martes, noviembre 16, 2010

La enfermedad Sinsentido.

Atenpenia. Ruta en círculos. Cielo de estrellas muertas, de sol, de luna. Vaso vacío, vaso inútil que ni él mismo puede contener. Juego de blancos, blancos insípidos, blancos sin voz. Movimientos mecánicos; movimientos espantosamente inconscientes. Música muda, sin ser. Sonidos invisibles; transparencia. Figuras fantasmas o amorfas o sin nombre. Oír sin ver. Ver sin oír o ni oír, ni ver. Donde mal y bien son uno y la apatía es nuestra reina de corazones. Lugar concertado donde se pasea la ausencia del saber o vaga tras los rincones.

El sinsentido se ha comido la vida. Sin embargo, siguen sus faroles, iluminando las noches de estrellas sin sol; las han secuestrado. Las han dormido en la cuna del adiós. Las ha robado un maldito ladrón. Las luces trazan sus sonrisas de oro, de blanco, de plata; colorean la oscuridad, diciendo que aún hay una esperanza y que pese al cansancio, aún es posible alcanzar la lejana cima de La Paz.

El doctor Tiempo trata de escuchar al Sinsentido. Arquea las cejas, pensando en el "chaparrón" que le viene encima. Se atusa la barba, confuso. Se acaricia el cabello, cabello de calva. Visto lo visto, aplicará una nueva terapia, una terapia que no sabe si va a funcionar; entender al Sinsentido es difícil, curarle de su Sin impuesto - más cuando habla un lenguaje distinto, un lenguaje para el que no siempre existen traductores, una palabra de vacío...

Sin es una pústula, una carga pesada que llena del no al sentido y que, incluso, puede darle la muerte.

6 comentarios:

Esther dijo...

No espero que nadie lo lea, menos que lo entienda, ya que además no sé llevar nada, casi en ningún sentido,etc. y no lo digo por decir, aunque pueda parecer una exagerada. Sé bien por qué lo digo. Quizás sólo yo tenga el secreto completo de estas palabras. Otro Sinsentido más... pero, que apetecía tomarse con un vasito de leche con cola- cao, por ejemplo.

Por cierto, que inventé una palabra... Quizás si alguien entiende de clínica,lee y averigua de donde viene su lexema, pueda deducir su Sí- sentido.

Si no pasa nada seguiré tomando mis vasitos de leche y cola-cao por aquí, como "siempre" he sabido hacer.

Saluditos.

Dinorider d'Andoandor dijo...

tiempo y sin sentido, pasa

**kadannek** dijo...

El en fondo hay en usted una esperanza -así sea vaga- de ser comprendida. Me atrevo a decir que un anhelo disimulado por congeniar con otro esa sensación de Vácuo existencialismo.
Desconozco de dónde viene la palabra de la que habla, pero no insistiré en saberla aunque tenga curiosidad, ya que me parece, prefiere dejarla en el misterio.
Me gustó lo que escribió y pese a que pueda pensar lo contrario, le hallé sentido; Las contradicciones, la paradoja, un mundo de inflexión y confusión.
Me agrada leerle, estimada. Lástima habernos perdido un tiempo.

Saludos y abrazos.

Pugliesino dijo...

Atenpenia :)
Me lleva a atemperar, a lugar de un mapa, a destino, incluso a bebida, que por qué no, podría ser ese vaso de leche con cacao, también podría ser una figura literaria, o puede que el comienzo de todo, tal vez una estrella lejana, pero no será de estrellas muertas!
Porque sigues escribiendo.

A por el viernes! :)

Patricia dijo...

Dicen que toda obra lleva y llevara por siempre el secreto de quien la crea. Los ajenos a ese mundo nos quedamos para admirar pues penetrando errariamos.
Me gusto tu obra, no puedo negar pues me gustan cada que te leo...escribes esquisitamente, y aunque hoy me estremeci de punta a canto te recuerdo que es mejor crear un sol que dejar el cielo sin estrellas, saben porque se proclaman esperanzas quizas porque se puede llegar a la cima...o morir en el intento.
Te dejo con tu lechesita que debes cuidar esos huesitos, yo hare lo propio,
besos,

anuar bolaños dijo...

Ha llegado mi dama,
su pelo rojo le da al viento
un atuendo de fuego.
Su fragancia me sacude.

Soy un hombre maniobrado
por las circunstancias.
He perdido la desolación que me aislaba,
el dato esencial ya no es la quietud,
en mi rostro se instala la sorpresa.

No puedo hacerme a un lado
ante el aturdimiento que se acerca,
dejo que me alcance la catástrofe.
Quiero padecer de nuevo
el saqueo en las entrañas,
la fiebre animal en la sangre,
el insomnio delirante,
el triunfo inútil.


anuar.