivo manto de las apariencias, se esconde la oscura mezquindad que se funde con el aroma de su contraria, confundiéndonos, jugando a los escondites. Salir cada día, y ahí afuera ¿qué nos esperará hoy?

Dentro, protegida entre estas cuatro paredes, mi mundo aquí no es igual que el de ahí afuera. Esta mañana (como todas, últimamente), envuelta en esta paz de soledad, me zambullo en mí misma. Tú me contemplas o, prefieres dormir o "asearte". Ahora me levanto, quizás simplemente me pasee de un lado a otro repitiendo cosas que para ti no tienen ningún sentido o, quizás sólo cante (yo creo las luces, el escenario, los fans) y tú me miras, con esos ojitos de niño travieso, como si estuviera loca; me doy cuenta de tu expresión y me hace gracia. Luego, me vuelvo a sentar. Me miras con tus ojitos llenos de tristeza, fijos en mí.

- ¿Subes?- te pregunto golpeando las palmas de mis manos contra mis muslos.

Quizás, de un salto te pongas encima. Entonces, te alabo y te hago saber lo guapo que eres y tú, contento, te restriegas contra mi cuerpo, hasta que te cansas y te quedas dormidito en mi regazo. Yo soy tu cojín, sí, pero, tú también eres mi mantita de invierno. O quizás, hoy prefieras quedarte en el cojín más cercano pero, yo te insista, subiéndote yo misma sobre mí.

-¡Grrrrrrrr!- gruñes, reclamas pero, me hago la sorda; sé que nada pasará : tú me quieres, yo te quiero. Al final, te dejas vencer por la suave mano sobre tu piel y vas cayendo y cayendo al mundo de sueños.

Otras veces, te dejo solo, en ese rinconcito que he dispuesto para ti. Pero, te siento cerca.

Quizás, ahora me dirijo a la cocina, al salón, al aseo o a alguna habitación. Tú me sigues, pisándome los talones. Te hablo; no dices nada pero, me escuchas con atención; tu mirada fija intentando captar el significado de cada una de mis palabras, de mis gestos, que se quieren esfumar en el aire y lo logras.

No me harás ningún daño, lo sé, lo veo en tus ojos traviesos; sé que tú no. Y qué decirte, que pese a tus travesuras, gruñidos ( de vez en cuando) ¡Te adoro! Eres un sorbito de compañía pero, ante todo mi amigo. Te quiero, mi perrito Lagun.




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Brujita me pasó el Premio a la Calidez ¡Gracias Brujita! Este premio va dirigido a aquellas personas, que con sus escritos llevan impresa la huella de la calidez, de la cercanía. Este premio hay que entregárselo a 5 personas, así que ahí van:

Karen : porque habla desde el corazón; vierte sus sentimientos sobre cada letra.

Alma azul: porque sus escritos también me parecen cálidos y con mucho sentimiento.

Hot woman: porque tiene escritos colmados de sensibilidad y es un gusto pasarse por su rinconcito.

Fattyec: no sé de dónde sacará algunos escritos pero, dejan volar un sinfín de sentimientos que seguro que algunos abremos experimentado alguna vez; tiene sensibilidad, cercanía con el lector.

Moraine: una mujer fuerte, una heroína y sin duda, una luchadora, que nos abre las profundidades de su corazón.

¡Disfruten de su premio!

lunes, marzo 24, 2008

El club de las solteras.



Perderse entre la marea humana, ser una gota más de ese inmenso mar. Misma vista, misma situación compartida.

Perderse entre las calles de una ciudad, en el océano, en el paraíso. Y andar y distraerse y olvidar.

Hoy, fuí mar, océano, paraíso.

Me encontré contigo, y contigo y contigo. Sin razón, ni motivo me distéis vuestra amistad, vuestro cariño y agradable compañía. Me demostráis una y otra vez que en cuestiones de amistad, siempre estuve equivocada. En cada nuevo aterrizaje, hago un nuevo descubrimiento. Qué lástima que no me hubiera dado cuenta antes y tener esta insólita tendencia a observar desde la oscuridad.

