jueves, febrero 17, 2011

Bichos.

Somos el viento, el viento de la vida, dibujando percepciones, creando pirámides de pensamiento. Misterio que te escapas de los dedos. Pies vagabundos, aunque tengan casa, quizás.

Dibujamos nuevas aventuras, aunque muchas veces sean repetitivas, aburridas, cansinas. Pero, cada despertar conlleva un nuevo amanecer y cada paso, una letra que se escribe en nuestras páginas del tiempo. Cada letra, es una palabra y cada palabra, una frase; así va todo enredándose, deslizándose en una secuencia con sentido: es nuestra historia, propia y personal, nuestra, del alma y difícilmente hay pared perfecta para poder plasmar todo lo que conlleva nuestro ser. No importa. A veces, es como que bastara sentir lo que somos y llevarlo en el corazón.

Con esto, dicho, se me ocurrió enseñaros un pasaje de una de mis aventuras. No piensen mal... Sólo dio la casualidad de que una puerta se abrió y pasé a este pasaje de la vida, bien dispuesto para mí y para todos los que quisieran entrar. Fue un instante fugaz. Así, que aquí os enseño a unas "amigas". Se llaman bacterias y están muy agusto en esta especie de recipiente con placa, al que llaman placa Petri. Según nos cuentan, están de maravilla, ya que las han proporcionado todos los nutrientes que necesitan, simulando, probablemente, un cuerpo humano. Están dispuestas, como veis, en un medio. Existen muchos tipos de medios, según lo que se quiera cultivar. Primero, se siembran y luego, se meten en una estufa de cultivo, bien calentitas, a 37ºC. Al día, siguiente, vemos si han crecido.



Aquí vemos unas colonias ¡Algunas son gigantescas! ¿Qué entendemos por colonia? Un grupo de bacterias, de individuos. Las colonias son los circulitos que vemos por la placa. Se estima (eso sí lo sé), que cada colonia tiene 10 elevado a 8 individuos. ¿Qué te crees? ¿Que normalmente, es fácil ver a estos bichillos? ¡Claro que no! Son esos enanitos, que observan desde la oscuridad, que se esconden incluso en alguna parte de tu cuerpo o en algún inesperado lugar, en algún fruto de despiste de un árbol loco... Algunos conviven con nosotros desde tiempos felices; otros son los malos ¡Así que cuídense! No es una broma. Que algo no se pueda ver, no significa necesariamente que no exista. No se engañen: en cada lugar, puede haber un espía.

6 comentarios:

Esther dijo...

Lo reconozco, últimamente es como si fuera un poco una fisgona... Bueno, es divertido fisgar, según qué casos, claro.

Saludos.

abulico dijo...

Jejeje! Que fácil lo tienen las bacterias; cada una de ellas tiene su función, y nosotros, animales racionales, tenemos cinco millones de personas sin trabajo...

Dinorider d'Andoandor dijo...

epa! que buen post!

Esther dijo...

¡Je,je! Abulico, Ya ves... :)

Los perros también se lo montan bien, por ejemplo :)

Pugliesino dijo...

Es curioso pero el paro es un concepto que solo existe en la especie humana, y sumando las demás especies del mundo mucho mas seres que nosotros y todas tienen trabajo pienso que algo estaremos haciendo mal.

Sabia naturaleza :) Buen lunes!

Patricia dijo...

Bravo!! Estoy aplaudiendo de parada!! Me encanto el post...
Que palabras tan profundas para comenzar y luego terminar con la historia de las bacterias...menudas chiquilinas tan complicadas...otra muestra de que no todo lo que no se ve quiere decir que no exista...
A veces me he preguntado si no estaremos como ellas viviendo en un sistema mas grande y complicado y mas bien somos las observadas sin saberlo...en fin...
Besos, me voy me hiciste reir con lo del espia...ja ja ja