Mirando el blog de Heavy bm y su triste adiós, gracias a su último post me percaté de algo que me pareció verdaderamente triste.
Y viniendo al tema, he observado que en España (no sé si ésto sucederá también en otros países) la gente es cada vez más remolona. Gran cantidad de nosotros vamos con la hora justa a todos lados; entramos a las clases o al trabajo como arrastrando los piés y salimos con la rapidez de una dinámica ráfaga de viento. En algunos servicios públicos la gente huye del trabajo antes de tiempo, quizás diez, cinco minutos,depende del caso. Las personas ya no quieren cumplir su horario efectivamente, incluso en el ayuntamiento de mi ciudad los funcionarios se permiten el lujo de abandonar temporalmente su trabajo para ir de compras, por ejemplo. Yo, no iba a ser menos. No sé por qué será pero, siempre voy corriendo, a veces con la hora justa; otras, con algo de retraso. Antes no me pasaba ésto, la puntualidad no es mi fuerte este año o ¿Qué me pasa? o, mejor dicho ¿Qué nos pasa? ¿Estamos cansados? ¿Demasiada rutina machaca a nuestras energías? ¿Soy la única que nota un ambiente contaminado por una pesadez infinita?
Desde pequeñitos nos enseñaron a ir a la guardería, al colegio... ...en definitiva, a estar presentes y dar la cara a nuestras obligaciones.
Tengo que decir que el que diga que trabaja con gusto ¡Es mentira! al igual que el que cuente que le encanta estudiar o cumplir con sus obligaciones ¡Anda ya! ¡No me digas que no preferirías mil veces más estar tumbado a la bartola,o, divirtiéndote en aquello que más te gusta , o, dedicándote a lo que verdaderamente te importa! Quizás alguien exclamaría, entonces:
- Pero ¡El trabajo me importa!
Y yo digo:
-Sí, es cierto pero ¿Por qué te importa? Por la subsistencia. Pero, si ésta no dependiera del trabajo ¡Qué diablos estarías tú haciendo allí! Seamos realistas: nadie trabaja por placer, sino porque no tiene más remedio, aunque sirva de excusa para sentirnos mejor, para encontrarle un sentido o ¿Quién sabe para qué?
Bueno la cuestión es :
¿Cuánto tiempo podemos dedicarle a lo que verdaderamente nos gusta?
Piensa:
- Cuántas puestas de sol te has perdido
- Cuántas oportunidades no has podido aprovechar para estar con los tuyos.
- Cuántas escapadas al campo no has podido emprender.
- Cuántos gratos encuentros te estás vetando con aquel amig@ al que no ves desde hace tanto tiempo
- Cuánto hace que no vas a un buen restaurante
- Cuándo fue la última vez que fuíste a ver jugar a tu hij@
- Cuánto hace que no te sientes libre
- Cuánto hace que no sales de entre cuatro paredes
...
¿Algo más?