Qué importan los que se fueron y nos partieron el alma, qué importan los fracasos y el resto del mundo; hoy compartimos nuestra amistad en tazas de chocolate. Las tres, hablamos, bromeamos y entre risas decimos:

- Vamos a crear el club de las solteras.

Las normas están aún por fijar. Pero, como obligatoria pongo que nos cuidemos siempre. Y tú te ríes y dices:

- Vamos a tomarles el pelo*, como ellos lo hacen con nosotras.

- Me parece una buena idea ¡Ja,ja,ja!

No se lo crean, sólo son bromas; no creo que seamos tan malas o ¿sí?

Los recuerdos, vienen y van. Como navíos lejanos cruzan los mares de nuestra mente y algunos tiñen el alma de gris ¿Cómo evitarlos?Los recuerdos son aquellas páginas blancas de nosotros, que un día fueron pintadas con tinta indeleble. Y aunque a veces, se pasó página, es el viento el que, un buen día, con su abrazo de aire alborotado, te devuelve la vista de aquello que fue escondido.

El olvido, sólo fue un espejismo, un delirio. Desplega sus alas negras y se vuelve a perder en el horizonte una y otra vez.

Y qué importan las historias acabadas, los fracasos... ...el telón del pasado cayó sobre ellas.Qué importa, cuando uno puede beber de las copas de la amistad, del cariño, de la familia y perderse entre las multitudes.

*tomar el pelo: burlarse, bromear.

Autora de la foto: mi madre.

viernes, marzo 21, 2008

El camino de la eternidad.



Un ancho camino color café claro, se extendía ante nosotros. Mi hermano, el único chico del grupo, lo miró con decisión. No puedo hablar por ellas, pero, yo lo seguí con gusto ( me gusta caminar). El camino parecía más fácil y cómodo que otras rutas que hemos hecho; no habían pendientes, al contrario, totalmente firme descansaba sobre el lecho de tierra, tranquilo, el Bello Durmiente. Lo único incómodo era ese calor sofocante, que arañaba nuestras espaldas, nuestro todo, sin piedad. El rey nos miraba desde ahí arriba, con indiferencia, mientras nuestros cuerpos sudaban tanto, que parecía que nos fuéramos a derretir. Aún así, seguimos pacientes, aventureros, pasito a pasito.

-Todo camino tiene un final, como la vida- confiábamos.

Pero, el camino seguía y seguía, casi sin curvas, se perdía allá, en el horizonte. Teníamos sed y de forma inevitable íbamos acercando nuestros labios a la boca de nuestras botellas a cada paso; el líquido aliviador caía a nuestra garganta y un ¡ah!, sinónimo de qué rica está el agua. Pero, las botellas no son como los manantiales, no entienden de las fuentes eternas de vida; agonizantes dejaron caer sus últimas gotas de líquido, para despedirse en un sentido adiós. El problema era que el camino no quería dejar de ser; se empeñaba en seguir estirándose, como chicle, como un Tauro cabezota; parecía que se hubiera puesto de acuerdo con el sol para hacernos morir. Nos dolían los piés y suspirábamos por una gota de agua. El paisaje era seco, desolador; lo único que nos regaló fueron unos almendros en medio de la tierra de nadie. Éstos ya habían dejado su vestimenta de color y otra vez se habían fundido en verde hoja, mostrando unas almendras aún verdes, no listas para comer.

- Coged estas almendras y las mascáis en la boca; al menos así saldrá algo de líquido- dijo la amada de mi hermano.

Así lo hicimos. Noté cómo un líquido con sabor a hierba inundaba mi boca; estaba malo pero ¿Qué más podíamos hacer?

Las quejas vagaban por el aire, terribles como lo son los aullidos de dolor.

Al fin, el camino se cansó de su juego, terminó, se extinguió; sólo decidió quedarse el sol brillante, allá en las alturas. Encontramos un bar, compramos dos botellas de 1.5 l, que nos dedicamos a beber con gran desespero.

- Hemos hecho unos 19 km.- dijo mi hermano, orgulloso como un niño pequeño.

¿Cuántas horas caminamos? No lo sé; sólo sé que lo bautizé como "El camino de la eternidad".

martes, marzo 18, 2008

En el autobús.



