viernes, enero 28, 2011

En el banco de Julia.

¡Pobre Julia! Esperó y esperó pero nunca apareció. Esperó a un ser fantástico y especial que inflara el globo de su corazón de gotitas de amor correspondido. Ella sólo quería eso: abrazos de cariño que rondaran por las espaldas de una vida; dos lunas que danzaran en el triunfo de un sol, un guante especial que calzara con su propia mano y fuera su compañero de viajes...
Tanto caminó por los capilares dilatados de la espera que...



¡Cuidado! ¡Que no te pase lo de Julia! Aunque no te lo creas esto suele pasar bastante a menudo y aunque no lo quieras, aunque no escarbes en los muros de inconsciencia: es inevitable nuestro destino final. Conclusión: no esperes al hombre perfecto pero, ¿cómo borrar esa gravedad inevitable de soñar?

El hombre... Mira. Habla. Viene. Va. Todos tenemos nuestra gruta del secreto. Pero ¿qué estará pensando él ahora, en este momento? Sí, ahora, que le ves ahí, tan ensinismado en su mundo o parece un poco invadido en la nube de un colchón o está tan ocupado... ¿Qué pensamientos secretos seguirán el baile de su corazón habitualmente? El mundo del cerebro es tan hermético... ¿De verdad no te pica la cucurachita de la curiosidad? Pues ahora tienes la oportunidad de saberlo; el científico dibujante descubrió una nueva fórmula, no para ver los diferentes componentes histiológicos del cerebro y su actividad ¡no! ¡Esto capta pensamientos! ¡Sí! Y los saca de su máscara de invisibilidad. Esto es lo que sacaron de un varón cualquiera... bueno, en realidad de todos los que utilizaron en la muestra.




¿Sorprendida? No, ¿verdad? Vaya cosa que nos dicen... Si esto ya lo sabíamos nosotras xD

Aunque suelen decir los sabios del lugar que no hay regla sin excepción. "¿En serio?", decimos. Quién sabe... El problema es que el libro de la vida es muy grande y los estados anárquicos de la regla general, tan diminutos para esas páginas enormes... ¡Encima dicen que los cazadores furtivos de los mundos oscuros los están cazando! Les arrancan el corazón y se lo comen; casi, casi como en Blancanieves. ¿Cuántos quedarán? ¿Dos? ¿Tres? Nada, chica, que lo más probable es que acabemos acompañando en el banco a Julia. Pero, si encuentras esa excepción, tu propia estrella de oro, no seas tonta, cuídala. Cuidad vuestra danza eterna del sol; que más quisiéramos muchas ser tan ricas ¡Que hay mucho hambre!

P.D: estas animaciones las encontré en algún lugar y me hicieron reír, quizás por dentro, quizás por fuera o ambos... Lo siento, pero, es la realidad. Asumidlo. Es así y punto. No hay más. No pido a nadie que lo lea ni que concuerde conmigo pero, es así. Se siente...

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