domingo, noviembre 25, 2007

Envidia.



Las ocupaciones, compromisos, circunstancias y demás la habían impedido ver a su amiga durante buen tiempo. Pero, ella cumplía 28 años, la había invitado a comer y ya no se permitiría faltar por nada del mundo.

Su amiga estaba radiante, jamás la había visto así ¿Qué le pasaba? Pronto se enteraría.

- Tengo novio.

- ¿Cuándo empezastéis?

- Mi José y yo, llevamos dos meses.

José era electricista. Ya le había regalado un suave osito de peluche, una vela,lámpara y mechero en forma de corazón que cambiaban de colores. La amiga hablaba entusiasmada de cualquier cosa que representara José. Sus ojos eran un cielo de estrellas chispeantes, su boca brillo de luna, ella misma esencia de un sol risueño.

Recordaba cuando su amiga y ella se divertían juntas: en el cine, de senderismo o cantando todas las navidades después de cenar, alrededor de la mesa, mientras Rafa tocaba alegremente la guitarra.

-Formaremos el club de las solteras ¿Quién necesita a los hombres?- pensó ella alguna vez. Y se sentía bien, viendo que alguien estaba sola, sin pareja, como ella.

Recuerdos que se mezclaban con cada sorbo de café, de presente. Y ahí delante la tenía, alegre como las margaritas de primavera. Sin embargo, no se alegraba de la noticia ¿Por qué no podía sentir dicha por su amiga? Más bien, un extraño monstruo fue recorriendo sus venas, hasta instalarse en todas las partes de su cuerpo: envidia. Quería alegrarse, en el fondo deseaba que a su amiga le fuera todo bien pero, por otra parte no podía evitar sentirse así. Se sentía más sola; la ex-situación de su amiga la había hecho estar acompañada en el camino. Mirarla, escucharla y sonreír, creyendo que ése era un buen remedio para dejar a los celos volar en libertad.

Mientras volvía a casa, se dió cuenta que además del horrible sentimiento que le inspiró su amiga, los piés pesaban y el alma... ...recordaba aquel chico que estuvo detrás de ella durante un tiempo y al que no se atrevió jamás a hacerle caso y las anteriores oportunidades que había desperdiciado siempre. La vergüenza, indecisión y terrible miedo, parecía que serían sus fieles compañeros de vida.

Ahora, lo comprendía: lo que más admiraba y envidiaba a la vez, era el que su amiga hubiera tenido las agallas de decir:

- Sí.

Y ella, aún sigue teniendo vergüenza de los chicos. Se esconde como una cervatilla asustada cuando el amor toca a su puerta, en vez de mirar por la mirilla, abrir la puerta y saludarlo.

Y... ...él se fue en un tren y no volvió la vista atrás. Estaba bien, no le haría agonizar más en la espera. Mejor que no volviera a saber nada de ella. Sin embargo, su olor aún inunda la habitación de sus recuerdos. La melancolía entra por la ventana de su alma, entra y sale pero, ya no hace pupa; su presencia ya no es extraña. Y secretamente, cuenta los días del calendario, como si éso sirviera de algo.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

¡A mí también me ha pasado lo mismo que la historia que cuentas en el texto con una amiga! Yo creía que no era celosa ni envidiosa pero, quizás algo sí.

En fin, que a veces deseamos algo que no tenemos y cuando vemos que el de al lado por ejemplo tiene eso que nosotros desearíamos, no podemos evitar que la envidia nos coma la cabeza.

Un besito hermanita.

Dinorider d'Andoandor dijo...

a veces por quedarse tanto en el balcón tras las cortinas se pierde la fiesta de abajo

a veces es bueno ser mandado en esas lides

curioso que varias veces me ha tocado ser el impar de la mesa.

Trisha dijo...

ese sentimiento es lo mas normal del mundo, no es malo, es humano, natural, siempre y cuando no se vaya uno a los excesos, por ejemplo el caso que planteas es natural sentirse mas sola si tu compañera de soltería ya no lo es... en fin, cosas que pasan, que ya les pasaron a unas y a otras ya les pasará, de hecho como eramos compañeras inseparables de soltería y ahora esta tan entusiasmada que hasta piensa en un futuro con él, con toda sinceridad le dije: "pues cuando me digas que te casas, la verdad no me va a dar mucho gusto quedarme sola, pero sin embargo te deseo la mayor felicidad del mundo, ya no seremos las mismas amigas porque muy seguramente te dedicaras a tu nueva familia pero si te garantizo que cuando te encuentre por casualidad por ahi, te voy a saludar con mucho gusto".