El día se despide como siempre, los rayos de sol se pierden allá, en el horizonte, tras las montañas, mares, edificios. Cambia el fondo del escenario, ahora éste está decorado con la negrura de la oscuridad, salpicada de destellos de diamante y esa gran bola luminosa que pende del cielo. Hoy, fue un día como otro cualquiera; la noche inyecta su sedante, un sedante que no bastará para calmar completamente a un mundo travieso y revoltoso, aunque sí a una parte (al menos).

Sentada en el autobús, fundida en la oscuridad, oigo palabras cercanas para la física, lejanas para mí. El autobús, está parado hasta que llegue la hora prevista para partir.Hoy, no me apetece escuchar lo que habla la gente; mi mundo es otro, ahora. Tranquilidad de noche, que de repente es interrumpida; una mujer se ha adueñado del micrófono del conductor del autobús. Sus palabras apresuradas se adueñan de la atmósfera; toda exaltada y emocionada, se dedica a recitar una poesía. Entre lo rápido que habla y lo alucinada que estoy, no soy capaz de atrapar todas sus palabras, sólo tengo una voz interior e inquieta que no hace más que preguntarme:

- ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?

La gente del autobús también se revoluciona. Se miran unos a otros, se preguntan, nadie sabe nada pero, todos quieren saber ¿Qué es ésto? ¿Una broma con cámara oculta? y ¿para quién son esas palabras?

La chica termina diciendo.

- ¡Te quiero! ¡Vámonos mañana para Milano!-(en vez de Milán).

Así, las palabras aceleradas acaban evaporándose, haciéndose silencio.Seguimos sin entender nada; unos siguen alucinados; otros, se entretienen creando hipótesis del ininteligible suceso; otros ríen...

- ¡Invítanos a la boda!- grita alguien.

Veo al conductor del autobús, se dirige al final de éste, no sé para qué, quizás sea para comprobar si el autobús está lleno, y hacer una cuenta de cuántos asientos quedan libres. Lleva una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡¡¿Qué está pasando aquí?!!-sigue martilleándome una vocecita.

Al final, alguien del autobús explica a otro:

- Ya sé lo que ha pasado; ésa que hablaba, tiene a su novio en El diario de Patricia- un programa de televisión en el que viene gente y se dedica a contar sus historias- y se ve que ha contactado con el programa por teléfono y desde aquí le estaba diciendo a su novio todo éso y nosotros nos enteramos porque nos toman como testigos, como que somos muy importantes ¿entiendes?

Llegó la hora de partir. Lentamente, el autobús va saliendo del aparcamiento; dócil y obediente, empieza esa ruta diaria que ya conoce palmo a palmo. Parece que todo vuelve poco a poco, a la tranquilidad; suena ahora en Los 40 principales la canción "Estrella polar" de Pereza, sonrío y la noche aparenta ser la misma pero, a mí no me engaña: ahora, no puedo evitar medio pensar todo lo que ha pasado, sé que no debe ser para tanto... ...pero, son esos recuerdos sobre lo acabado de vivir, que se pasean una y otra vez por mi cabeza ¡Son ellos! ¡No soy yo! ¡No sé cómo evitarlos! Y esos recuerdos se convierten en palabras nada más llegar a casa.


Estrella polar, Pereza.

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PD: me han pedido ayuda para sacar una página adelante, así que aquí pongo el enlace y también la pongo entre mis enlaces; si a alguien le apetece darse una vueltita por allí, es bienvenido.

http//:chiflame.net

sábado, marzo 15, 2008

¡¡¡Me voy para Eurovisión!!!

Ahora, miro por el balcón. Ahí está el mundo esperándome... ...sí, todo mío; porque tengo que contarles una cosa: tengo un gran proyecto entre manos ¡Sí! Y es que estoy pensando seriamente en presentarme a Eurovisión ¿Que qué es Eurovisión? Para quien no lo sepa, es un concurso musical que se celebra y en el que participan todos los países de Europa; es lo mismo que la OTIS, en Sudamérica (se llama así ¿verdad?). Sí, la verdad es que es una buena opción: ya no hace falta ni que sepas cantar, ni que traigas una buena canción (por lo visto), y encima te haces famoso y todo ¿Quién sabe lo que puedes ganar?

