sábado, noviembre 05, 2016

La bendición del aire libre

Tras mucho tiempo de exilio de la época blogueril y de personas que quisieron alejarme de su lado o no les importó ni valoraron cuando yo estuve allí, aguantando todos sus chismes, regreso fugazmente a esta época y... a este rinconcito azul. Un cuadro difuminado de mi rostro cuelga por aquí y una foto de perfil, dando la espalda, con un vestido de fiesta verde (quien sabe si pronto la haré desaparecer), me recuerdan el ayer.

Aunque mi rostro y cuerpo siguen siendo más o menos los mismos, dentro de mí... ¡Dios! ¿Qué pasó dentro de mí? Es como si me hubieran implantado otra alma y en cierta forma, ya no me reconozco. Tal vez, pensáis que debería alarmarme, al no notar además, mi corazón "pum, pum; pum, pum", pero no, estoy contenta con el cambio.
Varias personas arrojaron varias flechas sobre mí, personas que en la mayoría de ocasiones no llegué a conocer y que laceraron mi alma con venenos de mala educación, incomprensión o indiferencia. En ocasiones, mi tristeza entremezclada con la rabia, desató tormentas, sí... 

Y me pongo a pensar: ¿cuántas veces pasé sentada, escuchando o pendiente de personas que decían amarme cuando no era así? ¿Cuántas fotos sin sentido lancé al ciberespacio? ¿Cuántos textos? 

Derramé la sangre de mis lágrimas y caí al fondo de la tristeza y la desolación, pero hoy, al encontrar un texto que habla sobre las relaciones del ciberespacio, vuelvo a recordar que nada de aquello valió mucho la pena.

Perdí el tiempo en este mundo virtual, cada vez que pensaba y creía que de aquí y de sus habitantes podía surgir una relación especial y verdadera, pero no suele ser posible (no metan aquí a las personas que luego ven en la vida real). Algunos cibernautas me hicieron sentir especial cuando solo fingían, pero... una persona como yo, ahora se pregunta: ¿cómo pueden hacer eso? 

Y... ¿cuánto tiempo gasté aquí? ¿Cuánto duró mi sueño? Yo paseaba masivamente mi presencia: aquí, en facebook... y no era feliz ¿qué estaba pasando?

Hasta que un día descubres que has dado demasiada importancia a personas y lugares que no valían tanto la pena y que allí afuera, en nuestro mundo físico, te has estado perdiendo lugares y abrazos maravillosos. Da igual que sean una persona, dos, o ninguna: simplemente, son aquellas personas físicas que siempre has tenido contigo o quizás, el descubrimiento de alguna maravillosa. 

¿Qué buscamos? ¿Qué pretendemos al compartir todo lo que hacemos, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos? ¿Por qué podemos llegar a sentir rabia, tristeza o una bajada de autoestima por no conseguir muchos "me gusta"?  ¿Por qué hacemos fotos de todas nuestras comidas? ¿Por qué la misma foto con la misma vestimenta en diversos momentos del día? ¿Por qué nos centramos en contarle nuestra vida a un desconocido?  Creo que en muchos de estos actos, existe, en el fondo una imperiosa necesidad de atención y de amor (o falta de algo, otra cosa), un amor que quizás no se sienta en nuestro entorno físico y, ¡a lo mejor es por nuestra culpa!, por estar demasiado encerrados en nuestra jaula de cristal, por diversos problemas en los que no todos tenemos una llave. Pero cuando uno se encuentra agusto en su mundo físico, cuando es pleno y feliz, cuestiones como las de ser o no más popular en la red, tener más o menos amigos o, simplemente,cambiar la foto de perfil porque hace tiempo que no la cambio, pasan a formar parte de un segundo plano, al igual que tu presencia en la red. Simplemente, todo lo bañado por un toque cibernético deja de tener una importancia vital porque tu vida física te llena, en cierta forma. 

No deberíamos malgastar tanto tiempo en el mundo de internet: solo en nuestros momentos de ocio y cuando no tengamos nada mejor que hacer porque mientras perdemos el tiempo con personas a las que pensamos que les importamos (cuando solo quieren utilizarnos como desahogo o algún otro tipo de interés) o perdemos más de la mitad de las horas del día, allí en el mundo físico, nos estamos alejando de personas que nos aman de verdad o simplemente, aventuras maravillosas ( y no me refiero solo a grandes proezas como las de encontrar la salida en una casa de Halloween, sino, la de simplemente, pasar un día en la playa). 

Y no, tampoco deberíamos usar las redes sociales, etc. como simples desahogos personales. Ahora, que desperté, después de grandes decepciones, les aseguro que nada mejor que hacerlo con una persona que te mira a los ojos, que te puede abrazar o tú puedes abrazar o tal vez, darle una palmadita en la espalda y, sobre todo, que te quiere de verdad ¿Cambiaríais la experiencia humana por unos simples símbolos o por alguien que afirma amaros cuando lo más probable es que no sea así? Desde luego, yo lo tengo claro. 

