viernes, marzo 07, 2008

El abuelo está loco.



Ahí afuera, había todo un mundo lleno de flores, de colores, de vida y sin embargo, lo único que conseguía ver era un paisaje invernal, el frío de la soledad. Un vasto terreno pobre en cosechas, se extendía ante sus ojos ¿Dónde habían quedado esas visitas, ese mínimo rastro de presencia humana? Habitante de las tierras del olvido. Allí estaba, rodeado de esas cuatro paredes y no era que en el asilo le trataran mal, sólo que ¿y la familia? ¿qué pasaba con ella? Era como que de repente, no tuviera pertenencia alguna a ningún grupo, simplemente era un ente separado, aislado del mundo. Y las visitas llegaban con cuentagotas.

- No tenemos tiempo- era una de las excusas pero, quién sabe, quizás era verdad, no lo sabía. Lo que sí que sabía era de la soledad, que llamaba a la puerta de su alma y le arañaba el corazón, esa visita que sobre todo se presentaba por las noches e iba entrando lentamente como la calmada brisa de verano. Al menos, por el día, se podía distraer de la frecuente sensación de ser tan poca cosa, que nadie podía ni si quiera escuchar su voz; había conocido a Eusebio, Pancracio, Avelino... ...solía ponerse por las tardes a jugar con ellos a las cartas, o se inmiscuía en una charla de cualquier tipo; cualquier cosa valía, así el tiempo parecía pasar más rápido y las nubes dejaban entrever aún la luz del sol.

Como cada tarde, se encontró con su nuevo grupo de amigos ¿cuáles eran los planes de hoy? hoy jugarían al "reloj, relojero", un nuevo juego que se le había ocurrido a Pancracio, en una de sus muchas horas de aburrimiento y soledad. No estaba mal el juego, era una cosa más para distraerse. De repente, algo mágico pasó; una señora mayor, más o menos sería de su edad, descendió las escaleras. Coqueta ella, con su collar de perlas de los años veinte, con una sonrisa dulce y bella y con unos ojos aún chispeantes de vitalidad, le cautivó; éso es lo que necesitaba él, sentirse querido y vivo. Pronto acabaron enamorándose. Ella era su amiga, su compañera, su llama de vida; gracias a ella, ya no era aquello olvidado dentro de un oscuro cajón. Ahora, había salido un poco más a la luz. Bien sonado fue el romance, tanto que no tardó en llegar a los oídos de la familia.

Un día, se presentó uno de sus hijos mayores... ...era como un sueño, no recordaba con exactitud cuándo le había visto por última vez ( su memoria ya le jugaba malas pasadas), pero, de lo que sí estaba seguro es que había pasado mucho tiempo desde que lo vió por última vez. Su hijo, no dudó en hacer alusión al tema principal.

-Papá ¡¿Cómo has podido?!- dijo con gesto de desaprobación- ¿no te acuerdas ya de mamá o qué? ¿Qué pensará ella ahí arriba donde esté?

Pronto se decidió sacarlo de la residencia y recluírlo dentro de casa; el abuelo, no se había convertido más que en un niño caprichoso, de ésos que no saben ni lo que quieren; además ¿Cómo iba a saberlo? Ya era demasiado viejo, chocheaba. Así, se convirtió en un sillón lleno de telarañas, podrido y carcomido de abandono.

Al cabo de un mes, le comunicaron que su novia había muerto. Él también estaba muerto, y ahora más muerto que nunca ¿qué le quedaba? contemplar las puestas de sol, los niños de la calle, la luna... ...sólo éso: contemplar, hasta que le llegara su hora.

P.D: historia que sucedió de verdad. Los nombres fueron inventados y algunas situaciones figuradas.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

MMM... Historia triste...
Creo que no hay derecho, para privar a alguien, de estar con otra persona...

Ps... solo pasaba a dejarte un saludo....
Hasta luego

Anónimo dijo...

¡Que triste historia! ¿Sabes? Yo creo que no deberían meter así en un asilo a los abuelitos así como así como si fueran un estorbo, un trasto viejo que ya no sirve para nada.¡No hay derecho! Así, como tampoco de privar al pobre abuelito de ver a la otra persona.

Yo si fuera vieja, no me gustaría pasar el resto de mi vida encerrada en un asilo.

Un besito.

Dinorider d'Andoandor dijo...

oh

es cierto usualmente pasa eso. los abuelitos acaban siendo tratados como niños sin derecho a tener sus sentimientos cuando uno hasta que muere deberia poder hacer lo que desee, es cierto q necesitan ya guía y alguien que auxilie pero tampoco alguien que como dice azulita, le trate como trasto viejo.

acá mucha gente con medios economicos en lugar de poner un cuidador por ultimo si son flojos u ocupados los embalan como si fueran encomiendas a los asilos y los dejan olvidados ahsta que mueran, es triste

Dinorider d'Andoandor dijo...

ah feliz dia de la mujer a tus lectoras y a ti

Julius Contreras dijo...

