¿ A qué sabe la basura?

Tenía 14 años. Era un día normal,como otro cualquiera de aquel entonces. El sistema era el siguiente: por la mañana tocaba madrugón pues, a las nueve menos diez ya había que estar en el instituto, después tocaba salir a la una y media o así, para volver a estar ahí a las cuatro.
Mi padre tiene el defecto ( y lo sigue teniendo, porque le digan lo que le digan le da igual: es un cabezón) de pasarse con las comidas. Y es que él es del norte- centro de España, y contra más al norte vayas más parece comer la gente. Muchas veces, hemos ido de viaje a su tierra y me he fijado que much@s señor@s están bastante gorditos. El caso, es que aquel día, mi padre, como suele hacer, llenó el plato de comida y no lo llenó más porque no le cabía, sino... ...es un exagerado ¡ en serio! tanto así, que tuvimos un gato en casa y de tan bien alimentado que lo quería tener el pobre animalito murió empachado. Aquel día, ahí fuí mascando pacientemente pero, el plato no acababa nunca, parecía que en vez de menguar, crecía y crecía... Como ya me había pasado esto varias veces, y sabía que mis padres no me escuchaban, sino que me hacían comer a la fuerza y los tenía, sobre todo a mi madre, vigilando como una sargento, pues me busqué una táctica. Sí, a mi madre la tenía delante, pero de tanto que se aburría verme comer se quedaba dormida como un tronco sobre la mesa. Entonces, yo aprovechaba y empezaba a esconder la comida en un montón de sitios, envuelta en servilletas:

- En las mangas de los jerseys,o de las batas de estar en casa.
- En las zapatillas.
- En los calcetines.
- En el sujetador.
- En las bragas.

Luego,cuando mi madre pensaba que lo había comido todo y daba su consentimiento para que me largara del lugar de mi tortura, yo iba derechita al aseo, sacaba secretamente todo lo empaquetado, lo tiraba al water y hacía que se perdiera por las tuberías de la ciudad. Pero, al igual que tarde o temprano se descubre el pecado, mi pecado se desveló por lo que tendría que buscarme otra táctica...
El día en que todo ocurrió, mis padres creo que decidieron irse al salón a tomar el café mientras veían la TV, y allí solita me dejaron. Por lo que , aproveché y lo que simplemente hice es ir presurosa al cubo de basura a tirar la fuente de mi tortura. Pero, sorprendentemente mi padre tuvo una intuición; abrió el cubo de la basura y allí se encontró con la comida envuelta. Me dijo que me la comiera. Yo protesté, además tenía prisa pues, por la tarde tenía clase.

- Come o sino, no vas a clase.

Yo no quería perderme las clases por nada del mundo, así que como tras mucho insistir no conseguí nada, comí; luché con todas mis fuerzas por comer aquello. Lo miraba y tenía pelos, y pelusilla de esa negra que se saca con la escoba por aquellos sitios donde no se limpia a menudo. Mi boca notaba un fuerte y desagradable sabor ¿ cómo definirlo? más bien se parecería a podrido ¡ puag! Luego me lavé los dientes y costaba que esa peste desapareciera de mi boca. Mi padre no tuvo piedad de mi, se salio con la suya.
Hoy en día aún sigue pasándose con las comidas. Cuando no puedo más, soy más práctica,¿ cuál es mi nueva táctica ahora? pues bueno... ...mi perro es un pedigüeño y envidioso y cuando comemos siempre ronda por debajo de la mesa, a ver lo que encuentra y también pone sus dos patas delanteras sobre nuestras piernas, a ver si inspira lástima.Él y yo nos hemos hecho cómplices, yo le llamo en voz casi imperceptible y le paso un trozo de comida por debajo de la mesa. A veces se queda cerca mío, ya sabe que yo ( a diferencia del resto de mi familia) soy generosa.
Con respecto a mi comportamiento, está la típica frase o pensamiento que pudiera decir cualquiera: - Con la gente pobre a la que le falta comida y tú la tiras...
Cierto es, pero, por otra parte pienso que yo no tengo por qué empacharme porque otro sector esté muerto de hambre. Que yo me empache no va a solucionar el problema, además de hacerle sentir a mi estómago peor. Además sería una hipocresía porque yo nunca he estado en esa situación. No sé lo qué es... ...por tanto, no lo sé ni lo puedo sentir realmente.
Así nos arreglamos mi amigo y yo...