viernes, mayo 01, 2015

Carta XXII

Querido:

 Vengo de un mundo perdido donde los marineros me ofrecieron migajas a cambio de un poco de faena. Caía la noche y el desierto me pegaba el aliento sobre mi espalda. No importaba. Debía estar contenta con esos marineros que me prometen unos cuantos euros de felicidad, sí. Un futuro en el que mejor no pensar y sus desdoblados dientes que espero que no me engañaran con sus promesas porque EL MUNDO ES UNA METIRA.

 Me encantaría hacerte partícipe de mis aventuras corrientes, soporíferas, pero llenas de color rojo vivo, pero... simplemente, no puedo. No vale la pena. Desconectada del mundo y de tu silencio incoloro ¿Qué se supone que más podría hacer?

 Y allí me perdí, en el sofá del descanso. Ver las notas de las horas pasar como el éxtasis de una droga, una droga que, por suerte no consumo. Y tratar de barrer... barrer...

Allí, en el salón, frente a mi figura mortecina, apareció Bridget Jones, Bridget Jones que perdió a su pareja, pero luego...

Un lago. Un espejo que quizás imaginé. Y esa sensación de que ya no supe lo que viví. ¿Te ha pasado alguna vez? Dime ¿Te ha pasado?

Terminó la película y los restos de moribunda lluvia rodaron por mi piel. No me preguntes por qué, pero así fue. Entonces, cogí un móvil y ella me preguntó : "Cuéntame, cómo te fue". Llevaba las alas de un ángel y un tatuaje invisible que decía "Siempre estaré contigo". La lluvia se mezcló con el sol y así, mostraron su contraste.

 Bridget Jones dijo:

 - Se puede tener 33 años, el culo como dos balones de fútbol y ser feliz.

 Quise creerla. Su perfume de Lacome era realmente exquisito. Pero de repente, me dije:

- LO QUE SUCEDE EN LAS PELÍCULAS SOLO EXISTE EN LAS PELÍCULAS.

 Querido, dejo ya de construirte estos peldaños de decadencia, solo por hoy. Aquí esperaré la noche próxima donde el día se confunde con la noche y la noche con el día. La que no te espera y a veces, sí.

 Felicity Nmc/Esther/ Justiciera del amor/ Elisabeth/ Estefani... como quieras.

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