jueves, diciembre 14, 2006

¡¡Socorro!!



No puedo entender cómo pueden haber profesores que no se conforman con que les hagas un trabajo sino, que te obligan a exponerlo ¿Es que no entienden lo mal que te lo pueden hacer pasar? Bueno, no negaré que hay gente para todo, gente a la que no le importa salir delante de todos y hablar naturales, como si tal cosa; de todo tiene que haber... ...pero, a la gran mayoría de la gente le pone increíblemente nerviosa salir y hablar ante un gran grupo humano que están todos pendientes de tí y digo la gran mayoría porque no hace mucho que lo comprobé y va en serio. Bueno, ya sabíamos que nadie nos íbamos a salvar de esa odiosa exposición pero, la profesora preguntó en general:

- A ver ¿Quién quiere exponer el lunes?

Nadie contestó ni levantó la mano, silencio total. Alguien hizo un mohín con la boca, como pensando:

- ¡A mí no me saques, a mí no me saques!

Desgraciadamente, a mi grupo le tocó exponer el lunes. Bueno, al menos fuimos los primeros y por otra parte, cuanto antes expongas, antes te quitas la preocupación. Éramos cuatro y a mí me tocaba salir la tercera. Inevitablemente me llegó el turno ¡Me hubiera gustado tanto que hubiera un chaparrón, una inundación o un apagón de luces...! Pero, éso es soñar demasiado; estaba atrapada, era mi turno, no había vuelta atrás. Me puse muy nerviosa, sentía que iba a titubear o a temblarme la voz, a desentonar, a olvidarme de todo o a caerme... ...qué se yo, cualquier cosa. Pero, por otra parte no quería decepcionar a la jefa del grupo ni a ninguna de las otras compañeras , así que decidí no pensar y dejar abandonado el viejo y fastidioso "¿Qué dirán?". Además, alguien me dijo que debía tener seguridad en mí misma, así que pensé:

- Venga, puedes hacerlo.

Así que, me puse recta, miré al frente y empecé, centrando casi todo el rato mi mirada en un punto, en concreto, en la profesora, que estaba entre los asistentes:

- Bueno, pues yo quería hablaros de unos casos que nos parecieron muy curiosos...

Mientras hablaba, intentaba aparentar naturalidad pero, la verdad es que notaba mis orejas y parte de la cara hervir... ...quería vomitarlo todo y acabar de una vez. Después, sobre los casos la profesora me hizo unas preguntas y le contesté con firmeza. Cuando terminamos todo el grupo, la profesora nos felicitó y la jefa de nuestro grupo también me felicitó, dijo que le encantó mi intervención. No saben lo que me cuesta salir ahí, delante de todos y hablar como si tal cosa...

Pero, lo bueno es que todo pasó y ya puedo respirar tranquila ¡Uff! Al final no se acabó el mundo y nadie se rió de mí... ...y después me sentí feliz, satisfecha, pensé que había superado un nuevo obstáculo, que había eludido con gran maestría mostrarme ridícula; una sensación única.

Supongo que a la gran mayoría de vosotros no os gustará exponer, que miles o más probable, decenas de ojos estén pendientes de vuestros movimientos, palabras, qué sé yo...
Pero, desgraciadamente, a veces nos obligan y ¿Qué podemas hacer?

4 comentarios:

Dinorider d'Andoandor dijo...

creo que es mejor ser de los primeros para salir antes, el problema es que eres el conejillo de indias de los profes para ver que tanto chancan

Anónimo dijo...

no puedo postear

Anónimo dijo...

ahh por fin alguien .....no se que pasa con los blog pero , es un parto postear

YO les digo mis alumnos., tranquilos con confienza y seguridad , nada más que eso, para darles animo. Pero es inevitable ponerse ansioso ,nervioso y todos los sinonimos conocidos.

Y cuando estoy del otro lado como alumna en algun curso por ahi,trato de salir primero, y dar el discurso ja ja de a donde si los nervios son para todos iguales.

Un fuerte abrazo!!!!

Dragón del 96 dijo...

Detesto las exposiciones... pero eran un mal necesario. Incluso la última que tuve q hacer no me gusto, pero entendi (tarde) que es eso lo que te prepara para el lado laboral que te espera. Tener que exponer y hablar en publico es lo que se espera de uno para exponer sus ideas.

Me deje entender?

Slaudos.