jueves, junio 28, 2007

Ocho confesiones

Otra vez fue mi hermanita Blue Woman, la que me puso en este pequeño aprietillo. Pero, bueno, a mí me encanta hacer memes, así que aquí estoy ¡Manos a la obra!

Pero, primero, os explicaré de qué trata. Consiste en dar ocho confesiones de tí mismo, sin dejar de cumplir estas reglas:

1. Cada jugador cuenta ocho cosas sobre sí mismo.

2. Además de las ocho cosas, tiene que escribir en su blog las reglas.

3. Por último, tiene que seleccionar a ocho personas y escribir sus nombres/blogs.

4. Por supuesto, no olvidar dejarles un comentario de que han sido seleccionadas para este juego.

Yo, últimamente como estoy un poco rebelde, después haré una pequeña variación. Ji,ji,ji.
Bueno, ahí va...

1ª Confesión.


Creo en la legalidad a la hora de hacer exámenes y ahora la llevo dentro de mí, como tatuada en la frente y no me permito hacer trampas. Pero, ésto no siempre fue así; una vez, hace muchos años, en un examen de lenguaje, para sacar mejor nota, me escribí parte de una lección en una mano. Me pareció algo más cómodo que llevar una diminuta chuleta de papel o algo así... ...¿quién se atrevería a mirarme la mano? Por supuesto, no me pillaron pero, al salir del examen y al recibir mi nota no me sentí especialmente orgullosa, ni contenta, ni satisfecha. No me gustó la experiencia y desde entonces, me impuse el firme propósito de no volver a hacerlo jamás.


2ª Confesión.

No me gusta dormir en pijama, porque me siento incómoda.


3ª Confesión.


Dicen que en los gemelos siempre hay uno bueno y otro malo. Bueno, tópico o no, yo podría decir que en mi caso sí que era verdad.Desde pequeñita me encantaba fastidiar a mi hermana. De vez en cuando me inventaba un maqueavélico plan para poner en práctica. Les contaré una travesura, de tantas que hice, ahí va.

Entonces, eran ya tiempos de instituto. Siempre había un autobús que se encargaba de llevarnos al colegio y de recogernos. Aquel día, de vuelta a casa, mi hermana iba angustiada en el autobús porque había visto un sapo o una rana. Mi hermana detesta las ranas y sapos. Ella estaba en su asiento ida hacia delante, con cara de sufrimiento, desesperada, deseosa de que el autobús llegara a la parada nuestra para bajarse. Entonces, yo, con disimulo, paseé las yemas de mis dedos por su espalda, fingiendo como los saltitos que daría una rana. Mi hermana se revolvió, se puso aún más nerviosa e histérica, se miró la espalda una y otra vez... ...yo, por dentro me hechaba unas carcajadas, por dentro y por lo que no es dentro... ...¡qué bien que me lo pasé!


Muchas travesuras hice y no sé si se podrán imaginar lo bien que me lo pasé. Aún de grande puedo hacer alguna pero, ya son muy pocas... ...qué aburridos que podemos llegar a veces a ser los adultos.


4ª Confesión.


Me cuesta horrores hacer la cama. Es algo que detesto. Me parece tan casino...

No pocas veces me voy sin hacerla y cuando vuelvo a casa, una lluvia de gritos y de palabras que me sé de memoria, caen sobre mi cabeza. Me pregunto si algún día aprenderé pero, la cabezonería de mi signo parece que se manifiesta una y otra vez.



5ª Confesión.


Vale, puede resultar a veces un poco fastidioso admitirlo pero, lo admito. A pesar de mi edad no sé cocinar, ni siquiera sé hacer ni una simple tortilla francesa. Una vez sí que me interesé en aprender pero, mi padre me decía, por ejemplo:


- Límpiame la lechuga...


Siempre era lo mismo, nunca pasábamos a la acción. Así que me acabé aburriendo y lo dejé...
Sí que me dejaba seguir por ejemplo una receta de repostería, poner los ingredientes pero, a la hora de tocar el horno o los fuegos, no me dejaba ni acercarme...

Lástima que no me deje pues, dicen que los Tauro son buenos cocineros... ...ojalá fuera verdad ¿Cómo puedo saberlo así?


Todos mis hermanos que se interesaron por cocinar, acabaron igual que yo: aburridos. Algo debe fallar...

Pues, nada, que tendré que apuntarme a un curso de cocina o algo así.


6ª Confesión.


Una vez, necesitaba tomar el tren para ir a cierto sitio. Me equivoqué de día y me adelanté un día a mi cita. Cuando me dí cuenta de ello, ya era demasiado tarde: ya había comprado el billete. Pensé:


- ¿Cómo voy a pagarlo otra vez? ¡Ni hablar!


Así que me lo guardé y al día siguiente lo usé. Ya era un billete caducado; lo correcto hubiera sido comprar otro. Si me hubieran pillado y no hubiera tenido dinero me hubieran hecho bajarme en la próxima parada y ¡yo quería llegar a mi cita! El inspector se acercó a mi sitio:


- Billete... - demandó.


