Mi diario, mis cosas, mi rinconcito donde plasmar pensamientos en "papel", mi "casita" azul, zona de entrenamiento, mi jardín alejado del mundo...
viernes, mayo 25, 2007
Noches románticas
En el quiosco sacaron una colección de literatura romántica, toda de la misma autora. Las tapas eran bonitas, atractivas y de letras doradas nacían los títulos. Así que, me puse a coleccionar.
Muy pronto, y con mucha ilusión decidí sumergirme en aquellas historias. Fueron muchas noches , antes de cerrar los ojos, en las que abría el libro dispuesta a soñar, imaginar, sentir... ...y cada vez, eran más libros los leídos y menos los que se habían salvado de mis ojos curiosos. Fue entonces, cuando empecé a aburrirme; aunque agarrase un libro diferente, la historia parecía ser siempre la misma. Bajo la principal y por lo general repetitiva historia de amor, siempre había una trama, como un secuestro, por ejemplo, que siempre acababa felizmente. Los finales, siempre felices: el amor triunfaba por todo lo alto y fueron felices y comieron perdices...
Así fue cómo me dí cuenta de que mi hermano tenía razón :aquellos libros eran todos iguales. Mi hermano hacía una interpretación de aquellos libros muy afín a lo que eran realmente. Me pareció divertida y en poco tiempo la hice mía. Así era la literatura del amor, según mi querido hermanito:
Fulanito: - Ven, nena ¡Te quiero ya!
Mengana: - ¡Nooooooooo! ¡Yo no te quiero!
Fulanito: - ¡Que sí!- Fulanito erre que erre...
Así, llega el gran día: el ACTO.
Fulanito: - ¡¡Ummmmmmmm!! ¡¡Nena!!
Mengana piensa: - ¡¡Uy!! Pues sí que me gusta...
Así termina todo. Fulanito y Mengana se enamoran locamente y veo sonidos de fiesta, campanas, champán en copa... ...y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Sinceramente, yo esperaba algo diferente, algo menos previsible. Con el tiempo, aquella jovencísima dejó de lado aquellas noches románticas.
viernes, mayo 18, 2007
Una inquilina muy especial
Unos amigos de mis padres vendrían aquel día a visitarles. El plan de ellos era, después, ir a un parque enorme que hay en mi ciudad y quizás tomar algo.
Era la típica etapa adolescente en la que tus papás te querían seguir tratando como un@ niñ@ (al menos en mi caso).
Aquel día, mis padres eran los que se empeñaban en que viniera con ellos.
-¡Que no quiero venir! ¡Qué aburrimiento!- decía yo.
-Tú te vienes- contestaba mi madre con una voz firme y potente que no daba lugar a réplicas.
Al final, me tuve que aguantar ¡Qué remedio! Acompañé a mis padres y a sus amiguitos exteriormente tranquila pero, en mi interior ardían llamas asesinas.Casi no escuchaba sus conversaciones; estaba aborrecida,furiosa y como ida. Lo único que deseaba es que aquello no se me hiciera muy largo para poderme ir a casa de una vez. No me imaginé nunca con quién me iba a encontrar en el parque; una vez dentro, allí estaba, en el molino viejo. Estaba en la misma varandilla en la que estaba apoyada y enseguida captó mi atención. Era una paloma como la de la foto. Me acerqué y enseguida me dí cuenta de que no era como las demás; en vez de huir despavorida, se dejó agarrar por mí. Tenía como algo pegado en la pata,lo que mi padre identificó como hongos, y cuando andaba cojeaba. Sorprendentemente, mis padres me dejaron llevármela a casa. La instalamos como a una señorita, en una habitación de mi casa, por aquel entonces vacía. Compramos pienso especial para palomas y la pusimos en tratamiento untándole la pata cada día con yodo. En poco tiempo se recuperó y dejó de cojear. No tardamos mucho en dejarla andar por la casa y pasearse por la varandilla del balcón. A veces, se iba a un edificio colindante y luego volvía. Hasta se dió el lujo de hacer una visita a la entonces vecina del piso de arriba ( ésa fue la primera vez que se escapó y acudimos inquietos a buscarla, hasta que nos acostumbramos a sus escapaditas). Sé que debería haberla puesto un nombre pero, en el fondo sabía que no se podía quedar en el piso por siempre, aunque yo prefería no pensar en ello.
