Autor de imagen: desconocido
Tu pelo:
manantial de amaneceres
o desierto de atardeceres
Tu genio:
Tempestad chirriante
o sol sonriente
Tu abdomen:
montaña de cielo
o cráter sombrío
Podría seguir
con el cuatro-cinco-seis
pero... qué más da, qué más da
cuando de tu boca nace
el azucarado mar de tu voz
y tus manos son como nidos
de veranos del amor.
Porque el amor es como la paloma
que se posa en tu balcón:
calla el grito del invierno
con la eterna flor del amor.