En serio, ayer, cuando ví la canción que iba a representar a España en Eurovisión, casi me da un ataque ¡¡¡de risa!!! Fue extraño: fue entre una mezcla de alucinación y cosquillas por todo el cuerpo. Aún, me río; cualquiera que me vea, se creerá que me he tomado algo ¡¡Lo siento!! Pero ¡¡no puedo evitarlo!! Hoy estoy enferma de risa ¡¡¡Me cuesta parar!!! ¿Cómo se cura esta enfermedad? ¿Algún remedio? Quizás alguien sepa que no me gusta para nada ir al doctor, así que por favor ¡¡ayuda!! Y no es que la canción, sea especialmente graciosa, lo gracioso para mí, es que van a llevar ésto a ¡¡¡Eurovisión!!!

Bueno, pues aquí os dejo nuestra super canción. El cantante se llama Rodolfo Chikilicuatre y su canción "Baila el chiki chiki" Y ¿tú? ¿Bailas el chiki chiki?




Pero, si creías que lo habías visto todo, te equivocas. Ésta era una de las canciones finalistas ¡¡Casi llega a Eurovisión!! (aunque al padecer por medio del fraude). Quizás, de aquí podáis sacar una buena idea para los próximos carnavales. Pero, antes de poner el vídeo, recomiendo que toméis una buena aspirina para el dolor de cabeza.Os presento "La bicicletera", con Antonio "el gato".



Otros países no se quedan atrás. Por ejemplo,Bosnia& Herzegovina, nos trae a Heidi y el monstruo de la familia Adams.Para verlos, hacer click aquí.

Por otra parte "Irlanda envía un pavo a Eurovisión" se dice en Youtube.Para verlo, hagan click aquí.

Y si quieren ver todas posibles canciones que se presentan en Eurovisión, pinchen aquí.

¿Quién sabe? A lo mejor ganamos, viendo lo que ganó en el 2006...

¡¡Viva España!!

viernes, marzo 14, 2008

Piropos.



Pasa por delante una gacela ¿Es linda o no? Éso, quizás ni si quiera importe. Él se deleita mirando desde la sombra de un árbol llamado "lo ignorado", los movimientos naturales de su víctima. Sale a la luz, y me suelta:

- Ojalá fuera yo ese perro que llevas atado.

Sonríe pícaro, sediento, bien panchorro, plantado en la entrada del local. Me pareció ver unos ojos llenos de lujuria (quizás sea por todo lo que se mueve y lleve falda); me avergüenzo en el mismo instante en que esas palabras salen de su boca; no quiero mirarle, ni hablarle, me limito a tirar de la cadena del perro, crear su ausencia y huir con fingida tranquilidad, pero sin pausa. De repente, en mi camino, todo va tomando forma: ahora, dirijo un perro pero, lleva su cara, baboso y con ojos de tonto, no me quita la vista de encima; va arrastrándose ridículo y yo no puedo evitar reírme para mis adentros. Ahora, también noto que me he puesto contenta pero, esas notas de color se van perdiendo en el horizonte, al igual que esas palabras. Y se me ocurre hablar de los piropos,palabras que dicen y no dicen nada, palabras efímeras, vacías, palabras para atacar. Palabras de fuego, tierra, mar o de nada. Quienes las usan saben que son armas, efectivas o no pero, armas.

En algún lugar del ayer, del hoy, del mañana, alguien toca la flauta y algunas serpientes se remueven gustosas en su cesto; se dejan arrastrar por la música del maestro, como recibiendo una suave caricia. Escuchan lo que quieren oír e inconscientes se dejan encantar, enfermar. El maestro continúa su juego y dibuja una sonrisa en sus labios a causa de los buenos resultados. Puede que alguna de ellas quiera parar de danzar pero, ya no puede ¿qué fuerza extraña la ata?

Y así sigue, sigue girando inevitablemente el mecanismo de la seducción, con sus engranajes de acción-reacción. Y ellas, las serpientes, caen, viven, mueren o reviven. Mecanismo eterno, mecanismo de vida; causa de dolores o de alegrías; fábrica de palabras que se convierten en viento.

martes, marzo 11, 2008

Tu azul.