Anónimo dijo...

Tu misma lo dijiste. A veces el corazón se esconde por no resultar lastimado. Habrá que enseñarle que un poco de dolor no es tan malo...

Anónimo dijo...



Uno siempre tiene miedo de las cosas... pero lo mejor esta en afrontarlos para no estar deseando la vida de los demas... y mucho menos pensar en que hubiera pasado si...


Gabriel dijo...

Vivir en pareja es necesario para nuestro desarrollo como seres humanos, no obstante, forzarnos para estar en pareja por el hecho que los demás se encuentra en tal situación es una decisión egoísta, mezquina y poco sensata.
Por eso, es mejor espera y, dejar al destino o al azar, que nos encamine al encuentro de alguien especial.
Un beso

flor dijo...

Todos nos comportamos como niños de vez en cuando. Lo importante es darnos cuenta y cambiar!

Te dejo un abrazo,amiga, de verdad

Dragón del 96 dijo...

Je, no quiero ser ave de mal aguero, pero que pase por una relacion tortuosa y vea que la envidia desaparecera sola en el futuro cuando alguna otra amiga le diga que esta enamorada...

Fuera de bromas, esas envidias pasan, mejor controlarlas que evitarlas.

Slaudos.

Julius Contreras dijo...

Lo malo de lo que pasa a ella es que no ha podido acumular relaciones que en un momento le hayan servido de experiencia. Ahora, aunque no es tarde, tiene que estar el doble de atenta ante cualquier desengaño. Pero puede todavía encontrar al hombre de sus sueños y ser feliz (aunque esa no es la fórmula mágica, como varón debo aceptarlo). Y esa envidia que siente, pienso, es muy natural y hasta humana: no somos perfectos. En ello está el lamento de no haber sabido aprovechar las circunstancias que le tocaron. Saludos.

ysraelg7 dijo...

Oooohh es verdad... ¿Quièn no ha pasado por esto?... a mi me pasò lo mismo con un amigo que solo disfrutabamos la vida a plenitud y cuando el me dijo que ya no tenìa tiempo, pensaba que era por que estaba en su casa o en su trabajo haciendo muchas cosas y un dia llegò acompñado y me presentò a su enamorada, confieso que era bella, pero èl habìa cambiado, yo seguìa siendo el mismo de siempre.... no deseo seguir contando esto, pero doliò mucho saber que esa "sociedad amical" se fue al tacho por que ya no era igual que antes, mi amigo preferìa pasarla con ella que conmigo.

Fue muy dificil aceptar eso.
Un beso y de veras me has hecho poner triste.

EXCLUSIVA- TEL.2076.6111 dijo...

HOLA ESTHER, QUE SENTIMIENTO TAN FEO ES LA ENVIDIA Y AUN MAS CUANDO SE TRATA DE UNA AMIGA, VERLA FELIZ DEBERIA SER LO MEJOR QUE UNO PUEDE DESEAR PARA ELLA. PERO DE ESTOS CASOS HE VISTO MUCHOS, DESPUES PASA.
MUY BUENO TU POST.
BESOS

Gavriel dijo...

Hola amiga!
No sé si habrá distintas clases de envidia. A veces envidiamos deseando lo que demás tienen. Otras, deseando que le vaya mal porque uno no soporta que no esté en la misma situación. En fin, somos humanos y podemos fallar. Lo importante es no perder nunca la esperanza de que algún día llegará el tren correcto con ese amor que no dejaremos escapar por nada en el mundo. Créeme.
Abrazos Esther!
Gab

Roky Rokoon dijo...

el tema es levantarse y recuperarse, siempre seremos ni;os, nos sentimos mas comodos ahi

Solo sentimientos♣ dijo...

Hola =D
me encontré con tu blog
y me gusto mucho lo que escribes
ojala puedas pasar por el mio ;)!

Saludos
y que estés bien ;)!

Anónimo dijo...

Estos sentimientos tan profundos, te deberían llevar a cambiar tu vida... no ha escribir cosas bonitas en el anonimato que te da internet... Cambia!! Se tu misma!! Estudia!! Conoce a chicos!! No te amargues a tí ni a tu familia!!! ¿No crees que ya es hora?

la dueña dijo...

joder! qfollon no quisiera estar en su pellejo .

un beso gracias por escribir siempre y que el leerte me relaje harto .