miércoles, abril 30, 2008

¿Fantasía o realidad?



Quizás, ya no hubiera pensado mucho más en aquel extraño suceso si no fuera porque, en un foro, vi a alguien interesado en los gnomos. << (...) esos pequeños hombrecitos que te quitan las cosas y otras veces te las cambian de lugar...>> Esas palabras en especial, resaltaron sobre las demás.

Recuerdo que tendría unos 16 años. Yo estaba en clase, sentada en mi pupitre, acostumbrada a la rutina que me tocaba todos los días. Sonó la sirena : tocaba recreo.

- ¿Qué me tocará después?- pensé desinteresadamente. Todo lo que debería saber que me esperaba, se había borrado de mi mente ¿Por qué? No lo sé. Quizás fue que acababa de empezar el curso y no me sabía el horario de memoria (lo más probable) o, quizás fuera porque la espesa niebla de la rutina o del despiste, habían acabado por minar mi cerebro. Tomé la agenda, la abrí y vi claramente lo que me tocaba después. La cerré y la dejé en gesto automático sobre la mesa. No pasó mucho tiempo para que volviera a necesitarla (no recuerdo bien para qué). Miré en el lugar en el que había dejado la agenda pero ¡no estaba! Me revolví como una anguila, miré el suelo, el cajón del pupitre, mi mochila... ...busqué y busqué : nada.

- Debe de haber sido alguno de mi clase- me dije con inseguridad- pero ¿para qué querrá mi agenda? ¿Algún mensaje de amor?- la idea de una declaración, me fascinaba y hacía acelerar mi corazón, aunque yo intentara convencerme de lo contrario. Yo era una joven fantasiosa en ese sentido, que aunque tuviera por costumbre dar calabazas a todos, en el fondo soñaba con alguien especial, incondicional, y unos brazos fuertes protegiéndome, rodeándome.

Podría haber denunciado el "robo" pero, no iba a armar un numerito si no estaba segura de lo que había pasado.

Cuando volví a mi casa, y tiré bruscamente la pesada cartera al suelo, mis ojos se fueron directamente a la estantería de la habitación. Allí, bien colocadita, estaba mi agenda. Eso también era extraño, ya que el orden, nunca ha sido una de mis virtudes. La cogí, incrédula, la palpé, miré cada una de sus páginas en medio de mi perplejidad: no había duda, era mi agenda. ¿Qué pasó? ¿Había sido imaginación mía? pero, si lo había sido ¿por qué después de no haber sabido lo que me tocaba,luego resultó que lo supe? Yo recordaba perfectamente haber mirado mi agenda, haberla tenido entre mis manos, haberme sumergido entre sus páginas ¿Estaba loca?

¿Sería un gnomo? No lo sé. Lo que sé es que yo a aquello no le encontré una explicación que me convenciera al 100%.

Se afirma que estos extraños seres, viven en España (aunque en mucha menor medida, que en los Países bajos). También alguien afirma que vio a uno.

Confieso que tiendo a no creer en esos pequeños, veloces y tímidos hombrecitos pero ¿acaso alguien tiene pruebas físicas de que no existan? Puede ser que...

Y yo, y tú, nos perdemos, de vez en cuando, en el laberito de nuestra imaginación. Creamos mundos distintos, personajes, situaciones. Así, aprendemos a huir de una realidad que cansa y nos afixia a veces, aspirando lentamente el humo de su cigarro. Y del ingenio, a veces puede salir un nuevo descubrimiento, una luz o simplemente, un suspiro.

Se me quedó esta frase de la película de ¡Vaya Santa Claus!: "Ver es creer, creer es ver". Pienso que tiene razón.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto. Ver es creer, creer es ver. Me gusta esa frase. Para ver hay que creer y para creer hay que ver. Yo no creo que existan realmente esos hombrecitos. Aunque, me encanta la fantasía nunca he creído en estos hombrecitos. De pequeña creía en brujas, tú lo sabes bien. Recuerdo que cuando estábamos comiendo creo, no estoy segura, de que mamá nos decía:

-¡Comed! ¡comed! que vienen las brujas!