Un agradable paseo de domingo y tu arrullo,tu calma y tu paz. Casi cogidos de la mano, construimos nuestros pasos. Tu voz es una dulce melodía que envuelve todos mis sentidos. Gracias a ti, por momentos el mundo deja de existir. No sólo lo haces posible tú, sino la otra naturaleza cómplice. Y nada importa, ya nada existe, sólo tú, yo, tus compinches. Y pensar que pensé en perderte, en quedarme recluída entre las cuatro paredes de una habitación ¿qué ha pasado conmigo? Pero, salí y allí estabas tú, esperándome, tan bello como siempre o más de lo que recordaba. En ti, pude ver las estrellas; allí estaban al alcance de mi mano; sólo bastaba con que la estirase. Esos destellos se combinaban con tu bellísimo azul de forma perfecta; no creo que ninguna tela pueda igualar tu belleza, tu exquisito tacto. De repente, en un capricho impulsivo, quise apoderarme de ti. Tú, bailabas mostrando ese azul estrellado, con una danza hechizante; quizás lo hicieras adrede, entonces ¿cómo averiguaste lo mucho que me gusta el azul? ¿Qué pajarito te lo dijo? Sumida en mi deseo creciente, a punto estaba de llegar a la acción, de ir a tu encuentro, cuando de repente, el aire frío rozando mi cara, mis ojos, mis manos, chocando contra el tejido de mis ropas y de mi piel, me quiso recordar la amenaza de sus cuchillas, cuyo efecto cortante se agudizaría si yo osaba llevar a cabo tal hazaña. Sin embargo, recuerdo que de más joven, más atrevida yo, un abril, desafié su autoridad y acudí a tu encuentro; me sorprendiste con abrazo frío, cortante ¿Qué decirte? Hoy por hoy, me gustan más tus besos cálidos sobre mi piel. Así que, simplemente preferí tomarte una instantánea.



Ahora, presides mi escritorio y rondas por mi ordenador. Así siempre estaremos juntos. Tu azul... ...ese azul, que me hace suspirar ¡Aaaaaaay!... ...tu azul, embrujo mediterráneo (esta vez).

viernes, marzo 07, 2008

El abuelo está loco.



Ahí afuera, había todo un mundo lleno de flores, de colores, de vida y sin embargo, lo único que conseguía ver era un paisaje invernal, el frío de la soledad. Un vasto terreno pobre en cosechas, se extendía ante sus ojos ¿Dónde habían quedado esas visitas, ese mínimo rastro de presencia humana? Habitante de las tierras del olvido. Allí estaba, rodeado de esas cuatro paredes y no era que en el asilo le trataran mal, sólo que ¿y la familia? ¿qué pasaba con ella? Era como que de repente, no tuviera pertenencia alguna a ningún grupo, simplemente era un ente separado, aislado del mundo. Y las visitas llegaban con cuentagotas.

- No tenemos tiempo- era una de las excusas pero, quién sabe, quizás era verdad, no lo sabía. Lo que sí que sabía era de la soledad, que llamaba a la puerta de su alma y le arañaba el corazón, esa visita que sobre todo se presentaba por las noches e iba entrando lentamente como la calmada brisa de verano. Al menos, por el día, se podía distraer de la frecuente sensación de ser tan poca cosa, que nadie podía ni si quiera escuchar su voz; había conocido a Eusebio, Pancracio, Avelino... ...solía ponerse por las tardes a jugar con ellos a las cartas, o se inmiscuía en una charla de cualquier tipo; cualquier cosa valía, así el tiempo parecía pasar más rápido y las nubes dejaban entrever aún la luz del sol.

Como cada tarde, se encontró con su nuevo grupo de amigos ¿cuáles eran los planes de hoy? hoy jugarían al "reloj, relojero", un nuevo juego que se le había ocurrido a Pancracio, en una de sus muchas horas de aburrimiento y soledad. No estaba mal el juego, era una cosa más para distraerse. De repente, algo mágico pasó; una señora mayor, más o menos sería de su edad, descendió las escaleras. Coqueta ella, con su collar de perlas de los años veinte, con una sonrisa dulce y bella y con unos ojos aún chispeantes de vitalidad, le cautivó; éso es lo que necesitaba él, sentirse querido y vivo. Pronto acabaron enamorándose. Ella era su amiga, su compañera, su llama de vida; gracias a ella, ya no era aquello olvidado dentro de un oscuro cajón. Ahora, había salido un poco más a la luz. Bien sonado fue el romance, tanto que no tardó en llegar a los oídos de la familia.

