domingo, septiembre 13, 2009

Ceguera.


Lo Pagán, 2009.

De repente, su voz se quebró y sus ojos se inundaron de perlas cristalinas enormes.

- Y mi padre me dice que estoy gorda... Y me llaman gorda...

Yo no quería ver la lluvia en sus ojos. No, no se lo merecía. Bajo ese cielo azul, entre esas aguas someras, intercalé frases típicas, deseando decir algo mejor que lo que suele decir el resto de la gente, darle unas alas eternas que la llevaran un poco más cerca del sol. Pero, como siempre, una aspiradora de lo ridículo, una máquina quitanieves inútil, afianzó su presencia; hace tiempo que duermo en el mundo, aunque esté despierta.

- Yo es que estaba delgada, así como vosotras, pero, desde que me operaron, me cambió el metabolismo... - la voz del llanto escribía sus notas de papel, descargando sus truenos de tristeza.

Rosa Mari, lloraba y lloraba y no se daba cuenta de lo guapa que era. Según la sociedad, según algunos nosotros, no tenía un rostro especialmente bonito ni un cuerpo espectacular pero, su alma era un bello capullito de alhelí, un rayo de sol, una música de primavera en medio de la oscuridad.

Las almas se esconden en su refugio carnal y la condición física, que pesa, que arrastra, limita la vista de horizontes. Una luz maligna, ciega, dibuja desiertos. De repente, el ocaso. Y la luz se esconde, se va. Se desdibuja la fina arena y aparecen colores, nuevos mundos, nuevas habitaciones, que tragará una nueva goma de borrar en un nuevo amanecer de oscuridad.

10 comentarios:

Esther dijo...

Seguramente, no la volveré a ver. Primero se acercó a mi hermana y luego a mí. Era super agradable y era un gusto estar con ella, a pesar de que no nos conocíamos de antes. Se veía que era buena persona, especial... Me gustan las personas así.

Ese día despertaría de la ceguera, quizás...

Saluditos.

Dinorider d'Andoandor dijo...

lo de adentro es lo único que el tiempo no carcome

Reithor dijo...

Nada como tres años en OOUU para curarse los prejuicios.

abulico dijo...

Al final las personas que perduran en nuestro recuerdo son las que tienen un espíritu especial; no las que tienen un físico espectacular.

Saludos!!!!

Yahuan dijo...

Ojalá todos fuéramos humanos.

Lunaria dijo...

Por desgracia hay muchos casos así. Qué asco de este mundo de apariencias.

Pugliesino dijo...

Con esta entrada, por muyyy archisabidos que tengamos, incluyome, lo que es bueno y solidario, nos recuerdas cuanto nos queda por hacer, no ya en cuanto lo dificil, sino en cuanto a lo mas facil de hacer en el día a día.

Muy buena entrada y muy buen relato!

Maat dijo...

Jum! No no es que sea precisamente una sílfide, así que tiempo atrás me sentí así de inferior po rcuestión de "anchuras"...

Pero eso, o tienes mucha fuerza de voluntad para hacer régimen, o aprendes a vivir en armonía con las carnes que sobran...

Si es que... las apariencias (si bien tristes) son las apariencias...

Besukos

Unknown dijo...

Hay que unirse, no para estar juntos sino para hacer esto juntos.
Donoso Cortes

Dama Blanca dijo...

¿Sabes? Yo siempre me he considerado más bien feíta, y como dice nuestra compañera Maat, antes también me sentía acomplejada; pero con el tiempo una aprende, madura y se da cuenta, y a las personas tan superficiales que sólo les importa la apariencia exterior me encantaría verlas dentro de 50 o 60 años, cuando su piel esté tan arrugada y marchita como la de todos, porque la vejez no perdona a nadie. Entonces es cuando te das cuenta de las personas que realmente son "guapas".

Porque la belleza del espíritu nunca se marchita.

Y después de la parrafada... te digo que te he dejado unos premios en mi blog, que si te gustan puedes pasar a recoger y, que si no, no pasa nada ^^

¡Un besazo, guapa!