
El oculista o ¿ El doctor pesadilla?
Mi hermana se equivocó al mirar el calendario; la semana pasada me asustó cuando me dijo que teníamos que ir al oculista pero, bueno, me puso en sobreaviso de que la temida fecha de la que no quiero escuchar ni mencionar, se acercaba.
Hoy, hoy es cuando me tocó irme de excursión a las hermosas estancias hospitalarias, como siempre empujada por mi padre y nada más y nada menos que a uno de mis médicos favoritos, el oculista ¿ Puede haber algo peor? Lo malo, es que estoy condenada a ir, tengo antecedentes con problemas oculares por los dos bandos: por parte de padre y madre. Por tanto, más me vale ir por mi bien, para que las cosas no empeoren. Pero, si por mis padres no fuera, seguro que haría lo mismo que mis otros hermanos, de los que mi padre opina que son unos abandonados.
Me pone nerviosa ir al oculista; he ido en compañía de mi hermana e inevitablemente el promotor de todo esto y ella se ha reído de mí:
- Papá ¡Mira que cara de angustia tiene Esther!
- Porque es tonta.
Allí esperando, en ese pasillo estrecho por donde iban y venían doctores, donde otro gran gentío esperaba; un pasillo feo y horrible que no sé porque extraña razón me recuerda a los corredores que hay en la cárcel, ésos donde habitan los presos destinados a la pena de muerte ( por suerte en España éso no existe; creo que aquí no somos tan salvajes aún). De repente, se escucha por el micrófono nuestros nombres y apellidos ¡Horror! ¡Llegó la hora final! ¡Última oración! ¡Última voluntad! ¡Procedan al testamento! Entro. Como siempre, la doctora llama a mi hermana a la silla que desprenderá las corrientes eléctricas, porque ella es la mayor; las horrorosas gafotas descansan ahora sobre su nariz, en la pizarra se reflejan los números. Yo lo único que hago es esperar mi hora, soy un manojo de nervios que pone su mano angustiada en el cuello; que lo único que desea es evadirse sin conseguirlo.
- Dime ¿Qué número es el de ahí?- procede la doctora.
- El siete.
- ¿El siguiente?
- El cuatro
...
El médico mete a las gafotas de mi hermana otras lentes, se ve que mi hermana no atinó bien, cosa de la que no me he enterado, ya que lo único que me he dedicado a hacer ha sido poner la mano en mi cuello, encogida por el temor. Al fin alzo la vista y pregunto a mi padre:
- ¿Ha fallado muchas?
- Todo, me parece que esta no se va de aquí sin gafas.
Venedicto final de mi hermana: es un poco miope, 0'5 diotrías; y tiene un poco de astigmatismo. Necesita: gafas para leer pizarra, ver la televisión o conducir.
Ahora, recuerdo esa vez en que nos pusieron gotas para dilatar las pupilas y se pasaron tanto, que tuvimos que estar el resto del día medio cegatas; en el instituto, no pude hacer gimnasia, lo único que veía eran unas manchas borrosas ( se supone que eran personas) corriendo por ahí.
Ahora, te toca a tí, Esther, vamos a la silla de la muerte. La doctora pregunta antes por mi estado. Yo digo que estoy bien; desde hace poco he notado que me cuesta más ver las letras de la televisión pero, no, debe ser que aquel día no estaba bien o, que no tenía las gafas muy limpias. Me callo, y que todo empiece y acabe cuanto antes; tengo baja actividad mental, estoy sometida a la voluntad de la doctora, ya no soy nadie. Comienza la tortura; las piernas me tiembran y también un poco la cabeza.Sus descargas eléctricas me obligan a responder. Resultados: sus diotrías han aumentado a una en cada ojo y además es un poco astigmática, aunque mucho menos que su hermana; que le cambien los cristales y las gafas las usa para lo mismo que su hermana ¡Uy! ¡Qué alegría! ¡Miope y astigmática! Bueno, al menos no tengo que llevar gafas permanentemente ¿Qué me tocará al siguiente año? Mi hermano, dijo que las diotrías aumentan hasta que terminas por desarrollar, así que espero que ya haya terminado mi proceso de mutación, para que no aumenten ¡Por favor!
Me pareció escuchar que el médico al que más temían los españoles era al dentista, pero yo lo prefiero al oculista¿Qué médico se podría decir que es el preferible? ¿Aquél que te pone las gafotas? ¿El típico del "Desnúdese"? o ¿el que te sierra los dientes?

El dentista ¿diseñador de orografía bucal?
Mi lista, empezando por el peor, y acabando por el mejor:
- El número uno, el campeón : no sé quién se lo merece más, si el oculista o, el destripador de ropa, son los dos tan "agradables"...
- El segundo puesto: para el diseñador de tu orografía bucal.
Seguro que hay más doctores pesadilla pero, por suerte, no he merodeado aún por muchos de sus lugares.
Y ¿tú? ¿A qué médico odias más ir? ¿Tienes tu lista de doctores pesadilla?

El ginecólogo o ¿ El destripador de ropa?
Es en estos momentos cuando mejor entiendo a mi perro, cuando no quiere ir al veterinario.