El día 1 de agosto se sentirá radiante, feliz. Una maleta o una pequeña mochila se apoyará en su cama. Seleccionará el equipaje con cuidado: meterá las ropas del buen recuerdo, de lo bonito, de lo que brilla, aquélla coloreada del inmenso abrazo de un mar susurrante, agradable, protector. Desechará la fea, la oscura, la pestilente, la que más odia, o eso creerá porque ésta acabará encontrándola igual, entre esa ropita bonita de colores de arcoiris. Y esa ropa horrible, odiosa y roñosa se reirá con carcajadas aparentemente maliciosas que ultrajarán el aire; por lo menos, se habrá librado de sus fantasmas, la habrá encerrado en el baúl del olvido por un tiempo. Sonrisa maliciosa, sí, desagradable, chirriante pero, de repente, verá como lo negro, lo maléfico se borra: al fin y al cabo, sólo ríen las voces de la experiencia, del pasado, las que sólo pretenden cuidar, proteger, aunque no tengan siempre una voz agradable. Entonces, redescubrirá a las voces del tiempo y sabrá de su eternidad en el horizonte de sus días y de su particular sabiduría. Las aprehenderá de nuevo, las hará suyas , hasta que otro día las vuelva a encerrar bajo un pesado candado de vacía indiferencia y, todo será así, como un flujo constante.
P.D1: Voy a estar ausente un mes más o menos. Perdonen si no contesto e-mails, etc.
P.D2: Les dejo una foto que hice del castillo de Alicante, visto por detrás, que si les gusta se la pueden quedar. Estaba nublado y el día ya bostezaba y dejaba caer la noche...
Castillo de Santa Bárbara (Alicante). Junio del 2009.
P.D3: También les dejo una canción, por si quieren entretenerse. Otra pequeña historia en el mundo...
Los fresones rebeldes- Bajo la luz de la luna.