Pero, el caso es que yo mientras comía me imaginaba a las brujas ahí fuera de la galería esperándonos con sus escobas y me creía que eran malas y se comían a los niños.

Ahora, ya no creo en ellas. Aunque, dicen que sí que existieron de verdad. Que en realidad eran mujeres normales y corrientes; no son así como las pintan con la escobita voladora y el trajecito con ese sombrero. Sinó, qu eran mujeres normales, como tú y como yo, sólo que eran supersticiosas y creían en cosas raras y hacían hechizos y cosas así y creo que además eran una especie de curanderas. Creo que eran de la edad media si no me equivoco. Y las mataban condenándolas a morir en la hoguera y no sé si de otras formas también porque, se creía que eran ellas las que provocaban sequía en las cosechas, plagas y cosas así. No sé, si ésto será realmente cierto pero, lo sé porque creo haberlo leído hace mucho tiempo en alguna parte.

También oí o leí en algún sitio que las sirenas eran malas. Que cuando los marineros se hallaban navegando por el mar, ellas se acercaban a sus barcas y se ponían a cantar con una voz que tenía magia o algún encanto especial que les encandilaba y hacía que los marineros se enamoraran de ellas. Pero, entonces ellas se los comían.

Bueno, no sé. Lo más probable es que sean simples tonterías. Pero, quien sabe? entre lo de las sirenas y las brujas, creo creerme o poder creerme lo de las brujas pero, lo de las sirenas no.

En cuanto a los Gnomos yo creo que es mentira aunque, hay veces que algo por increíble que sea es cierto pero, no sé. Por cierto, creo haber oído o leído hace mucho tiempo eso de que habitaban por los Países Bajos y España. Pero, hace tanto tiempo....

Y sí, que es raro lo de la agenda, sí. Pero, lo más probable es que te despistaras y creyeras ver la agenda en un librito que en realidad no lo era. O te imaginaras haber mirado la agenda cuando realmente no la habías mirado. ¿No?
De vez en cuando puede pasar.

Bueno, hermanita. Creo que me he enrollado bastante.

Un besito.

Gabriel dijo...

Me parece triste crear personajes o situaciones benefactoras en nuestros sueños o imaginación aunque no queda otro camino debido a la cruda realidad con que chocamos día a día.

Val dijo...

Prometo leerte. Lo voy a hacer.
Pero por ahora sólo te digo que estás nominada. ¿Para qué? Pasate por mi blog y te vas a enterar... :)
Saludos!

Rolando Escaró dijo...

yo creo que muchos de esos cambios (desaparición o cambio de lugar de objetos) son sólo malas jugadas de nuestra memoria, a veces hecemos las cosas tan mecanicamente que no nos percatamos que faltan ciertas cosas

aunque creo que a veces es mejor darles otro tipo de explicación

Abril_de_otoño dijo...

pues yo creo,
que puedo hacer soy una soñadora fantasiosa a morir, y sabes? me encanta serlo...

tengo una experiencia muy marcada, sabes que les encanta amarrar los cordones de las zapatillas?
pues si y lo he verificado muy cierto es, jeejej tengo una experiencia muy bella con estos seres extraños pero fascinantes....


besos y un gusto leerte,

abril_despidiendo_abril

Yessi dijo...

Pero que hermoso texto, me ha encantado, quizas por que hay en el una gran cantidad de inocencia, y es algo que no es común ver en estos días...

Besos.

Brujita dijo...

Ya te digo yo si existen!!! y te pierden cosas, vacian la nevera, fuman tu tabaco... cambian cosas de sitio.. al menos eso hacen los que pululan por mi casa, sin hablar del pitufo que tengo escondido en el ordenador ;)

Besines embrujados