Un día, nuestra profesora de clases particulares de aquellos tiempos, nos comentó que tenía un hermano que tenía un palomar y al que le encantaban las palomas. Así que aquél fue su destino. Aquel día ví con tristeza como se alejaba el todoterreno de mi maestra, con nuestra palomita dentro. Sí, fue triste pero, esa tristeza se convirtió en todo lo contrario, cuando al cabo de una semana más o menos, nos llegaron noticias: la paloma estaba ya en el palomar y estaba muy feliz porque estaba rodeada de otras como ella.
Siempre estará en mi recuerdo, como otras tantas cosas; fue una inquilina muy especial.
domingo, mayo 13, 2007
Contradicción
Las cuatro paredes que me rodean ahora, el aire viciado de esta habitación, la ciudad, el autobús, el coche, los bares y restaurantes, los parques, la carretera y el asfalto, las almas desconocidas que pasean de aquí para allá... ...todo tiene sabor a realidad. Y a veces, me gustaría tanto rebelarme contra ella... ...pero, la maldita realidad me sigue, me envuelve y me vence una y otra vez. ¡Yo no quiero realidad: quiero algo más! Quiero sentir, quiero volar, quiero recorrer el mundo entero, quiero... ...¡Yo que sé lo que quiero! Quiero mucho y nada.
Ayer tarde me perdí, desaparecí del mapa y nadie lo supo. No os puedo decir el sitio; en verdad que estuve allí pero, ¡Ssssssshi! Es un secreto. Quizás hayas estado en él, quizás no. Ya no era un minúsculo punto más del gran universo: fuí tierra, aire, agua,desierto, quizás nube, sol... ...estuve en un lugar que nadie sabe, sólo yo. Y en cada uno de mis pasos busqué. Busqué un libro mágico y fantástico,un árbol especial, un ángel, la llave de un lugar mágico y su puerta, la entrada al mundo de sueños...
Las piernas pesaban pero, no pesaban;los piés dolían pero, no dolían; el calor cansaba pero, no cansaba. Porque aunque no busque, busco. Porque aunque no sueñe, sueño. Porque aunque no quiera, quiero. Porque aunque no espere, espero. Porque aunque no crea, creo. Seré y no seré. Es un "sí" pero, es un "no" y es un "no" pero, es un "sí". Y tanta contradicción... ...es de humanos ¿verdad?
viernes, mayo 04, 2007
Pase al horror
Algo que detesto es encender la televisión y encontrarme con una imagen como la de arriba: un hombre vestido de luces para cometer un hecho heroico: matar a un animal. Esa capa roja y la mano traicionera que la mueve. Un toro que siente como le clavan esas lanzas( no sé cómo se llamarán realmente esos artilugios, ni me importa). Chorros de sangre, último aire respirado enmedio de la agonía, caída final, llega la muerte, corte de orejas y sangre y más sangre.
- ¡Qué espectáculo más bonito!- siguen pensando algunos.
¿Bonito? ¿Realmente es bonito algo en lo que sólo se respira el sabor de la muerte? Respeto las diferentes perspectivas que puedan haber por el mundo pero, no puedo entender cómo puede haber alguien que vea hermoso un espectáculo semejante. Para comprender en todo su sentido una situación, pienso que no hay nada mejor que la empatía: ponerse en el lugar del otro. A ver, seamos un poco actores, imaginemos que somos el toro que sale al ruedo, creámoslo por unos instantes: ¿qué es lo que se siente cuando sabes que te van a matar? ¿Te produce placer que atraviesen tu cuerpo de lado a lado? ¿Qué me dices del sabor de la sangre que mana de tu boca? ¿y cuando te cortan tus lindas orejitas? ¿Y cuándo antes de salir al ruedo te pegan fuertemente en los riñones para que estés cansado? ¿Cómo te sentirías cuando te dejan unas cuarenta y ocho horas en penumbras para que cuando al salir al ruedo te ciegue la luz? No te gusta ¿verdad? Pero, si eres el protagonista ¡¿Por qué eres tan desagradecido?! Todos te miran ¡Eres la estrella!Y sí, yo ahora, toro, soy la estrella de la muerte.
No puedo asegurar nada pero, no sólo digo que a día de hoy no pienso jamás ir a ningún espectáculo de ésos. Para mí, nada puede justificar tan macabro espectáculo, unas muertes tan absurdas; no me importa ni si quiera que sea una tradición, las tradiciones salvajes no son más que un absurdo más de este mundo y no deberían existir.
El vídeo que os dejo , trae imágenes muy lastimosas, así que si piensas que esto puede herir tu sensibilidad ,no lo vas a poder soportar,etc., puedes pasar de ello. Yo os cuento que sí que lo ví y que me dió una pena increíble.
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