Deviantart.La veo. Su sombra deambula por la noche; se cuela en un pensamiento y entumece el corazón con un frío aroma de pasado. Un fantasma. Un hueco de ausencia en la pared. Silueta humana y misteriosa: ¿será hombre? ¿mujer? Los contornos vacíos de su cuerpo no me dicen la verdad; no hablan a través del tiempo; no rescatan las voces secuestradas, apartadas, marchitas por un insensato final. Voces... ¿cómo será su voz? ¿Liviana, alegre y vital, como la de una pluma? o, ¿grave, somnolienta y potente, como la de una pesa? ¿Y sus ojos? ¿Tendrá los míos? ¿Le devolverá el lago de un espejo mi reflejo? Si es así, lanzará su láser de indiferencia, anulándome, negándole a la naturaleza lo que es obvio: que él o ella pertenecen a un país: Mi Yo. Si la envoltura externa no habla de mí, lo harán las montañas internas de su alma; puede que en un brochazo inscrito en la profundidad de su oceáno o, en la fina línea de un perfil que acaricia el horizonte. Él... o ella ¡Maldita sea! ¡Ni siquiera puedo saber su sexo! ¡Ni un maldito y
puñetero sexo!
El mapa político de
Eurovisión. El mapa que cuelga en la pared de un lugar cualquiera. Músicos, escritores, sonrisas, paragüas, lluvia, sol... ¿Dónde estás? ¿Qué es de tu vida? Te busco en un recuerdo de blanco hospital, en una cuna que nunca fue tuya, en un abrazo y en la brisa de un beso. Abrazos... sonrisas... girasoles de un sentimiento que nunca te di. Horas, momentos, días, crucigrama de un destino que se perdió por el retrete de un pavoroso error.
La noche del olvido, los duendes inquietos de mi imaginación y un corazón parcialmente hambriento son las monedas de mi crimen: donar un óvulo a cambio de 1000 Euros.