Un día, se presentó uno de sus hijos mayores... ...era como un sueño, no recordaba con exactitud cuándo le había visto por última vez ( su memoria ya le jugaba malas pasadas), pero, de lo que sí estaba seguro es que había pasado mucho tiempo desde que lo vió por última vez. Su hijo, no dudó en hacer alusión al tema principal.

-Papá ¡¿Cómo has podido?!- dijo con gesto de desaprobación- ¿no te acuerdas ya de mamá o qué? ¿Qué pensará ella ahí arriba donde esté?

Pronto se decidió sacarlo de la residencia y recluírlo dentro de casa; el abuelo, no se había convertido más que en un niño caprichoso, de ésos que no saben ni lo que quieren; además ¿Cómo iba a saberlo? Ya era demasiado viejo, chocheaba. Así, se convirtió en un sillón lleno de telarañas, podrido y carcomido de abandono.

Al cabo de un mes, le comunicaron que su novia había muerto. Él también estaba muerto, y ahora más muerto que nunca ¿qué le quedaba? contemplar las puestas de sol, los niños de la calle, la luna... ...sólo éso: contemplar, hasta que le llegara su hora.

P.D: historia que sucedió de verdad. Los nombres fueron inventados y algunas situaciones figuradas.

sábado, marzo 01, 2008

A través del cristal.



Nada más abrir los ojos, te veo; da igual lo que esté haciendo, dónde esté, te veo igual. Tú, que eres mi vista, voz, tacto, oído... ... ¡la vida! Tú, ventana del mundo... ... y yo mirando siempre a través del cristal, de mi cristal. Tú... ...me pregunto hasta qué punto distorsionarás la realidad de ahí fuera, divirtiéndote mientras la modificas a tu modo, la moldeas, la das forma. Pero, qué le voy a hacer... ...a través de ti, aprendí y aprendo del mundo ¿Cómo limpiar las gotas de lluvia, esas que no me dejan ver lo que hay más allá, el TODO? Recojo las partículas de cristal, surgidas de nuevas experiencias y te construyo y reconstruyo una y otra vez, como si éso sirviera para mejorar esa imagen imperfecta que me das pero ¿qué tengo sino? Sin ti, no tengo nada,no soy nada, no puedo dejar de construirte y reconstruirte una y otra vez. Y mirando y mirando a los demás, el cómo construyen ellos también sus propios cristales a través de los cuales creerán alejarse de los espejismos, me doy cuenta de que la realidad no es objetiva; tu azul es para mí mi lila y viceversa; dices que debería hacer ésto pero, yo no estoy segura...

Y ¿qué puedo hacer si no sé ver el mundo de otra forma? Tú, constructor de cristales también, que te ríes de mi excepticismo, desconfianza, actitud y acciones... ...señalas, dices... ...digo, pienso... ...te ríes, insistes enseñándome tu cristal del mundo, tu obra "maestra"; con ojo crítico observas la mía y sacas detalladamente los defectos, pero, NO, mi obra es perfecta, tiene que serlo, porque necesito protegerme con sus brazos, esos brazos que portan el aroma familiar. No te entiendo o sí; me entiendes o no; lo dejas estar, o te enfadas o te alejas en la oscuridad. Olvidas y olvido los múltiples tipos de cristales que existen en el mundo y nos damos la licencia de juzgar, de darnos la gracia de la razón. Y esa frase pulula por el aire, por los sentidos: "Todo depende del cristal con que se mire". Vale, lo reconozco: mi cristal también es imperfecto pero, ¿acaso el tuyo no? Somos santos y pecadores, y esa cualidad lo excusa todo... ...ahora, con disimulo, tras mi incipiente orgullo, observo tu cristal, quizás tenga algo que le falte al mío, sólo quizás.