miércoles, julio 26, 2006

Tres patadas a Coffee Anan


Era un perrito, aún cachorrito, caniche como mi perro, sólo que un poquito más grande. Era todo negro,cariñoso y bien redondito. Tenía unos ojos marrones redondos y tiernos y tenía cara de no haber roto un plato en su vida. Para resumir, todo él era un bombón.
La historia de este perrillo comienza en Portugal. Es un cachorrito adorable, que se encuentra en la jaula del escaparate de una tienda de mascotas. Ve como la gente se acerca: niños , adultos y mayores. Gente de todas clases, de todas las edades , razas. Le señalan con el dedo índice , le hacen carantoñas e incluso niños que se acercan con sus padres piden con toda insistencia que se lo compren, no accediendo sus padres a sus decisiones. Por fin, se acerca una pareja española, que ha ido a Portugal de vacaciones y le sacan de ese mundo al que el cachorrillo se ha acostumbrado tan bien, donde decenas de miradas se posan en él día tras día, como si fuese una atracción del circo. El varón de la pareja tiene a su madre, que vive sola y piensa que el cachorro puede ser un buen regalo para su madre, ya que así no estará tan aislada. El único inconveniente es que a su madre no le gustan los perros. Sin embargo, el hijo piensa que ya se acostumbrará, que al entrar en su corazón no será capaz de separarse de él. Pero, no es así: la mujer refunfuña cada vez que el perro se mea o se caga, cada vez que tiene que sacarlo al parque... ... el perrito tiene una dueña que siempre o casi siempre está malhumorada , que no le habla, que no le dedica ninguna caricia, que ni siquiera le mira. Así llega un día en que la mujer ya no lo soporta más y dice a su hijo que no quiere al perro. Ahora, es el hijo el que tiene que moverse para deshacerse del perro y como caído del cielo, se encuentra con mi padre. Surge una conversación entre los dos, en la que el chico pregunta a mi padre que si quiere un perro. Dió la casualidad que mi padre tenía un compañero que estaba loco por tener un perro, a lo cual respondió que sí. Es así como el cachorrito cambió de dueño. Su nuevo dueño estaba loco por él. Le llamó Coffee Anan. Pero, su mujer detestaba los perros. Un mal día, dijo a su marido que no lo aguantaba más. De esta forma, Coffee Anan regresó a manos de mi padre. Y así entró por la puerta de nuestra casa, el catorce de abril del 2004. Nosotros, ya teníamos a Lagun, que por aquel entonces, tendría dos años. Los dejamos juntos a los dos, creyendo que podríamos hacernos cargo de él sin ningún problema, ignorantes de lo que pasaría a continuación. Lagun aceptó de muy buen grado la compañía del perrillo; le olió el morrete y el culete y seguidamente lo abrazó con sus cortas patitas y bailó la danza del amor.
Mi hermana y yo le dijimos a nuestro padre: - Papá, mira lo que hace Lagun.
Mi padre dijo : - Déjale, ya se cansará.

Pero, Lagun demostró ser un excelente bailarín , siguió y siguió...
El pobre Coffee Anan comía, y ahí seguía Lagun, Coffee Anan bebía y allí seguía Lagun. De esta forma, pasaron dos horas( sin exagerar porque lo vi en el reloj). Lagun hubiera seguido más, si no fuera porque ya no podía ni con su alma. Cuando todo terminó, Coffee Anan junto con la galería terminaron bañados en semen y Lagun en su cama , jadeando del cansancio, tanto que parecía que de un momento a otro se fuera a ahogar. Lógicamente, no podíamos tener así a dos perros, mis padres concluyeron que no podían estar así.
Tomada la decisión, yo intenté buscarle dueño en mi entorno. Primero, intenté que se lo quedase un amigo, que se lo hubiera quedado de buen grado si no fuera porque su madre no quería perros. Después, a mi profesora de academia de entonces, pero, ella me explicó que en su casa ya había una perra, y ya saben lo que puede suceder en un descuido con una perra y un perro cuando se juntan y más si fuera con mi perro Lagun.Pero, al final, mi madre dijo:

- Mejor lo llevamos a la protectora de animales, no sea se lo demos a alguien y haga lo mismo.

El último momento del día que estuve con él, estaba sentada en el sofá de la casa y lo tenía en mi regazo. Por última vez, miré su tierna carita y mientras las lágrimas salían de mis ojos y bañaban mi cara, articulé:- Lo siento Coffee Anan. Tú no tienes la culpa. La culpa es de la gente tonta que no considera suficientemente las cosas dignas de considerar.

Así fue como Coffe Anan , se fue para nunca más volver.Al final , tuvimos noticias suyas : alguien ya lo había sacado de la protectora. Espero, que al fin encontrara un hogar definitivo donde le quisieran.

El de la foto no es coffee Anan, es el culpable, Lagun, pero al que quiero un montón.

3 comentarios:

Dragón del 96 dijo...

Cuando tenía a mis perros vivos tenía uno macho y dos hembritas, Zashe fue la última y fue hembra. Pero antes de ella estaba Bayito con la que nunca pudieron compartir un lugar en la casa. La primera vez sucedio años atrás con el primer celo, las dos se vieron y desde entonces siempre qu elohacian lo hacian para pelear a muerte. Más de uno en mi familia guarda las cicatrices de querer separarlas. Igual, eso no nos detuvo y decidimos quedarnos con ambas... a cierta hora del día soltabamos a una y encerrabamos a otra. Cruel, inhumano, talvez pero funcionó por mas de 10 años. Hasta que Bayito murió y Zashe disfruto la libertad total los dos últmos años de su vida.

Quiero a los perros.

Aliseafreeanimal dijo...

el perro da un poco de miedo....
gracias por tu mensaje esther tu blog esta tan bien muy currado, esoterismo a tope¡¡¡¡¡
yo me ovy mas por la rama d ela liberación animal
besicossss

Dalfa dijo...

Ahhh ese es tu perrito ^_^