¿Sólo charlar?

Hace tiempo, pensé en hacer un post como éste, pero, no me animaba a hacerlo, por si podía resultar demasiado escandaloso. Al fin, me llegó la fuerza del coraje. Sólo me queda decir: léelo sólo si estás preparad@.

Yo era una chica de 19 años (creo, no recuerdo bien), que vivía y vive bastante tranquila y satisfecha con su familia. En esos días, estaba fascinada ¡por primera vez tenía internet! Así que , imagínense, yo frente al PC, totalmente enganchada. Una noche, se me ocurre meterme a un chat. Conversación virtual por aquí y por allá... ...de repente, un tal Arcángel quiere hablar conmigo.

Arcángel: - Hola

Yo:- Hola ¿Qué edad tienes?- Enseguida me doy cuenta de mi torpeza ¡Me tienen dicho que es de mala educación preguntar la edad de repente! Pero, bueno... ...seguro que no es para tanto.

Arcángel: - ¡La suficiente para que me la puedas c#&@*r!

Me quedo estupefacta pero, enseguida me recupero.

- Ah ¿sí? ¡Ahora verás!- pienso.

Yo: - Pues yo tengo ochenta años ¿ves? ¡Las viejitas también usan las nuevas tecnologías!

Arcángel:- Pero,aún tienes dientes ¿no?

No contesto a éso.

Arcángel: - Por supuesto que sí. Venga, que tomo el coche y te espero en la Avenida Z.

Desvarío, le insulto. Digo algo fuerte, que podría hacer ésto más escandaloso de lo que ya es. Así que mejor dejémoslo ahí.

- Un pico y una pala y a trabajar; éso es lo que te hace falta- llego a decirle.

Me tomo ésto como una cuestión de justicia social. Me siento como una especie de justiciera, con espada en mano, quizás, que piensa que tiene que poner a ese individuo en su lugar. Creo que me lo estoy tomando demasiado en serio.

Arcángel: - Bueno... ...tú te lo pierdes.

Bueno, por una mala experiencia, no me voy a amedrentar; no todos van a lo mismo. Con el tiempo, vuelvo a las andadas y me encuentro cosas como estas:

- Hola, nena ¿quieres hablar de sexo?

- ¿Quieres verme desnudo por webcam?

- Es que estoy tan solito...

Voy cerrando y cerrando ventanas, como una autómata.

Con el pasar del tiempo voy observando un fenómeno frecuente: los que siempre quieren hablar conmigo son del sexo opuesto. Curioso...

Por otro lado, hay otros que te resultan super agradables. Pero, no te engañes, que son lobos escondidos bajo piel de cordero.

- ¿Tienes messenger?- dicen.

-No me ha dicho nada extraño, parece agradable ¿Por qué no?- piensas y se lo pasas ¡¡¡Terrible error!!! Empiezan a engancharte por aquí y por allá, con una excusa u otra y tú, si no eres muy dura, vas aceptando, es que te da penita...

Desde el primer día te piden una foto.

-Venga, no seas así, no creo que te vaya a hacer nada- y se la pasas. ¡Mal! ¡Muy mal! ¡Fatal!

Y así y así, hablando día tras día, se va formando más confianza. No te estás dando cuenta, pero, te estás sumergiendo en una espiral y la espiral sigue y sigue creciendo y cada vez te es más difícil salir. De repente un día te sorprenden miles de piropos y demás comportamientos extraños.

- ¿Qué le pasa a éste?-te preguntas- ¿Será lo que estoy pensando? No, no puede ser.

Si intentas aclarar la mente, responden:

- Es broma...- seguramente, excusa para no quedar mal.

-¡Aaaaaah!-piensas, no muy satisfecha.

Últimamente, el chat va perdiendo mi interés. Si entro a alguna sala me siento como entre una manada de lobos que buscan una presa. Yo soy la presa y estoy ciega ¿dónde está el agresor? Me siento indefensa y desprotegida ¡Socorro! ¿Terminará ésto en fobia? Y supongo que no todos son así, no sólo en el mundo virtual, sino en la vida real pero, me cuesta tanto creerlo...

Lo que está claro es que en un chat, se puede aprender mucho:cosas que nada tienen que ver con las matemáticas, química, filosofía o física.