viernes, enero 25, 2008

El mundo de los perdidos.




¿Dónde estoy? No lo sé. Sólo veo un sendero, en medio de la nada. Tengo frío, sed, hambre. No paro de andar, llevo horas así y el camino nunca se acaba. Me duelen los piés, de tanto caminar. Y estoy cansada, no sólo físicamente, sino que también arrastro un alma decaída, porque no encuentra el "se acabó", la puerta que deje entrever el final, o al menos un lugar adecuado en el que resguardarme del ahora presente frío y de quién sabe qué peligros que acechan en la noche y... ...la noche, está apunto de llegar... ...busco mi lugar, busco mi camino y no lo encuentro. El tiempo pasa y no sé lo que hacer. Grito silencios, notas discordantes, notas altas, bajas, medias; incluso a veces,derramo el contenido del tarro de lágrimas, ésas que tanto lucharon por salir pero, que no pudieron o, simplemente perdieron esa fuerza, esa confianza que las hacía creer lo que son y por lo tanto,se resignan, omitiendo su función: regar. Sigo vagando por ahí, perdida... ...uso el móvil, ése que suelo tener bastante descuidado, pero, cuando me dispongo a llamar, desaparece de repente, ante mi sorpresa ¡¡¿Qué?!!


La noche llegó, antes de lo que yo quisiera y esperaba, la noche invernal siempre llega demasiado pronto; sólo son las seis de la tarde, no me apetece ni quiero dormir, sólo quiero llegar ¿Es tanto pedir? No me pienso rendir. A pesar del cansancio, mis necesidades físicas y de la pesada carga que tengo que soportar, sigo con mi marcha motora. De repente, entre tinieblas, en un árbol viejo y muerto, veo lo que parece ser un cartel; me acerco, encendiendo una luz portátil que funciona a pilas y que por suerte llevaba en la mochila. El letrero dice "El mundo de los perdidos" ¡¿Qué?! Sigo avanzando; llega un momento en que el camino queda separado de un precipicio, situado a mano izquierda. De repente, me encuentro con un extraño personaje que va en dirección contraria a mí. Su rostro está semitapado con una capucha y su cuerpo está envuelto en unas ropas amplias de color marrón oscuro. No puedo dejar pasar la oportunidad de preguntarle:

- Perdón ¿Qué es ésto? ¿Por qué estoy aquí?

-Éste es El mundo de los perdidos, aquél al que va toda la gente que se siente como tú ¿Por qué estás aquí? Sólo tú tienes la respuesta; mira en tu interior.

De repente, veo que hay un grupo de gente, que se tira por el precipicio.

- ¿Qué hacen? ¿Por qué? ¿No interviene?

- Simplemente, se rindieron y olvidaron que siempre hay una salida.

- Y ¿Cuál es esa salida? ¡Díme, por favor! - ruego desesperaramente.

- Siempre estuvo ahí y está pero, muchas veces pasa desapercibida a los ojos de la gente; es el empeño, la voluntad.

Repentinamente, ví la luz, la puerta y pude salir. Pero, a veces, se puede volver; la salida no es definitiva: volver, caminar, salir... ...no todos vienen a este mundo pero, algunos sí que ví, por esas tierras lejanas y no tan lejanas y las causas son de lo más variadas.

Así es este mundo o como se le quiera llamar.

12 comentarios:

Gavriel dijo...

Hola amiga!

Confieso que he caminado mucho por ese mundo, pero también que he hallado la puerta definitiva para no volver, y no es lanzándome al precipicio. Y te cuento que es una puerta que al abrirla primero te enceguece por salir de la oscuridad, y luego la vista se va acostumbrando a la luz hermosa y ya uno nunca vuelve a estar más perdido y regresa a ese mundo.

Abrazos amiga!

Gabi

Anónimo dijo...

Hola. Yo también estoy en ése mundo. No sé lo que hacer, no sé como conducir mi vida. A veces me he sentido como en un callejón sin salida. No sé como salir de ésto, ni de esta inseguridad. Pero, bueno, yo te digo que aunque todo pueda parecer imposible, imposible de alcanzar o de conseguir; hay que intentar no rendirse y nunca perder la esperanza.

Un besito.

Rolando Escaró dijo...

que duro camino hay que transitar algunos días

pero sobre todo,hay que pensar que no hay una única vía en esta vida, pues cada quien traza su propio rumbo

Warren/Literófilo dijo...

leyendote por un momento me senti perdido, no en la naraccion, es que tu ambientacion estuvo excelente.

Anónimo dijo...

Que desasosegante relato...Es un mundo tan frágil ese del que hablas...Solo basta con ignorarlo y aferrarte a la risa, a las cosas que realmente valen la pena vivir...Mira hacia delante, lo demás no importa,tenemos infinitas posibilidades de seguir probando si sale mal, no pasa nada,no tengas miedo a la vida ni a equivocarte, sigue tu instinto.Lagun siguió el suyo, y mira que bien le va...jejejej, ellos no tienen miedo, no lo tengas tu tampoco, porque la felicidad esta ahi.
Besotes!!!!!!
Para Lagun tambien!

Dinorider d'Andoandor dijo...

Pero a veces es tan difícil decidir, escoger un camino o el otro, a veces son tan excluyentes entre sí y hay tantas implicancias, a vecs es muy difícil

Princesa Dariak dijo...

Tal vez perderse en un laberinto propio es parte del aprendizaje, para volver a encontrarse.
...

abrazos de luz.

Brujita dijo...

Todos en algun momento nos hemos sentido asi, perdidos sin saber muy bien que hacer ni a donde ir, buscando la puerta correcta para abrirla y seguir adelante...

Y llega el momento que lo conseguimos al menos por un espacio de tiempo.

Besitos

Bea dijo...

Lo importante es encontrar tu propio camino. Cuando lo encuentres el mundo será tu guía.

Un besazo guapaaaaaa

Hot Woman dijo...

El camino que recorramos se convertirá en nuestro y en guardaremos lo bueno y lo malo. A veces nos desorientamos pero siempre encontramos el camino correcto.
Besos

Dragón del 96 dijo...

Que interesante forma de vernos a nosotros mismos. Si no queremos sentirnos derrotados, la cosa es levantarse y recorrer el camino contrario. Bonita historia.

Slaudos.

Leslie dijo...

Excelente forma de describir ese lugar donde todos hemos estado, te felicito por tu talento para transportar a tu lector exactamente a donde tu quieres... Exitos!!