Bueno, lo del abandono en un asilo lo puedo justificar hasta cierta medida. Lo que si no paruebo para nada es el derecho que tiene otra persona a rehacer su vida, y sobretodo con un argumento tan cursi como el "ya no te acuerdas de mamá". El recuerdo genera más soledad, por más placentera que sea esta. Los hojos ya no son más los hijos si han decidido que un asilo sea el hogar de lapersona que tanto bienestar les ha prodigado. Entonces la persona tiene derecho a hacer son su vida sin consultar a nadie. Pobre vijo en verdad: la muerte le llegará lentamente,y es más doloroso aun. Abrazos.

la dueña dijo...

humm a mi me enctantan los viejecillos no se tu pero es q a mi me inspiran cierta tranuilidad y ternura uffff a mi siempre se me parte el ama cunado en parte de mi ciudad muchos de estos ancianos trabajan en muy malas condiciones ,
Una historia que hace pensar , una historia muy tristemente linda .
besos

Yessi dijo...

Una historia sin duda triste, que pena que uno se olvide asi de aquellas personas que nos han enseñado tanto...

Besos con mucho cariño.

Fernando Nerú dijo...

Querida Esther, me ha contristado sobremanera esta mustia historia, por lo cual te envio este poema que publique hace un tiempo un un diario de mi ciudad, espero que te guste, y espero recibir tu apreciacion del mismo:

"INVIERNO GRIS"

Mira como se fueron los años,
ya no queman las venas en mis
manos,
y el recuerdo se hace gris
tras los días que pasamos.

Mira como se tuercen los goznes,
con dolor y con llanto;
ya no son las mismas fuerzas
y se esconden las risas,
detrás del espanto.

Mira como tiritan los huesos,
se saben vencidos y ya no recios,
y mira como las sogas de mi cuerpo
no sostienen ya
ni el peso de mi esfuerzo.

Mira mi frente, estepa desolada,
llena de grietas nacaradas;
y mira estas blancas palmeras
sobre experiencias ya lejanas.

Mira mi boca, dependiente y hueca,
ya no martilla mi sustento,
y tropieza en el camino al hablar.
Mirala tan hueca y profunda
y mira el hoyo a donde he de parar.

Mira y se sustento en este invierno,
porque el dolor de ser viejo,
hiere menos que tu indiferencia,
y tu creencia de que serás siempre recio.

Mira como se van los años,
mira y toma mis frías manos,
y toma el débil conjunto de mis huesos cansados;
y en mis últimos días,
consume este dolor,
que yo beberé de tu descanso.

Fernando Nerú.

Brujita dijo...

que historia más triste... más cuando sabemos que eso ocurre en muchos casos, que la gente mayor, a la que tanto debemos, pasa a ser un estorbo sin derecho a nada... no deberia ser así...

entiendo que se les lleva a una residencia sino se puede ocupar de ellos como es debido, pero nunca que se les abandone en ella o que cuestionemos sus actos.

besines embrujados

Anónimo dijo...

Pufff que triste historia, la verdad, a veces somos tan crueles con nosotros mismos que no somos capaces de ver lo que han hecho por nosotros nuestros mayores...espero que los míos no se queden nunca solos.

Un beso y un abrazo

*ŠöLö_päLäß®ä§* dijo...

Algo triste... pero creo que es la realidad de muchos en esa edad... pero no creoo tener corazon para hacer eso con quienes lo han dado todo por mi!!


P.D SALUDITOS esther!! teniamos rato que no nos leiamos lol.. cuidate =)

G-russo dijo...

El principal problema que veo, es privar a alguien de ser feliz, de ser el mismo, hay sentimientos que no debemos ponerle restricciones, esos sentimientos que deben darse siempre y sin importar el que diran.......

markín dijo...

Los egoismos son así, el pensar siempre en uno mismo y no en lo que piensan los demás.

Todos tiene emociones, nadie es dueño de la verdad, ni de las emociones, ni de los sentimientos.

Qué triste saber que poco a poco nos podemos ir quedando solos, y cada vez menos comprendidos.

Por, mientra se puede... mucho cariño para los padres mientras tengan el ánimo y fuerza de recibir nuestro amor.

Chau.

Anónimo dijo...

Yo conozco muchas historias de personas mayores...La verdad, es que se les trata como si no valiesen nada, sin saber, que les debemos el presente a ellos, que son el pasado...
Las personas mayores, siempre he pensado que hay que respetarlas y tratarlas con más amor y cariño que a cualquier otro...Les debemos tantas cosas, aunque no lo sepamos...
Besos preciosa!

Leslie dijo...

Triste, pero hermosa historia...
Da pena ver como los padres dan todo por el bienestar de sus hijos, pero cuando llega el momento de ser los hijos que carguen con los padres, cuando los papeles cambian, y los ancianos se convierten en niños otra vez, muchas veces los hijos los tratan como lo que dijiste, quizas un sillon mas, o un cheque mas al mes que pagarle a un hogar para ancianos...
por otra parte, que lindo es ver que mientras estamos vivos, podemos encontrar una razon para ser felices, incluso, enamorarnos a cualquier edad!!

me dejo un poco triste... pero me encanto!

Un abrazo!