Como les conté, salí de la pantalla y gracias a un golpe duro y final, encontré la maravilla del destierro: ¡era el aire! ¡ los árboles! ¡la vida! Y les aseguro que cuando a esta última, venga en la forma que venga, la pongan en el primer lugar, se atenuará todo su malestar interior, cuando sepáis qué y quiénes deben ocupar un primer plano y qué debe quedar en segundo lugar. 

Y sí, me imagino que este post no gustará a todo el mundo (¿pero acaso tiene por qué ser así?). Soy consciente de que podría provocar que cierta gente me eliminara de sus contactos, de su vida, pero... qué importa PORQUE QUIENES TE AMAN DE VERDAD, JAMÁS SE VAN DE TU LADO O TE DESPRECIAN, SOLO PERMANECEN, AUNQUE EN ALGUNAS COSAS NO ESTÉN DE ACUERDO. Y si esta premisa no se cumple, es que aquello que tenían aquellas personas no era algo de verdad. Así que en mi caso,  no tengo miedo porque como siempre, lo real se quedará.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

chavala, ¡qué equivocada estas! Que tú hayas tenido una muy mala experiencia, por lo que leo, no quiere decir que todos tengamos que actuar como tú sugieres. Yo soy madrileña y conocí hace 10 años al que hoy es mi esposo en unos foros. Él es venezolano y desde hace 7 años vivo con él en este maravilloso país. No con esto digo que las relaciones a distancia sean fáciles o que alguna no salga bien, todo puede pasar. Pero el tratar de convencer al resto que la tecnología no es un medio para acercar personas, sean amores, amistades, familias, etc, es de tontos. ¿Te has evaluado en esa relación que mencionas? Me explico, las relaciones, aunque sean a distancia, son de dos, ambas partes son problema y solución a la vez. Tú haces mención a un amor que dijeron tenerte pero que no demostraron pero para llegar a ese punto, ha tenido que pasar tiempo en esa relación. ¿Cuándo empezó a cambiar? Y lo más importante ¿por qué? ¿Evaluaste tu comportamiento, hablaste con él o con ella de lo que estabas sientiendo? Las indirectas alejan y destruyen, no son un arma confiable.

No te cierres a la experiencia de vivir.

Beauséant dijo...

Lo he dicho muchas veces y lo sigo pensando, le tecnología no es buena ni mala, simplemente es. A veces la usamos mal y nos genera frustración, pero no es culpa de la tecnología, es nuestra.

Las redes sociales, los blogs responden a esa necesidad de sentirnos únicos y especiales, de dotar de significado a vidas que, muchas veces, no son lo que esperamos de ellas.. Y eso tampoco es malo mientras seamos conscientes de que son un escapismo.. Cuando, como dices, empiezas a convertirlo en real y le das más importancia a tu facebook que a tu vida es el momento de salir corriendo.. y sí, los que te conocen y te quieren seguirán a tu lado, en el fondo no perderás nada importante ;)

Anónimo dijo...

Hola Esther ha pasado tanto tiempo...
Lo bueno es que ya te animaste a escribir...
Muy buenas tus reflexiones, felicidades...

Entonces ... ya no habrá Carta XXIX?

Saludos y beso.

Esther dijo...

Anónimo: Tú dices que vives con tu marido, le conociste... Yo en este post, me refiero a las personas que nunca llegas a conocer. No es saludable mantener relaciones así, sin nunca verse y tampoco recomendaría relaciones a larga distancia, menos sentimentales, al menos que seas ric@ (¡Je,je!). De verdad, muchas cosas y engaños. Que a ti te saliera bien, pues suerte la tuya, pero esa no suele ser mucho la realidad. Y bueno, respecto a mí, claro que me evalué. A veces hice lo imposible para mantener el contacto con ciertas personas, arrastrándome, escribiéndo e-mails, cuando ellas no eran capaces ni de mandar un "hola", encima fingiendo... Y tuve una "amiga" que, bueno, pues traté de explicarlo, me sacó cosas del pasado cuando yo más tranquila estaba. Yo le expliqué mi perspectiva y que ella era excepción y no me entendió. No todas las personas tenemos que ser muy directas ni CÓMO OTRAS QUIEREN QUE SEAN. QUIEN DE VERDAD TE AMA, TE ACEPTA CON TUS PROS Y TUS CONTRAS Y TODAS TUS MANERAS DE PENSAR Y NO TE DEJA DE LADO SIMPLEMENTE PORQUE NO ACTÚES COMO ELLA ESPERA QUE TÚ ACTUARAS. Y no tengo por qué seguir argumentando, contando cosas personales, etc. Solo que digo que no vale la pena, que todo suele ser aquí bastante falso y que eso, es más saludable el cara a cara o nada, porque además mucha gente te busca por interés, para que seas un pañuelo de papel... Más en internet. Que bueno, me estoy enrollando, pero que tengo mucho tiempo recorrido para concluír que no vale la pena y coincidir con el artículo de esa revista que leí. Si te salió bien y tuviste los medios, bien por ti, además, que al ver a tu marido, lo convertiste en algo físico. Es distinto. A mí, me han demostrado muy poco con relaciones del mundo virtual, y de verdad, todo lo que dije, insisto, lo he aprendido a base de batacazos. He tenido muchas relaciones por internet y con todas me ha pasado lo mismo y yo jamás hice nada, me comporté lo mejor que pude, incluso, interesándome en cómo le iban a personas que ni si quiera ya se preocupaban por mí. Lo que más me molesta son sus hipocresías.