Me metí en el papel de la tranquilidad, del todo está en orden y no pasa nada , aunque no fuera cierto. El inspector no se dió ni cuenta, de forma automática dió el visto bueno al ticket. También tuve suerte de que no me tocara el inspector mayorcito con un gran mostacho; ése arruga sus bigotes y se fija hasta en el más mínimo detalle.


- ¡Uff!- respiré aliviada.


7ª Confesión.


Pocas situaciones son tan embarazosas como que se te rompa un pantalón. Para mi desgracia a mí me pasó. Iba al instituto, entonces. En el recreo cuando fuí al aseo, no sé cómo fue pero, de repente escuché un ¡ras! El pantalón se me había roto por delante, por la zona de la bragueta.


- ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! Y ahora, ¡¿qué hago?! ¡¿Cómo salgo de aquí?!- pensé.


-Venga, no tienen por qué enterarse. Sólo es cuestión de actuación...- me dije a mí misma.


Así que, sorprendentemente logré tranquilizarme. Lo más difícil fue llegar hasta la clase sin que nadie se enterara... ...me tomé mi tiempo, con cuidado de no cruzarme con nadie de mis compañeros de recreo. Como los policías cuando se esconden de un asesino peligroso, fuí arriconándome contra las paredes.


- Paredes ¡tapadme, por favooorrr! ¡Dios mío!- ése era mi ruego interno.


Ya en clase, me senté en el pupitre con las piernas cruzadas.¡Bien! ¡Así no se veía nada! ¡Genial!

Y después de las clases, aproveché la cercanía de mi mochila. Fuí por la calle, agarrando la mochila por delante, tapándome el desastre mayor y simulando como que me pesara muchísimo y me costara llevarla. Hasta que al fin llegué a mi casa ¡Bendita casa! Nadie se enteró ¡menos mal!


8ª Confesión.

No había sido consciente de ello, hasta hace poco pero, me temo que soy un poco tozuda.

Bueno, y ahora que ya terminé de confesar mis ocho pecaditos, el deber dice que tengo que nombrar a ocho personas para que continúen con este meme. Pero... ...pero... ...pero... ...¡Oh! ¡Sorpresa! Tú, bloguero, bloguera, por haber leído estás destinado a hacer este meme, si no lo hiciste ya y siempre que estés de acuerdo.

¡Ánimo con la tarea!

8 comentarios:

Ursula dijo...

Ja ja!, qué graciosas tus confesiones!!

Así que tú eras la gemela malvada?? pobre Sarita todo lo que le habrás hecho pasar ja ja!!

Sobre la cocina despreocúpate, yo soy Tauro también y modestia aparte cocino muy rico, pero aprendí a hacerlo después de los 30 años y ya casada. Simplemente porque antes no tenía la necesidad de hacerlo porque siempre había alguien que cocinara por mi. Ya llegará ese momento en tu vida y te darás cuenta que cocinar no es tan difícil y puede ser muy divertido.

Me he reído mucho con la historia del pantalón. A mí una vez se me rompió el bikini en una piscina, tuvieron que lanzarme una toalla para que pueda salir de ahí ja ja!!

Besos

Blue woman dijo...

Eres mala, mala.Ya me acuerdo de éso y de otras cosillas. Ji,ji. Y lo del pantalón. ¡Ja,ja,ja!

Un besito, hermanita fastidiona. Je,je

Bea dijo...

Guapa se me olvidó decirte que con (entradas atom) sí que pueden copiarte los textos. Miraré a ver si se puede quitar esa opción.
Es que claro en mi blog, esa opción no sale.
Weno ya hablamos y te digo.
Un besazo guapa!!!!

Dinorider d'Andoandor dijo...

oh pobre hermanita! la has hecho sufrir! jajaja

ver tu meme me ha hecho recordar que en el mio olvidé poner la ultima parte y no se lo chanté a nadie, jajaja

Dinorider d'Andoandor dijo...

oh viendo tus coemntarios veo que hablan de copiar textos

yo he ampayado a varios q copian texto de mi blog

:S

Dinorider d'Andoandor dijo...

ya veo que lo usaste

abulico dijo...

Me gusta tu segunda confesion...jejejeje

bueno,yo me puse en mente aprender a cocinar,y ahora...mi madre me hace cocinar a mi y ella no toca un fogon!jajajaja!

gracioso post,me ha encantao

SALUDITOS!!

Dragón del 96 dijo...

Yo tambien trato de ser legal, pero la vejez me tare malas costumbres, similares a la del tren que cuentas. Por otro lado... eres la GEMELA MALVADA!!! Noooo! No es posible!!! Jajaja!!!

Y algo peor que andar con el pantalon roto es el caminar con un zapato roto! Es vergonzosisimo pues todos se dan cuenta que cojeas y bueno, son recuerdos que me trajiste a la cabeza.

Slaudos.