viernes, noviembre 09, 2007

Extraños.



Caras anónimas, cubiertas por un halo oscuro y misterioso que la mente no logra descubrir, por mucho empeño que ponga; hablo de los desconocidos. Y aunque pueda resultar tenebroso, me tocó rozarme con algunos de ellos; sin proponérmelo, sin esperármelo pero, así fue. La primera vez, fue a los catorce años, lo recuerdo perfectamente. Un gato se había metido en el motor de un coche (carro, en sudamérica). Varia gente intentó sacarlo por todos los medios, incluso le pusieron leche a las vistas, a ver si al señorito le apetecía salir pero, nada dio resultado. Mi hermano se rindió antes pero, yo, bien tozuda( qué raro ¿no? en un Tauro) me empeñé en sacarlo como fuera. Me agaché bajo el coche pero, no era nada fácil; el gato me huía; tan ágil como era, se escapaba entre los artilugios del coche fácilmente. Un hombre totalmente desconocido se me acercó. Empezó a contarme que él tenía varios gatos en su casa. De repente, me cogió los brazos y poniéndolos delante mío, me dijo:

- ¡Mira qué sucia estás! Y ¡mírate las rodillas! Así, no se puede ir por la calle- yo estaba vestida con manga y pantalones cortos y tirada por el suelo, naturalmente me había puesto hecha una cochina- Métete en el aseo del bar y limpíate- prosiguió él.

Era extraño cómo me agarraba los brazos, con total confianza.

-No, mejor me lavo en mi casa- dije y no debería haberlo dicho, porque mi casa estaba delante de él.

Al día siguiente, nada más levantarme salí al balcón. Mientras allí cruzaba unas palabras con mi madre, de repente, para mi asombro, por ahí estaba el mismo hombre del día anterior,deambulando por los alrededores cual vagabundo.

- ¡Mira, mamá! ¡Es él! - dije apuntándole con un dedo acusador.
-¿Ése? Pero, si es muy mayor ¿no?- replicó mi madre.

Creo que él debió ver el dedo señalándole, sin piedad, por éso, se dio la vuelta rápidamente, yéndose por donde había venido.

Con dieciocho años, venía yo tan tranquila de la academia a la que iba, perdida en mis pensamientos pero, éstos fueron repentinamente interrumpidos.

-Perdón ¿nos conocemos?- preguntó un hombre alto y calvo que prácticamente había saltado delante de mí.

Examiné su cara y nada. Me contó que me había visto por la calle tal, que sabía que tenía una hermana ¡¿Qué?! ¡¡¡Me había estado vigilando!!! ¡¡Y yo sin enterarme!!

-Lo siento, tengo prisa- mentí.
-¡Eh! Perdona ¿eh?- dijo molesto y tonto.

Sería por la misma época, cuando tuve la fatal ocurrencia de ponerme en un banco de un parque, a hacer unos deberes. Entonces, noté como una persona se sentó al lado. Empezó a hablarme, estilo indio.

- Hola, ser Molibú- algo de éso dijo- y ¿tú?
-Sofía- mentí.
-Yo ser un inmigrante que venir aquí a trabajar en una fábrica...

Me mostré algo cortante y distante; sospechaba a lo que venía.

- ¿Tú tener niños? - preguntó

-No, yo no cuido niños- contesté.

-¡¡Noo!! Niños, tuyos, tuyos...

¡¿Qué?! No me lo podía creer; que tan joven como era, pudiera ni si quiera preguntarme éso.

-No.

-¿Tener novio?

-Sí-volví a mentir.

- ¿Por dónde sales?

-No salgo, no me interesa. Me pongo todas las noches a leer en mi cama y estoy muy agusto- contesté intentando dar la sensación de ser la persona más aburrida del mundo.

- ¿Tener teléfono?

-Sí, pero, me lo acaban de cambiar, no me lo sé- inventé.

- Y ¿móvil?

- No tengo móvil.

La cosa se ponía fea...

- Me voy. Me está esperando mi abuela para comer- otra mentira más.

También, sucedió por quedarme sola en otro banco, cuando se me acercó un anciano, que al final se despidió diciéndome que a él le quedaba mucha marcha en el cuerpo aún y que cuando quisiera que le llamase ¡Desgraciado!

No hace mucho, eran las once de la noche. Mis padres no venían y el perro no había bajado. Desobedeciendo las órdenes de mi padre decidí bajarlo. Un hombre joven se acercó.

- ¿Estás sola?

Noté como otro hombre cercano, merodeando por ahí, como un carnívoro esperando a su presa para devorarla.

-Noooo...- dije con voz temblorosa. Corrí y corrí como si de ello dependiera mi vida. Tras mis pasos apresurados escuché un:

- ¡¡¡Eh!!!

No supe cuando les dejé atrás, sólo supe que tenía que correr.

Me acuerdo del caso de esa chica; andaba tranquila por la calle, cuando un joven la miró con simpatía. Por cortesía, ella le sonrió. Pero, cuando empezó a andar, el joven la seguía y seguía. La chica se asustó y tuvo que acudir al amparo de un policía de las inmediaciones.

No muy lejos, mi hermana también estuvo a punto de llamar a la policía.