Beauséant: Estoy de acuerdo contigo :) Pienso además, que la gente que necesita excesivamente exhibirse en una red social o contar todo lo que hacen, es que les falta algo en sus vidas, alma...

Anónimo: no lo creo, aunque quién sabe. Es como que un día las estrellas me hablaron y comprendí que ya no necesito buscarlas. Ojalá siga siendo así. Aunque nunca se puede descartar, aunque ahora me sonrían desde muy cerca y esperen tras cada amanecer a que las visite y también, después del ocaso, cuando ellas comienzan a despertar.

Un saludo a tod@s :) Y gracias por sus opiniones :)

Anónimo dijo...

Hola Esther, donde será que pueda ver tu rostro
aunque sea en un cuadro difuminado?

Ahora te comento lo que se formó en mi imaginación.

Yo, estrella,puse mi mejor sonrisa, hablé, y espero cada amanecer y...
también el ocaso, para decir que aquí estoy...

Beso y saludos.

Esther dijo...

Y ¿cómo puedo yo saber quién será el/la que se esconde tras este comentario? :) Imaginación al poder :)

Un saludo y felices fiestas y días :)

Gabriel dijo...

Nunca pensé que blogger también seguiría su camino al destierro

Esther dijo...

Gabriel, ¡cuánto tiempo! Me alegra ver a un viejo blogger, de con los que tenía contacto :) Me he desvinculado bastante de este mundo. Acabé pensando que mejor no desperdiciar mi habilidad por aquí y retiré muchísimos de mis posts, sobre todo los que creía que valían algo la pena. Me reservo mis razones, aunque cierta decepción que nunca esperé tener, también me afectó: una "amiguísima" virtual que entonces, creía que de verdad era mi amiga. También un hombre que para mí no existe porque dejé de existir para él. Pero es igual: nadie es imprescindible y ahora estoy feliz, con gente que sí que me aprecia. Esas dos personas eran de Internet, aunque quizás hubieron más, aunque jamás imaginé su abandono. Todo cambió para mí. Quizás también aquí. No descarto publicar algo medio decente, pero tampoco creo que sea muy importante. Quizás alguna opinión sobre todo. Nunca se sabe, pero creo que sí hay cosas que pueden ser determinantes para cambiar tu visión 360 grados. Creo que en escribir cosas decentes, prefiero ir por otros derroteros. Je je. Nunca se puede descartar que vuelva aquí, pero en el presente, es así :) Aparte, tengo un par de razones más :)

Bueno, me des ahogue un poquito, , aunque nadie lo lea ni le importe.

De verdad, que tuve una gran decepción con esta persona. Ya dije en su día que no era una amiga de verdad y a veces me he sorprendido pensando en cómo pude perder el tiempo con ella, dejarme comer la cabeza y molestarme en hablarla al diario, con mi mejor voluntad. Del mundo virtual, que más o menos, me cambió por otra. El todo muy superficial aquí. Realmente no conoces nunca a la persona ni de lo que es capaz. Es rarísima la ocasión en la que valga la pena. Y ya dije en mi día, que tengo historial, para consolidar mi versión. Sobre todo, ya digo, que está y otras razones propiciaron mi destierro. Me dije "No vale la pena" :) Pero quién sabe, quién sabe :)

En cuanto a lo personal, es raro que vuelva a creer en una relación virtual. :) No suelen valer la pena. :) Por otra parte, yo tengo la felicidad en ese sentido, por otro lado.


Un saludito :)

Anónimo dijo...

Es difícil creer en las relaciones por esta vía, vaya que lo es. A mí me cuesta muchísimo y eso que he tratado con personas muy majas, muy "sinceras" y muy serviciales. Sin embargo hay algo en mi que me frena a seguir.

Lástima lo de tu mala experiencia, aunque debes tener en cuenta que los engaños vienen de donde sea y por donde sea. El medio (en este caso internet) no es el causante de ese daño.