Con el tiempo saqué estas conclusiones:

- No se te ocurra quedarte sola en un banco más de cinco minutos.
- Recibe a la noche en compañía.
- Cuidado con escoger a quién le mandas tus sonrisas y demás.
- Que no te atrapen con hechizos de palabras bonitas o conversaciones que pretenden ser vistas como magia.

No permitáis jamás que nadie absorva todo lo que sois, que es lo que nos permite ser lo que somos, un yo, un tú.

13 comentarios:

almar dijo...

vaya historia!, no se que habria echo yo en esa situacion, pero seguro que me entraria algo de miedo.Un extraño?siguiendome y enterarme algun tiempo despues?,me dan escalofrios nada mas pensarlo,aunque tu le echaste valor aguantando y hablando con el,no muchas personas podrian hacer lo mismo.
salu2

Anónimo dijo...

WoW!!!

Que cosas te pasan, no se que haria yo, que yo recuerde no me ha pasado nada por el estilo...

Siempre intento pasar desapercibida, antes, solia ir al parque yo sola a leer me gustaba ir, solo a pensar o a camina; pero nunca me paso nada por el estilo, por suerte, y eso que donde vivo dicen que es peligrosa...

Ojala no te vuelva a pasar nada asi...

Y de cualquier manera, tomare en cuenta tus consejos...

Hasta pronto

Gavriel dijo...

Hola Esther!
Paso rápido a leerte un poco y saludarte. Espero que estés muy bien. Besos amiga!

Soledad dijo...

Son como una raza aparte, algo extraño que se cruza en tu camino de repente, sin avisar. Mejor evitarlos, si se puede; y si no se puede, no les dejes ver que tienes miedo.
Un abrazo.

abulico dijo...

uffff! hay que ver las cosas que te pasan. Creo que todo ese problema lo achaco a dos cosas:

1- hay mucho hombre necesitado
2- Aunque parezca soez,debes estar tremenda.

Lo primero tiene como solucion la castracion quimica, aunque creo que no es legal. Lo segundo es algo inevitable, y cuanto más inevitable es la belleza en una mujer, esta mas aumenta.

He vuelto!!!

saluditos!!!!

Anónimo dijo...

Bueno, hermanita. Cosas que suelen pasar y más a chicas jovencitas como nosotras. En fin, ¿Qué puedo decir? Pues nada, que son gente sin vergüenza y sin escrúpulos, que van a lo que van.Y de vez en cuando te puedes topar con alguno.

En fin, que hay gente para todo.

Hay que tener cuidado pero, no por éso vas a dejar de salir de tu casa. ¿No?

Es un riesgo que se corre y la vida es un riesgo, por lo tanto hay que arriesgar.

Un besito.

Anónimo dijo...

Vaya. Es horrible las situaciones por las que deben de pasar ustedes mujeres, sólo porque hay muchos imbeciles que las siguen creyendo débiles, y las siguen pensando suyas. Si anda con cuidado, pero tampoco vivas escondida en casa, que yo mi infancia la viví ahí metido por miedo, y vaya que me arrepiento de haber perdido esos años...

Dinorider d'Andoandor dijo...

feo no? pero pasan esas cosas, no sólo con ustedes las chicas, a los muchachos a veces también les puede pasar.

bueno es recordar estas cosas siempre pues el mundo anda peor que en las épocas de los monstruos, al menos esos se mostraban tal cual.

-Silencio- dijo...

Gente extraña eh?... uhmm cabe la posibilidad de perderse de conocer a alguien interesante no?... pero el mundo está en decadencia así que nos hemos convertido en seres prevenidos y desconfiados...

Buenas actitudes... no hay que fiarse de tanta complacencia y amabilidad de muchos "Extraños"...

Un abrazo!...

Rolando Escaró dijo...

lamentablemente ese tipo de cosas suceden ultimamente en todas partes, lo peor de todo es que andar a la defensiva o evadiendo charlas, nos priva de conocer personas verdaderamente agradables... claro, lo mejor es prevenir y evitar ciertas situaciones

Gavriel dijo...

Hola Esthercita!
Volví a leer tu escrito y como todo está relacionado con todo, rescato tu última frase:
"No permitáis jamás que nadie absorva todo lo que sois, que es lo que nos permite ser lo que somos, un yo, un tú."
Eso también tiene que ver con la esperanza para encontrar el gran amor de tu vida. Sé tú misma siempre confiando en bella alma y cree que un amor está en algún lugar y en algún momento te aparecerá. En fin, confía en ti y cree, fundamentalmente. Igual para tu hermana, mantengan firme la esperanza.
Besos y gracias por tus palabras en mi blog!
Gaby

Gonzalo Del Rosario dijo...

No vayas a hablar con un blogger que te manda comentarios bonitos . . . jajajajja

no mentira

Oe qué feo, pero por qué no le pateaste entre las piernas, así ya no te joderán más.

Dragón del 96 dijo...

No me imaginaba que hubieras pasado por todo eso. Yo puedo ser una persona muy tranquila y buena gente, pero cuando camino suelo fruncir el ceño, eso me hace ver malo y nadie me pregunta siquiera la hora. No será algo bueno, pero es efectivo.

Slaudos.